Las estrategias de política comercial de Estados Unidos para repatriar la producción de manufactura y disuadir la importación de productos procedentes de China parecen haber tenido efecto en Puerto Rico al reportarse una disminución en la compra de bienes provenientes del país asiático para el año fiscal 2023, confirmó la firma Estudios Técnicos, Inc. (ETI).
Entre el año fiscal 2019 y el 2023, las importaciones procedentes de países de Asia (incluyendo a China) como porciento de las importaciones totales de Puerto Rico, cayeron 6.6%, de un 15.1% a 8.5%, según la firma.
Los niveles de participación en las importaciones de la isla por región geográfica mostraron que la mercancía procedente de Estados Unidos aumentó en 7% a 56.9%, luego del encarecimiento de los aranceles a productos chinos. Mientras, las importaciones desde América del Norte (Canadá y México) aumentaron ligeramente de 2.8% en el 2019 a 3.3% en el 2023.
“Sabemos que uno de los factores que están ocurriendo son los aumentos en las tarifas y aranceles. Recientemente, han vuelto a incrementar significativamente, y también, puede haber un elemento de política comercial”, dijo Graham Castillo, presidente y principal oficial de operaciones de Estudios Técnicos.
Bajo la administración del expresidente y ahora candidato presidencial, Donald Trump, se aprobó un aumento de 25% en el pago de aranceles sobre ciertos productos importados de China. En junio de 2018, la decisión, dada a conocer por el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, en inglés), afectó unos $50,000 millones de las importaciones totales procedentes del país asiático.
Continuando la ofensiva comercial contra China, en mayo pasado, el presidente Joe Biden solicitó otra ronda de aumentos en los aranceles que aplicaría a cerca de $300,000 millones en importaciones anuales chinas, incluyendo desde semiconductores, baterías, paneles y celdas solares, acero, y productos de aluminio, hasta vehículos eléctricos. Los aumentos rondan el 25% hasta el 100%, en algunos casos.
El estudio de ETI consideró los datos de importaciones de mercancías de Puerto Rico por país y regiones entre los años fiscales 2015 al 2023, concluyendo que la mayoría del comercio de bienes proviene de Estados Unidos.
La participación de Estados Unidos aumentó de 51.8% en el 2015 a 56.9% en el 2023, mientras que la de países extranjeros se redujo de 48.2% a 43.2%, impulsada por la disminución en la participación de los países de Asia, según el estudio.
ETI aclaró que las importaciones estadounidenses están sobrestimadas y las que llegan de países extranjeros están subestimadas, puesto que los datos oficiales corresponden a importaciones directas y no incluyen las mercancías que vienen por trasbordo a Estados Unidos y luego, llegan a Puerto Rico.
Las importaciones de manufactura procedentes de Estados Unidos, también, mostraron un crecimiento. Para el año fiscal 2019, estas representaban un 49.6%, aumentando a 57.0% para el año fiscal 2023.
Se replican los patrones en Estados Unidos
Para abril pasado, la participación de China (incluyendo Hong Kong) en el comercio total de mercancías de Estados Unidos se redujo a 9.7%, de 11.2% a principios del 2023, siendo destronado por México, país que se posicionó como el principal exportador a Estados Unidos, seguido por Canadá en la segunda posición, según el estudio de ETI.
En el 2022, las importaciones de Estados Unidos procedentes de México aumentaron un 18.6%. Asimismo, las importaciones de Canadá crecieron en un 23%, mientras que el aumento de China fue de solo 6.4%.
Al respecto, el economista destacó que se debe esperar que la disminución en la participación comercial de China en Estados Unidos continúe, aunque no estimó por cuánto tiempo.
“En la medida en que los asuntos geopolíticos sigan complicándose, uno debería esperar que esta tendencia continúe”, proyectó Castillo.
Otra de las posibles razones para el cambio del flujo de las importaciones es un esfuerzo denominado como nearshoring o deslocalización, para acercar las compañías de producción, actividad comercial y de otros procesos al continente americano, para lograr una seguridad nacional ante cualquier colapso en la cadena de suministros, como sucedió en 2020.
Se entiende que, como parte del nearshoring, entre los países más beneficiados pudieran estar las economías de América Latina y el Caribe, particularmente México, Brasil, Argentina y República Dominicana.
En 2022, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó que el nearshoring podría traer consigo sobre $78,000 millones adicionales a las exportaciones de la región en los próximos años, tanto en bienes ($64,100 millones) como en servicios ($14,000 millones).
Países de la región como Costa Rica, Jamaica y República Dominicana son parte de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, compitiendo con Puerto Rico en la tarea de repatriar las producciones estadounidenses. Esto se refleja, incluso, en la inversión de empresas productoras de semiconductores o “chips”, como Intel, atraídas la llamada Ley CHIPS, entre otras.
“Sabemos que ha habido una migración de empresas en algunos sectores industriales que, por la guerra comercial, se han diversificado hacia otros países. En el nearshoring están dominando México y otros países de la región”, subrayó Castillo.
