Sábado, 22 de junio 2024, 17:48
La sorpresa ha sido máxima cuando a mediodía, estando la playa de La Isleta (Níjar) llena a rebosar de bañistas, la llegada de una patera-taxi a muy alta velocidad rompía la paz de un sábado junto al mar. Aproximadamente una veintena de personas vestidas con ropas oscuras desembarcaban a toda prisa y se desperdigaban por el entorno de la barriada nijareña mientras un helicóptero de la Guardia Civil vigilaba la operación y tomaba tierra en uno de los montículos del entorno.
Una decena de llamadas alertaban a las 12.20 horas al 112, el servicio autonómico de atención a emergencias en Andalucía, del avistamiento de la embarcación y de la llegada de los migrantes, desparecidos en el entorno de La Isleta nada más tocar tierra. El 112 ha dado parte a los cuerpos de emergencia, entre ellos a la Guardia Civil, Cruz Roja y Policía Local de Níjar. La primera de las instituciones, la Guardia Civil, daba reporte de que conocía del suceso -no en vano un helicóptero suyo vigilaba la arribada y uno de sus agentes ha descendido de la aeronave, relatan varios testigos-.
La patera-taxi había sido detectada a las 11.35 a través del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y desde el principio fue identificada como una embarcación sospechosa con posible inmigración irregular. Estaqba a esos momentos a 8 millas al sureste del faro de Polacra, término municipal de Nijar. Es a su llegada a La Isleta del Moro cuando se efectua intervención policial de las patrullas de Seguridad Ciudadana de Cabo de Gata (Almería) y Gádor de la Guardia Civil, con apoyo del helicóptero del Cuerpo. Se procede en ese momento a la detención de una persona (el presunto patrón de la embarcacion) y a la interceptación de parte de los migrantes recién arribados a suelo español.
La embarcación semirrígida, de gran velocidad, ha quedado abandonada por los viajeros, si bien, al parecer, otra embarcación, en este caso de la Benemérita, ha procedido a su interceptación y retirada. Consultada sobre el operativo, un portavoz del Instituto Armado ha declinado ofrecer datos al respecto. La Subdelegación, por su parte, ha confirmado el operativo.
La llegada de pateras-taxi al entorno del Cabo de Gata está convirtiéndose en una situación cada vez más habitual, especialmente desde esta primavera. La presión a la que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado someten a las mafias de la migración en el estrecho de Gibraltar está desplazándolas de forma recurrente a la zona oriental de Andalucía, en donde incluso se ha observado que los operativos irregulares intentan buscar abrigo cuando hay temporales.
Se desconoce la magnitud del fenómeno, no solo porque al ser irregular es imposible de cuantificar, sino también porque las instituciones mantienen un gran hermetismo al respecto. El alcalde de Níjar, José Francisco Garrido (PP), ha reclamado en varias ocasiones a Interior afrontar la situación que vive la comarca, que cuenta con 63 kilómetros de costa. Ha instado, asimismo, al Gobierno de España a que «actúe de una vez» ante la presencia de ‘narcolanchas’ en el litoral nijareño.
«Estamos asistiendo a una situación inédita de inseguridad y de impunidad, ya que vemos a los narcos pasearse por nuestras playas sin que las fuerzas de seguridad puedan hacer absolutamente nada, porque ni cuentan con personal ni con medios suficientes».
En las últimas semanas, el Gobierno ha mantenido que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado evitan actuar en las operaciones de desembarco porque, ante todo, deben vigilar por la seguridad para la vida de las personas, también de los migrantes. Es por ello que se centran en actuar en las redes de suministro que dan soporte a la operativa de transporte de migrantes y también, en muchas ocasiones, de estupefacientes.
El pasado mes de abril la ‘operación Arrow’ trató de clavar una fecha en la línea de flotación de estos clanes, que operan desde distintas provincias andaluzas. Además, intervinieron 13 embarcaciones y se incautaron de 12.324 kilos de hachís y 634 kilos de cocaína. Los investigadores decomisaron entonces 12.634 litros de combustible, lo que supone una merma en las capacidad logística de los grupos organizados dedicados al narcotráfico y al tráfico de personas, quienes utilizan pequeñas embarcaciones para abastecer de combustibles (petaqueo) y víveres a las narcolanchas que permanecen durante largos periodos de tiempo en el mar con el objetivo de disminuir el riesgo de ser interceptadas.
A principios de este mes, en la ‘operación Ovidio’ agentes de Guardia Civil y Vigilancia Aduanera efectuaron 35 entradas a domicilios e intervinieron un alto número de garrafas de combustible para narcolanchas, dinero en efectivo y vehículos, entre otros. Un total de 24 personas resultaron arrestadas. Se trató, en palabras del delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, en ese momento, de una macrooperación «contra la logística, precisamente, del narcotráfico y de las ‘narcolanchas’» a través de las cuales «se llevan a cabo las actividades criminales que tienen que ver con droga, como también con tráfico de personas» que, recordó, «a veces son arrojadas -por la borda- incluso antes de llegar a la costa». Participaron unos 200 agentes.
