Así lo señaló en Suecia, donde se reunió con el primer ministro del país escandinavo, Ulf Kristersson, y con Ebba Busch, ministra de Energía, Empresa e Industria y vice primera ministra sueca.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propone crear un escudo europeo para la democracia. Así lo señaló en Suecia, donde se reunió con el primer ministro del país escandinavo, Ulf Kristersson, y con Ebba Busch, ministra de Energía, Empresa e Industria y vice primera ministra sueca, en una pequeña explotación forestal al norte de Estocolmo.
En la correspondiente rueda de prensa del acto, Ulf Hambraeus Bonnevier, un reportero de la SVT, preguntó a Ursula von der Leyen sobre el escándalo de corrupción Pravfond. Un asunto ante el que la política alemana se mostró muy crítica, y ante el que indicó su propuesta de blindar la UE democráticamente.
En Suecia, la Asociación Nacional Rusa recibió dinero del Estado sueco, a través de MUCF (La Agencia Sueca para la Juventud y la Sociedad Civil) para promover la integración rusa en Suecia. Al mismo tiempo, ingresaba dinero de un fondo vinculado a la inteligencia rusa.
Una organización ‘secreta’ para ocultar las acciones de la inteligencia rusa
La filtración de documentos reveló cómo la organización rusa Pravfond funcionaba en secreto como tapadera del Servicio de Inteligencia de Rusia. Entre otras cosas, el fondo ha financiado propaganda y asistencia jurídica para todos, desde ciudadanos rusos de a pie, hasta agentes y sicarios.
Así, una fundación jurídica rusa vinculada a las actividades del Kremlin en Europa ha salido a la luz, a través de documentos internos filtrados que muestran que Pravfond ha gastado millones de euros en financiar propaganda y campañas jurídicas en 48 países de Europa y de todo el mundo.
Los documentos internos del Fondo para el Apoyo y la Protección de los Derechos de los Compatriotas que Viven en el Extranjero (Pravfond) indican que la fundación financia sitios web de propaganda dirigidos a los europeos, ayudó a pagar la defensa legal del traficante de armas convicto Viktor Bout y del asesino Vadim Krasikov, y ha empleado a varios antiguos oficiales del Servicio de Inteligencia como directores de sus operaciones en países europeos.
