Mucho se ha especulado recientemente sobre la condición emocional y de salud de Verónica Castro. El rumor de un deterioro ha rondado como sombra su figura, pero ella misma ha dejado claro que está viviendo un gran momento en su vida en una reciente entrevista con la TV española.
Luego de que en México se rumoró que se encontraba delicada y que incluso atravesaba una fuerte crisis por los supuestos conflictos con Cristian Castro, la estrella mexicana apagó los rumores al aparecer vía remota en el programa Lazos de sangre, de RTVE.
Con motivo de rememorar los 50 años del estreno de Volveré a nacer (Javier Aguirre, 1973), película que protagonizaron Raphael y Verónica Castro, el presentador Jordi González entabló comunicación con ‘la Chaparrita de oro’ y aprovechó para recordar la fama que alcanzó la actriz en España gracias a la telenovela Los ricos también lloran, producida por Valentín Pimstein y dirigida por Rafael Banquells en 1979. Fue al final de la conversación que la actriz confesó cómo está en la actualidad.
“Yo me encuentro bien. Estoy pasando por un momento de relax en mi vida que necesitaba. Necesitaba estar un poco en paz, necesitaba saber qué es lo que hice, qué es lo que estaba haciendo, lo que quiero hacer, porque ha sido demasiado trabajo. Ya son 58 años trabajando y no paraba”, respondió ella.
No está enferma, ni está grave. Tampoco su estabilidad emocional pende de un hilo. Optimista, Verónica Castro dijo estar feliz al darse un tiempo consigo misma. Requería de vacaciones, de disfrutar la libertad lejos de las presiones que implicaron para ella el trabajo durante más de cinco décadas continuas.
Se consagró como actriz, sacó a su familia adelante y logró superar pérdidas de seres queridos, además de las rupturas amorosas que sufrió.
“Estoy enamorada de lo que me queda de vida, que es mucho. Todo lo que no me reí, todo lo que no estuve de bien, estoy bien ahora. Me siento contenta, estoy en paz, me siento tranquila”.
Acepta que pasó un periodo muy duro durante la pandemia por tantas muertes, aunque encontró un aliciente en el lanzamiento de la serie La casa de las flores en Netflix. Se trató de un contenido que tuvo buena recepción del público y que la colocó nuevamente en el espectro visual de la audiencia como la celebridad artística que es: “al principio de la pandemia estaba saliendo La casa de las flores y nos fue súper bien. Estuve disfrutando las mieles de la serie”.
Cuestionada sobre su idilio con España y la amistad que sostuvo con grandes intérpretes musicales, Castro habló de los lujos que llegó a darse viajando al país ibérico cuando surgía la oportunidad de reunirse con auténticas divas de la música española: “¿sabes quién me invitaba a comer? Rocío Jurado”.
Pero no sólo comía con Rocío Jurado. “Se me fue la Dúrcal, que me invitaba comer también, y a cenar. Luego yo las invitaba”, compartió. La cantante Rocío Dúrcal fue su amiga. Los encuentros incluían viajes exprés para convivir; las divas querían verla porque amaban sus telenovelas y Castro porque admiraba sus voces.
Otra de las figuras que quiso a Castro fue Lola Flores, mundialmente conocida como ‘La faraona’. Flores era una mujer con amplio camino recorrido cuando conoció a la mexicana, por lo que influyó su experiencia en Verónica para mostrarle cómo pasarla bien a pesar de la fama.
“A ‘La faraona’ también la adoré y tuve oportunidad de compartir con ella. Mi Lola preciosa, adorada. Me llevó un día al casino y nos pusimos una juerga de aquellas divinas, me enseñó a cómo divertirse. A esa mujer que Dios la tenga en su santa gloria, era una bendición”, expresó.
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