Wicked: cómo es la película con Ariana Grande y Cynthia Erivo, un dúo memorable en la tierra del Mago de Oz

Wicked es una de las obras del teatro musical más cautivantes: ya figura como el cuarto en la historia de Broadway en cuanto a concurrencia de espectadores. Y ahora el cine la ha convertido en una película a gran escala, y con la presencia de Ariana Grande -y de Cynthia Erivo– resurge con fuerza.

Wicked, que llega en dos partes, la primera, que estrena hoy, termina donde terminaba el primer acto, está basada en el exitoso musical con canciones de Stephen Schwartz y libreto de Winnie Holzman, que a su vez fue una libre adaptación de la novela de Gregory Maguire La vida y los tiempos de la malvada Bruja del Oeste, que se inspiraba en la novela de L. Frank Baum El maravilloso Mago de Oz, y en la película con Judy Garland de 1939.

Con todo ese material, la dirección de Jon M. Chu, el de la muy sobrevalorada comedia Locamente millonarios, y que ya había adaptado otro musical de Broadway, In the Heights o En el barrio, sin demasiada suerte, artística o comercial, nos devuelve cierto gusto a los musicales de antaño, de la vieja escuela.

Los efectos de “Wicked”, de un argentino

Los escenarios construidos no temen en parecer lo que son: escenografía. Hay mucho despliegue de producción, el vestuario también es vistoso, y si no, allí están los efectos visuales del argentino Pablo Helman (La guerra de los mundos, El irlandés) para que todo luzca más, y mejor.

Cynthia Erivo, que podría alcanzar su tercera nominación al Oscar, junto a Ariana Grande. Fotos: UIP / Universal

La película arranca bien arriba, con los tulipanes y ese tono vibrante y lleno de espectáculo con la canción, oscura y divertida, No One Mourns the Wicked, mientras el pueblo de Munchkinland celebra que Glinda (Ariana Grande, en versión rubia), la Bruja Buena del Norte sale de su -literal- burbuja para avisar que Elphaba (Cynthia Erivo), la Bruja Mala del Oeste, murió. La alegría no puede ser total, nunca, en Wicked, y un poblador le pregunta si es cierto que conocía a la Bruja Mala.

Y sí, la conocía, y ésa es la historia que hay que contar.

La película sigue casi al pie de la letra el libreto de la obra original, estrenada en 2003, pero alargada. Así pasaremos por el nacimiento e infancia de una niña de piel verde, pero con poderes inusuales, Elphaba Thropp, hasta arribar a la historia principal: Galinda (sí, ya cambiará su nombre por Glinda, y verán por qué) y Elphaba terminan sin proponérselo compartiendo una suite (la de Galinda) en la Universidad Shiz.

Ariana Grande, que viene del musical, soñaba con interpretar a Glinda desde que era pequeña.

Ariana Grande, narcisista y popular

Una es narcisista y popular, la otra sufre el bullying por su aspecto, es retraída y hasta se diría que torpe socialmente. Por algo Madame Morrible (Michelle Yeoh), que también tiene un don sobrenatural, las une (muy divertido es el dúo de What Is This Feeling).

No solo el bullying es un tema de la película, sino también la discriminación en momentos en los que, en la obra, los animales parlantes están empezando a ser perseguidos.

El filme reactualiza el bullying y la discriminación, omnipresentes en la obra musical original.

Si Elphaba está en casi todas las escenas, acompañada o no por Galinda/Glinda, aquí el peso de los personajes secundarios es el necesario para ampliar un poco el arco y apoyar, que de eso se trata por lo general en las obras musicales, a las protagonistas.

Están el doctor Dillamond, profesor de historia que es una cabra con la voz de Peter Dinklage (Game of Thrones), y entre los humanos, Bowen Yang y Bronwyn James son los sidekicks humorísticos como los sarcásticos amigos de Galinda.

Como una princesa de Disney. Ariana Grande tiene su gran oportunidad en el cine, tras ser estrella de Nickelodeon.

Pero es Jonathan Bailey (Lord Anthony Bridgerton en, precisamente, Los Bridgerton), como Fiyero Tigelaar el que más se luce, atraído por Galinda, quien no sabe cómo seducirlo, pero que también siente curiosidad por Elphaba. El actor no sólo se mueve como pez en el agua en los escenarios del filme, sino que hasta parece un príncipe que se ha escapado de alguna película de Disney.

Un final alucinante

Y lo mejor, claro, está en los dos hits de esta primera parte, Grande interpretando Popular y Erivo erizando la piel -verde, negra, del color que quieran- con Defying Gravity, ya llegando al final, cuando descubren al Mago de Oz (que no es otro que Jeff Goldblum), al llegar a Esmerald City.

Espectacular es la escenografía, aunque nunca deje de verse como tal.

Está claro que Cynthia Erivo va a estar en las listas de nominados en la inminente temporada de premios (¿Oscar incluido?), pero Ariana Grande no le va en zaga. Constituyen un dúo memorable, y hay química allí aunque la historia pueda separarlas.

La continuación llegará dentro de exactamente 52 semanas. Ah, y no hace falta que se queden mientras pasan los títulos. Wicked: Primera parte dura, en total dos horas cuarenta minutos.

“Wicked: Parte 1”

Muy buena

Musical. Estados Unidos, 2024. 160’, ATP con leyenda. De: Jon M. Chu. Con: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano.