El comercio minorista en Estados Unidos atraviesa un momento de incertidumbre ante el posible incremento en los precios de algunos productos debido a los aranceles impuestos por Donald Trump. Walmart y Target, dos de las principales cadenas del país, se encuentran en la búsqueda de soluciones para evitar que los aumentos impacten de forma directa en sus clientes. Sin embargo, las negociaciones con sus proveedores siguen siendo complejas.
De acuerdo a PYMNTS, ambas compañías están en conversaciones con sus distribuidores para poder definir cómo afrontar los incrementos en productos como utensilios de cocina, bolsos y juguetes. La disponibilidad de algunos de estos productos podría verse afectada, al igual que la política de precios que adopte cada minorista durante los próximos meses.
David Dalquist, CEO de Nordic Ware, explicó que los aranceles del 25% generaron un aumento en los costos de producción, hecho que dificulta la fijación de precios. Ante esta situación, Walmart afirmó que su prioridad seguirá siendo mantener sus precios asequibles, mientras que Target se encuentra evaluando el impacto que podrían llegar estos incrementos en su competitividad.
El proceso de ajuste de precios en el comercio minorista no va a ser fácil. Los contratos que se encuentran vigentes entre estos supermercados y sus proveedores tiene algunas restricciones, lo que provoca que las negociaciones sean un proceso todavía más complejo. Sin embargo, para los fabricantes es fundamental llegar a acuerdos con Walmart y Target, ya que algunos no se pueden permitir el lujo de perder espacio en sus góndolas.
La aplicación de aranceles a las importaciones de productos provenientes de China obligó a los fabricantes a tener que revisar los costos. En el caso de Walmart, este le solicitó a sus proveedores que reduzcan los precios mayoristas para evitar el impacto en sus precios y así cuidar el bolsillo de sus consumidores. De todos modos, esta estrategia no siempre es viable y, en algunos rubros, los aumentos parecen ser inevitables.
El mercado de los juguetes es otro sector que se deberá enfrentar a los aumentos. La presión económica que estos incrementos podrían ejercer sobre los consumidores hacen que los minoristas se resistan a aumentar sus precios para no afectar la demanda. Las negociaciones entre minoristas y proveedores se centran principalmente en compartir la carga de los costos adicionales debido a los aranceles impuestos por Trump.
Si bien algunas empresas decidieron absorber parte de las pérdidas en algunos productos con el objetivo de proteger su cuota de mercado, otras simplemente lo hicieron para reforzar su presencia en las góndolas de las principales cadenas minoristas de Estados Unidos. Sin embargo, por el momento, el futuro de los precios de Walmart y Target seguirán siendo una incógnita.