Una gran tormenta invernal barrerá con frío polar desde el sábado el Medio Oeste del país, desplazándose hacia el este en los próximos días y dejando a su paso nevadas, heladas y temperaturas gélidas, según informa el Servicio Meteorológico Nacional.
Un gran sistema invernal tocó tierra en la costa Oeste el viernes por la tarde, provocando lluvias en el noroeste del Pacífico y nieve en la cordillera Cascade. Eso causará una fuerte tormenta invernal desde las Llanuras Centrales hasta el Atlántico desde este fin de semana a principios de la semana próxima, según los meteorólogos.
Para la tarde del sábado se espera una generalizada nevada intensa entre el centro de Kansas e Indiana, especialmente a lo largo y al norte de la Interestatal 70, donde existe una alta probabilidad de que caigan al menos ocho pulgadas (20.3 centímetros) de nieve.
En los lugares de esa región que normalmente reciben las mayores nevadas, ésta puede ser la más intensa en al menos una década.
La tormenta después se adentrará en el valle del Ohio, afectando a los desplazamientos en carretera y avión, para llegar al Atlántico entre el domingo y el lunes, cuando cientos de millones de personas en los dos tercios orientales del país experimentarán peligrosas sensaciones de frío en el aire y viento, según los meteorólogos.
Las temperaturas podrían ser de 12 a 25 grados Fahrenheit (7 a 14 centígrados) más frías de lo habitual por el vórtice polar ártico.
“Esto podría dar lugar al enero más frío para Estados Unidos desde 2011”, dijo este viernes el director de operaciones de pronóstico de la web meteorológica AccuWeather, Dan DePodwin, agregando que podría haber hasta una semana o más de “temperaturas muy por debajo del promedio histórico”.
Incluso en Florida se esperan fuertes heladas, añadió.
“La sensación térmica va a ser brutal”, dijo Jennifer Francis, del Instituto de Investigación Climática Woodwell: “Que el planeta se esté calentando no significa que estas olas de frío desaparezcan”.
Este clima invernal conlleva peligros a los que hay que enfrentarse para mantenerse caliente y seguro. Entre estos riesgos se incluye la intoxicación por monóxido de carbono, la hipotermia y las tuberías congeladas que pueden reventar y volver las casas inhabitables.
Los expertos y responsables de seguridad pública afirman que hay muchas formas de prepararse para evitarlos:
Seguridad dentro de casa
Las autoridades recomiendan permanecer en casa durante las tormentas invernales. Pero, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los sistemas de calefacción domésticos encendidos durante horas pueden aumentar el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono, ya que las calderas, estufas y calefactores pueden producir gases mortales.
El monóxido de carbono también puede surgir cuando la gente utiliza generadores portátiles o enciende el auto en el garaje para calentarse o cargar su teléfono.
Al ser inodoro e incoloro, no necesariamente se percibe, explicó el doctor Alex Harding, profesor de medicina de urgencias del Baylor College of Medicine de Houston.
“Los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono pueden ser realmente insidiosos. Pueden aparecer sigilosamente en los pacientes y abarcar desde el simple desarrollo de un dolor de cabeza o tal vez un poco de náuseas hasta la pérdida de conciencia y convulsiones”, dijo.
Cómo evitar la hipotermia
El frío que azota gran parte de la costa Este puede ser peligroso o mortal debido a la exposición insegura a los elementos. Las tormentas invernales de esta semana se dirigen hacia el sur, y es probable que el aire frío llegue hasta Georgia, según Jon Palmer, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Gray, Maine.
Las bajas temperaturas podrían sorprender a la gente en partes del país que hasta ahora han experimentado inviernos suaves.
“Las temperaturas muy frías y los vientos pueden hacer que las temperaturas se sientan mucho más frías, y el resultado podría ser el aire frío que eventualmente podría conducir a la congelación o hipotermia a ritmo mucho más rápido de lo normal”, dijo Palmer.
[Gran parte de Estados Unidos se prepara para una gran ola invernal y un frío gélido]
Una exposición prolongada a temperaturas gélidas puede dejar a las personas en riesgo de hipotermia, que ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede producirlo.
“La hipotermia es sin duda una de las mayores preocupaciones, sobre todo si tenemos algún tipo de certeza de que las redes eléctricas pueden fallar”, aseguró Harding.
El peligro de hipotermia es mayor para alguien que está al aire libre, expuesto a ráfagas de viento y no usa ropa adecuada o la que lleva se moja.
“Si disponen de un lugar seguro y cálido, donde puedan refugiarse, donde tengan agua y comida y todo lo necesario, eso limitará su exposición a esos riesgos”, afirmó Harding.
Pero los grupos vulnerables, como las personas con discapacidad o sin hogar, pueden tener problemas para encontrar un lugar cálido y seguro donde alojarse.
Proteja las tuberías
Que las tuberías de una casa se congelen durante el invierno es un problema especialmente grave en algunas zonas del Sur, donde los equipos se encuentran a menudo en el exterior. Pero otras partes del país también tienen que lidiar con este problema.
José Parra, maestro fontanero de Abacus Plumbing, Air Conditioning & Electrical en Houston, aconsejó que aíslen las tuberías expuestas al exterior, que cierren y drenen los sistemas de riego por aspersión y que dejen gotear los grifos dentro de una casa durante las temperaturas de congelación para que el agua pueda correr por las tuberías y protegerlas.
“Mucho de lo que estamos arreglando, yo diría que entre el 80% y el 90%, podría haberse evitado con un poco de trabajo previo”, dijo.
Cuidado con los vehículos eléctricos
Los expertos reconocen que el frío puede afectar a los vehículos eléctricos, pero que con un poco de planificación y unos pequeños ajustes, sus propietarios podrán viajar con normalidad.
Los iones de litio fluyen por el electrolito líquido de las baterías de los vehículos eléctricos y producen electricidad. Pero cuando el electrolito se enfría, fluyen más despacio y no liberan tanta energía. Esto reduce la autonomía y puede agotar la batería más rápido.
A corto plazo, es probable que los fabricantes de autos encuentren mejores formas de proteger la vida útil de las baterías y calentarlas para cargarlas, explicó Neil Dasgupta, profesor de ingeniería de la Universidad de Michigan. También se están desarrollando nuevas químicas en las baterías que serán más resistentes al frío, agregó.
