La victoria de Donald Trump sobre la candidata demócrata, Kamala Harris, en las recientes elecciones presidenciales estadounidenses puede provocar un recrudecimiento del enfrentamiento comercial entre las dos grandes potencias, cuya onda expansiva afectaría también a Europa.
De momento, Trump está dispuesto a imponer unos aranceles del 60 % a todos los productos procedentes del gigante asiático y también subiría en un 100 o 200 % los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, en el caso de que China entrara en Taiwán, según declaró en una reciente entrevista. Y, por otra parte, también establecería un arancel universal del 10 % para productos procedentes de cualquier otro país.
La anterior guerra comercial
En el año 2018, cuando el presidente Trump inició una guerra comercial contra China, se hablaba de que este país pronto podría superar a Estados Unidos como la primera potencia mundial; a pesar de esto, actualmente, debido a los problemas inmobiliarios, de deuda y deflación, China no está preparada para enfrentarse a otra batalla comercial.
En 2022, el comercio bilateral alcanzó su punto máximo, pero, tras 20 años siendo el principal exportador de bienes a Estados Unidos, China fue superada por México en 2023, debido a una caída del 20 % en su volumen de exportaciones.
En el año 2023, se estima que poco menos del 30 % de las exportaciones chinas fueron destinadas a los países con mejor situación económica del Grupo de los Siete (G7), en comparación con el 48 % del año 2000, según la empresa de gestión de inversiones Matheus Asia. Esto indica que, a pesar de comerciar menos con Estados Unidos, la cifra de exportaciones mundiales es, actualmente, de un 14 %, en comparación con el 13 % que tenían antes de los aranceles del primer Gobierno de Trump.
De todas formas, tras la primera guerra comercial, que se mantuvo durante el mandato de Joe Biden, China y sus empresas han empezado a reducir activamente su dependencia comercial de Estados Unidos e, incluso, como declaró el autor del boletín informativo Trade War, Dexter Roberts, “China lleva tiempo preparándose para este día. Estados Unidos es mucho menos importante para su red comercial [que antes]”.
La segunda guerra comercial
Los líderes chinos están preparados para hacer frente a Estados Unidos en caso de que Trump inicie una segunda guerra comercial al imponer aranceles de más del 60 % sobre los bienes importados. Los economistas han declarado que con esta cifra se podría reducir a la mitad la tasa de crecimiento económico de China, pero este país podría recurrir a su gran mercado interno para impulsar su economía.
De todas formas, China no es de los únicos países que podrían verse afectados por los aranceles que quiere imponer Donald Trump, ya que ha propuesto un arancel entre el 10 y el 20 % sobre todos los bienes importados. Un gran aumento en comparación con el 2 % que existe actualmente.
Inmediatamente después de proclamarse ganador en las elecciones presidenciales, Donald Trump prometió imponer un arancel del 25 % a “todas” las importaciones procedentes de México y Canadá, además de subir en un 10 % los impuestos ya existentes a los productos importados de China.
El pasado 15 de noviembre, días después de que Trump asumiera el poder, Xi Jinping declaró que la amenaza de Donald Trump de imponer importaciones a China tras su retorno a la Casa Blanca representa un retroceso histórico, como ya ocurrió en el primer Gobierno del presidente estadounidense.
Una cooperación “mutuamente beneficiosa”
A pesar de esto, Xi Jinping felicitó al actual presidente de Estados Unidos mediante una llamada telefónica en la que mencionó que se deben encontrar formas de entendimiento entre Estados Unidos y China, ya que ambos países se beneficiarían de la cooperación, pero sufrirán por la confrontación.
El actual presidente de China declaró también que Estados Unidos y China deben reforzar el diálogo y la comunicación, además de gestionar sus diferencias de forma apropiada. “Esperamos que ambas partes defiendan los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación mutuamente beneficiosa”, mencionó Xi Jinping.