El giro de guion con el ‘efecto Corberán’ es digno de Europa. Los números del Valencia CF desde el cambio de banquillo son de Champions League, a pesar de que solo le separan 4 puntos de la zona roja. En la clasificación de la segunda vuelta, es decir, teniendo en cuenta desde la jornada 20 en adelante, el cuadro blanquinegro sería el cuarto clasificado, solo por detrás de Madrid (3º), Betis(2º) y Barça (1º). Este ‘nuevo Valencia’ ha devuelto la esperanza al valencianismo, aunque aún le pese el lastre de una primera vuelta difícilmente reparable.
El técnico ha dado con la tecla para recuperar la mejor versión de una plantilla que llegó a mostrarse incapaz de competir en Primera División. El rendimiento deportivo de sus discípulos se ha visto multiplicado con su llegada, transformación con impacto directo en los resultados y, por ende, en la clasificación. Corberán ha devuelto a Javi Guerra a su mejor versión. El centrocampista no estaba siendo capaz de alcanzar su mejor versión y el de Cheste lo ha recuperado a base de confianza y trabajo mental.
Con Diego López más de lo mismo, el ‘Guajín’ atraviesa un momento dulce con la elástica blanquinegra. Su gol ante el Mallorca fue el séptimo en lo que va de campeonato y la cuarta diana consecutiva. Almeida se está acercando al futbolista diferencial que se recuerda y los Barrenechea, Rioja, Tárrega, etc., han dado un paso al frente firmando cotas altas de productividad.
Incorporaciones como la de Sadiq también son recursos que, a priori, no se esperaban rendimientos tan altos y que el míster ha sabido explotar a la perfección. El nigeriano aterrizó en la ciudad del Turia siendo un fichaje cuestionado por su paso en la Real Sociedad. Ahora, es el héroe de la reacción que ha sacado al Valencia de puestos de descenso. El de Cheste es un especialista en recuperar las mejores versiones de sus futbolistas a través de una intensidad en entrenamientos y partidos innegociables. De la escuela de Bielsa, el técnico valencianista ha esculpido un perfil motivador capaz rescatar las mentes de sus jugadores.
El ‘arma’ de Corberán
Mestalla se ha convertido en el fortín de antaño y el registro de puntos es una prueba evidente de ello. Ante el calor de su afición, los de Corberán solo han caído en este segundo ciclo del campeonato contra el Atlético de Madrid. El resto de mortales han mordido el polvo, lo que se ha traducido en 15 de los 18 puntos disputados en suelo valenciano, casi pleno.
Los duelos a domicilio siguen siendo una tarea pendiente para el de Cheste. Lejos de Mestalla el técnico aún no conoce la victoria, reinando el empate en todas sus salidas a excepción de la trágica goleada en el Lluís Companys. En las 10 jornadas de la segunda vuelta, entre local y visitante, el cómputo global es de 18 de 30 puntos posibles, más de los que cosecharon con Baraja en el banquillo.
El cambio evidente en la dinámica invitan al optimismo, pero Corberán es cauto y advirtió de ello después de la victoria ante el Mallorca. «Nos quedan nueve por delante y aseguro que nadie del Valencia va a bajar la guardia, porque el club y la afición hemos sufrido mucho y tenemos mucho trabajo por delante», señaló el técnico sobre la pelea por la salvación.
Difícilmente reparable
La realidad es que, a pesar de estar firmando una gran segunda parte del campeonato, el Valencia CF se encuentra 15º, únicamente 4 puntos por encima del descenso. Los números de Corberán solo han logrado abrir una pequeña brecha con los de abajo, síntoma de la magnitud de la crisis en la que se vio inmerso el club durante el primer tramo de la temporada. Con 13 puntos, la entidad de Mestalla firmó la peor primera vuelta de su historia desde que compiten 20 equipos en LaLiga y se reparten 3 puntos por victoria. Situación que auguraba lo peor.
Desde la 97-98, de los 21 equipos que finalizaron la primera vuelta con 13 puntos en su casillero, solo se salvaron dos a final del curso (Zaragoza y Osasuna). Los precedentes no eran alentadora e inspiraban pesimismo, pero el cambio de entrenador devolvió a la vida a una plantilla que muchos daban por desahuciada. La demanda de Corberán para con sus jugadores es enorme. El trabajo diario y el sacrificio sobre el verde son premisas que no se negocian en su vestuario. Fuerza, unión, solidaridad y pertenencia son valores que están permitiendo, poco a poco, resurgir un club que merece mucho más.