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MIGUEL SANZ
Actualizado
Max Verstappen ha confesado públicamente en una larga charla con la Fórmula 1 lo que en realidad todos sabíamos, que odia perder y pone todas las artes en pista para evitarlo.
“Odio perder”. Puedo reconocer cuando alguien hace un mejor trabajo, pero aun así no es agradable perder. “Ha habido carreras difíciles, movimientos y momentos cuestionables, pero sé lo que hago, tengo el control total de lo que hago”, afirma sobre los momentos con máxima tensión en su duelo con Lando Norris. “Tengo el control total de lo que estoy ejecutando en la pista. A veces es necesario hacer todo lo que pueda para ganar”.
El tetracampeón del mundo también reconoce que trabaja su imagen de implacabilidad para que los rivales piensen que no comete errores. “No siento que tenga ninguna debilidad, ¡y por supuesto nunca lo admitiré de todos modos!”.
“También tengo la mente muy abierta porque sé que siempre puedo ser mejor, pero también sé que es muy difícil… Sé que en un solo fin de semana, la gente puede tener actuaciones increíbles, pero se trata de cómo puedes mantener un muy buen rendimiento durante todo el año”, resume sobre cómo afrontar un año completo para asaltar el título.
“Eso tiene que ver con muchas cosas. No quiero entrar en demasiados detalles, porque, por supuesto, estaría revelando cosas, pero como piloto, tienes que estar en tu mejor nivel en todo momento. Tienes que encontrar lo que funciona para ti, ya que cada piloto tiene un enfoque diferente, pero tienes que entender qué es lo que funciona para ti”, dice Max, que ya supera los 900 días seguidos como líder del Mundial, casi tres años, mejorando el récord de Schumacher.
Max revela que a su padre le sacaba de quicio que no quisiera mirar ya desde niño muy a largo plazo. Va a por el quinto título… y tiene hasta 2028 en Red Bull, ¿O no? “Tengo contrato hasta 2028, pero no quiero pensar en ello todavía. Pueden pasar muchas cosas, pero por ahora estoy muy contento con mi situación actual. Esa es una conversación que siempre tuve con mi padre cuando era niño. Siempre le decía ‘ya veremos, lo que sea’ y mi padre no podía [entenderlo]. ‘¿Qué quieres decir con ‘ya veremos?’ Ese no es el enfoque’. Y yo le decía, ‘¡pero ese soy yo!’”,
“No me gusta estresarme por las cosas. No me gusta pensar demasiado ni complicar demasiado las cosas. Sé cuándo debo lanzarme, ya sea en un kart o en un coche. Una vez que me pongo el casco, me subo a él. Supongo que eso me mantiene cuerdo. Simplemente estar muy relajado y tranquilo al respecto. No quiero que se me queme el cerebro pensando demasiado en cómo puedo influir en ciertas cosas”.
“Lo que a mí me funciona es que cuando vuelvo a casa no pienso en la F1 a menos que vuelva a la fábrica“, afirma. “Por supuesto, en el fondo de tu cabeza siempre está ahí, pero es muy importante poder desconectar porque si pienso en la F1 todos los días, me agoto. Es imposible. Para mí, no funciona”, revela.
“Yo necesitaba que me empujaran cuando era niño, mi padre lo hizo y estoy muy feliz de que lo haya hecho porque me ha convertido en el piloto que soy hoy. A veces era un poco vago, pero mi padre me hizo darme cuenta de lo que estábamos haciendo y para qué servíamos. Estoy muy agradecido por cómo crecimos y cómo llegamos a la cima”.
Verstappen, que será padre por primera vez junto a su pareja Kelly Piquet (hija de Nelson Piquet) hacia el verano de 2025, valora igualmente si puede llegar al récord de 8 mundiales que no ha logrado nadie. “Sería increíble, pero no es realmente necesario. Sé que no puedo correr para siempre”, dice. “Me encanta competir al más alto nivel con tantos pilotos increíbles, pero llegará un día en el que quiera relajarme un poco más. Solo se vive una vez”.
“Cuando estás al final de tus 30 o principios de los 40, tu cuerpo va decayendo un poco de forma natural. Por supuesto que puedo pasar ese tiempo en la F1, pero también quiero hacer otras cosas. Quiero maximizar mi vida en este planeta”.
“Hay muchas más cosas que quiero hacer en la vida, divertirme un poco y ponerme al día con mi familia. Hoy en día, a veces mi madre o mi padre me llaman y estoy ocupado, así que les digo que los llamaré más tarde, pero también sé que llegará un día en que ya no me llamarán porque no estarán aquí.Quiero pasar tiempo con ellos, porque desde que tenía cuatro años, toda nuestra vida, la vida de mi familia, ha estado dedicada a mí, al éxito y a intentar llegar a la F1. En un momento dado, eso es suficiente, y tienes que devolverles el favor y pasar más tiempo con ellos.
Eso es mucho más importante que todo el éxito que he conseguido aquí. Es genial, me encanta, me encanta ser competitivo, me encanta ganar campeonatos, me encanta ganar carreras, pero hay un momento en el que la familia es lo primero porque la gente se hace mayor y hay que saborear esos momentos”.