En el mar Caspio, un volcán submarino lleva más de un siglo desafiando a la naturaleza con un espectáculo único: la creación y destrucción de islas. La última de estas formaciones apareció en 2023, pero su existencia pasó casi inadvertida, desapareciendo poco después con el mismo silencio con el que surgió.
Una aparición inesperada en el Caspio
A principios de 2023, una isla emergió silenciosamente en el mar Caspio, a unos 25 kilómetros de la costa oriental de Azerbaiyán. Este evento fue detectado gracias a las imágenes del OLI (Operational Land Imager) y OLI-2 de los satélites Landsat 8 y 9 de la NASA. Lo que parecía un misterio pronto se reveló como el resultado de la actividad del volcán de lodo del Banco Kumani, también conocido como Chigil-Deniz.
Las imágenes mostraron cómo, en noviembre de 2022, el volcán permanecía oculto bajo el agua. Para febrero de 2023, una isla de 400 metros de diámetro emergió, dejando tras de sí una estela de sedimentos. Sin embargo, al finalizar 2024, solo quedaba una pequeña fracción visible de la isla, marcando otro capítulo en la historia de este peculiar volcán.
Una isla sin testigos
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta historia es que la aparición de la isla pasó prácticamente desapercibida. Según el geofísico Mark Tingay de la Universidad de Adelaida, resulta increíble que un evento de esta magnitud, tan cercano a la costa, no haya sido reportado por nadie.
Este volcán ya tiene un largo historial de «islas fantasmas». Desde su primera erupción registrada en 1861, ha creado y destruido islas al menos en ocho ocasiones. La primera isla documentada medía apenas 87 metros de diámetro y se erosionó completamente en menos de un año. En 1950, el volcán superó expectativas al formar una isla de 700 metros de diámetro y 6 metros de altura, que también acabó desapareciendo.
Volcanes de lodo: fenómenos únicos
La actividad volcánica en el mar Caspio es especial debido a la geología de Azerbaiyán, un país con más de 300 volcanes de lodo, la mayoría en tierra firme. Estos volcanes se forman debido a la interacción entre las placas tectónicas arábiga y euroasiática, y están asociados al sistema de hidrocarburos de la región.
Las erupciones suelen liberar gases inflamables, como metano, que en ocasiones generan espectaculares columnas de fuego. Aunque no se confirmó si la erupción de 2023 fue ardiente, eventos previos han producido llamas visibles a kilómetros de distancia.
Este fenómeno ha despertado el interés de los científicos que investigan Marte, ya que estructuras similares en el planeta rojo podrían haberse formado por procesos parecidos. Según los expertos, los volcanes de lodo son fenómenos poco estudiados que ofrecen una ventana única al comportamiento geológico tanto de la Tierra como de otros mundos.
Una maravilla natural efímera
Los volcanes de lodo, como el Banco Kumani, nos recuerdan lo dinámico y sorprendente que puede ser nuestro planeta. Aunque su actividad es fugaz, deja huellas que pueden ser estudiadas durante décadas, aportando información valiosa sobre la Tierra y más allá.
Este espectáculo natural sigue fascinando a científicos y expertos, destacando la importancia de tecnologías como los satélites de la NASA para comprender fenómenos que, de otro modo, pasarían desapercibidos.