La vida sigue igual en la Champions League. Ya sea quitando el valor doble de los goles fuera de casa, cambiando el formato, añadiendo una ronda más… A fin de cuentas, en las fases finales siempre aparecen los mismos protagonistas. Es muy díficil cambiar la historia del fútbol de un día para otro.
La UEFA intentó este año darle un lavado de imagen a la máxima competición continental. Hizo desaparecer la exitosa fase de grupos que venía acompañando al torneo desde 1992 para juntar a 36 equipos en una misma liga y haciendo varios cortes en la clasificación para decidir quien avanzaba y quien no a la siguiente ronda.
Un torneo buscando más igualdad y mayores sorpresas de los equipos pequeños, pero que se ha quedado a medio camino visto lo visto después de la fase de liga. Conforme pasan las rondas los clubes más pequeños van sucumbiendo ante los peces gordos lo que deja este cambio de formato en entredicho.
Lo hace principalmente porque supone jugar más partidos para los equipos. Una carga extra totalmente inncesaria teniendo en cuenta el calendario que rige en estos tiempos en el fútbol europeo. Por ejemplo, el curso pasado el Real Madrid jugó seis partidos antes de iniciar los octavos de final y este año ha tenido que disputar 10.
360 minutos más para las piernas de los futbolistas que no les ayuda tampoco en una de las temporadas más largas de la historia. Y es que no hay que olvidar que entre junio y julio se disputará el Mundial de Clubes por lo que apenas tendrán tiempo para recargar las pilas de cara a la campaña 2025-2026.
Mismos cromos
Echando un vistazo a los equipos que podrían clasificarse a los cuartos de final de la Champions no damos cuenta que pueden ser prácticamente los mismos que el curso pasado.
En la temporada 23-24, los ocho mejores de Europa fueron: Atlético de Madrid, Borussia Dortmund, PSG, Barça, Arsenal, Bayern de Múnich, Manchester City y Real Madrid. De todos ellos, seis podrían repetir este curso. El Manchester City ya está fuera de combate y es seguro que o Madrid o Atlético tampoco seguirán adelante.
El resto de clubes, cada uno más fácil que los otros, tiene opciones para colarse de nuevo en el top 8. El Arsenal, el Barça y el Bayern de Múnich son los tres que más fácil lo tienen. Ambos hicieron los deberes en la ida y solo una catástrofe les dejaría KO de la Champions.
Otros como el Dortmund o el PSG deberán dar un plus para sellar el pase a cuartos. Los alemanes tendrán que ganar en Francia al Lille, mientras que los de Luis Enrique tienen por delante la complicada misión de remontar un gol de desventaja en Anfield. Eso sí, si la vuelta es igual que la ida, sus opciones de pasar son claras.
Sin sorpresas
Lo que está claro es que apenas se han dado sorpresas en la fase de eliminatorias. El Brest fue humillado en la ronda previa por el PSG y, aquellos que dieron la campanada en el playoff, se han quedado muy lejos del nivel competitivo de su rival en octavos de final.
Los ejemplos más claros son el PSV, el Feyenoord y el Brujas. Los tres llegaron a la ronda con la moral por las nubes, pero apenas tienen opciones de pasar tras un duelo de ida prácticamente para olvidar. Los neerlandeses cayeron 1-7 contra el Arsenal e Inter por 0-2, respectivamente, mientras que los belgas sucumbieron por 1-3 frente al Aston Villa.
Precisamente, los ‘Villanos’ pueden ser una de las grandes sorpresas de esta edición de la Champions. Tienen los cuartos en el bolsillo y sueñan con hacer algo grande. Lo mismo que el Lille, que podría plantarse entre los ocho mejores si deja en el camino al Dortmund, vigente subcampeón de Europa.
Estas dos podrían ser las grandes sorpresas de unos cuartos de final en los que se esperan a muchos de los favoritos. Pasan los años y la vida sigue igual en la Copa de Europa. El formato podrá seguir cambiando, pero el escudo pesará muchas veces más que el resto de las cosas.