WASHINGTON.- A tono con los nuevos vientos políticos que corren en Estados Unidos, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, anunció este martes un giro drástico en la política de la empresa: eliminará la verificación de contenidos en sus plataformas, una práctica implementada para contener la propagación de la desinformación, el discurso de odio o potenciales delitos, que ahora pasará a la posteridad en medio de un fuerte debate sobre la libertad de expresión y el sesgo político en las redes sociales.
La movida, un viejo reclamo de la derecha que empapa a Meta con la misma filosofía que impuso Elon Musk en Twitter –ahora llamada X– fue celebrada por el presidente electo, Donald Trump.
Al justificar su decisión –ampliamente criticada por la izquierda, organizaciones civiles y defensores de los derechos humanos–, Zuckerberg, antaño un crítico de Trump que llegó incluso a congelar sus cuentas luego del ataque al Congreso el 6 de enero de 2021, dijo que Estados Unidos atraviesa un “punto de inflexión cultural”, y la práctica había caído en “demasiados errores y demasiada censura”.
“Las recientes elecciones también se sienten como un punto de inflexión cultural hacia la priorización una vez más de la libertad de expresión”, justificó Zuckerberg. “Por lo tanto, volveremos a nuestras raíces y nos centraremos en reducir los errores, simplificar nuestras políticas y restaurar la libertad de expresión en nuestras plataformas. Más específicamente, nos desharemos de fact checkers y los reemplazaremos con notas comunitarias, similares a X, comenzando en los Estados Unidos”, adelantó.
Meta también anunció que sumará a su Junta Directiva a Dana White, un empresario muy amigo y aliado de Trump, CEO de Ultimate Fighting Championship (UFC), la competencia de artes marciales mixtas que creció exponencialmente en los últimos años y se convirtió en un fenómeno global, y es notablemente popular en el universo trumpista.
Además, Zuckerberg trasladará el equipo de moderación de contenido de California, bastión progresista, a Texas, oasis conservador, donde Musk tiene el cuartel general de Tesla. Para revelar el cambio de estrategia, Meta le dio la primicia del anuncio a “Fox & Friends”, el programa favorito de Trump.
Zuckerberg dijo también en un video en su cuenta en Facebook que Meta “eliminará un montón de restricciones en temas como la inmigración y el género que están fuera del discurso general”. El cofundador de Facebook reconoció que el cambio de política de la compañía llevará a detectar “menos cosas malas”, pero a la vez reducirá la cantidad de publicaciones y cuentas eliminadas “accidentalmente”.
La política de moderación de Meta era una fuente de fuertes críticas de la derecha, incluido el propio Trump, que acusaba a la empresa de censurar la libertad de expresión en Internet bajo las directrices de la llamada “cultura woke”. Durante los últimos años, con el avance de la desinformación, los ataques políticos, el discurso de odio y los problemas de salud mental en adolescentes, incluidos suicidios, Meta había quedado expuesta a una creciente presión para moderar los contenidos en Facebook, Instagram y, más recientemente, Threads. Zuckerberg implementó un programa de fact checkers independientes que incluyó empresas de medios, como AFP o Reuters, y organizaciones como Chequeado, en la Argentina, o Factcheck.org o Politifact en Estados Unidos.
Ahora, Zuckerberg les soltó la mano, al afirmar que “han sido demasiado parciales políticamente y han destruido más confianza de la que han creado, especialmente en los Estados Unidos”.
“Lo que comenzó como un movimiento para ser más inclusivos se ha utilizado cada vez más para silenciar opiniones y excluir a personas con ideas diferentes, y ha ido demasiado lejos. Por eso quiero asegurarme de que las personas puedan compartir sus creencias y experiencias en nuestras plataformas”, justificó.
Ambas decisiones marcaron un cambio de postura notable de Meta y Zuckerberg en la antesala de una nueva administración de Trump. El giro llega cuando Meta además se enfrenta a múltiples demandas antimonopolio, incluida una de la Comisión Federal de Comercio (FTC, según sus siglas en inglés), que presentó una demanda en su contra en diciembre de 2020 alegando que la empresa recurrió a adquisiciones de otras compañías para obtener poder monopólico.
Zuckerberg había criticado la política migratoria trumpista al inicio del primer gobierno de Trump. En 2020, en medio de una ola de protestas contra el racismo por el asesinato de George Floyd, Zuckerberg se paró del lado del movimiento Black Lives Matter y junto con su mujer, Priscilla Chan, escribió una carta diciendo que estaban “profundamente conmovidos y disgustados por la retórica divisiva e incendiaria del presidente Trump”. Meses más tarde, Zuckerberg desató la ira de Trump al suspender sus cuentas luego del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
La furia de Trump con Zuckerberg lo llevó a amenazarlo en su libro, Save America, con enviarlo a prisión “el resto de su vida”.
“Me dijo que no había nadie como Trump en Facebook. Pero al mismo tiempo, y por alguna razón, lo dirigió en mi contra. Lo estamos vigilando de cerca, y si hace algo ilegal esta vez, pasará el resto de su vida en prisión, al igual que otros que hagan trampa en las elecciones presidenciales de 2024″, escribió el presidente electo.
Trump ahora elogió el giro de Zuckerberg durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago. “Creo que han recorrido un largo camino Meta, Facebook, creo que han recorrido un largo camino. Lo vi, el hombre fue muy impresionante. Lo vi, en realidad, en Fox”, contó. Un periodista le preguntó si creía que Zuckerberg respondía a su amenaza. “Probablemente”, respondió.
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