Una nueva investigación muestra que cuantas más personas consumen dietas ambientalmente sostenibles que enfatizan los nutrientes de origen vegetal, menor es el riesgo de morir de cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedad de Alzheimer y otras causas.
(JM Hirsch/Associated Press)
Cada vez que comes una cucharada de avena nocturna o hundes el diente en una hamburguesa con queso, estás comiendo por dos: por tu salud y la del planeta.
Los investigadores estiman que aproximadamente 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, 40 por ciento del uso de la tierra y Se utiliza 70% de agua dulce. depende de la producción de alimentos. La tensión solo aumentará a medida que la población de la Tierra aumente hacia ella. 10 mil millones de marcos hasta 2050.
¿Es posible proporcionar a todas estas personas alimentos nutritivos de forma ambientalmente sostenible?
Esta pregunta llevó a un grupo internacional de científicos a formular una “Dieta de salud planetaria” que tiene un alto contenido de plantas, incluidas verduras, frutas, cereales integrales, nueces, frijoles y grasas insaturadas de fuentes como aceitunas y canola, junto con pequeñas cantidades de lácteos, aves, pescado y otros alimentos de origen animal. También permite algunas carnes rojas, cereales refinados y azúcar. (Incluso puedes comer una hamburguesa aproximadamente una vez a la semana).
Los científicos han estimado que si el mundo entero adoptara esa dieta, además de adoptar mejores prácticas agrícolas y reducir el desperdicio de alimentos, las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían a la mitad. presentó su plan de alimentación en 2019. También predijeron que el número de muertes prematuras en todo el mundo disminuiría en un 24%.
“Eso equivale a unos 11 millones de muertes al año”, afirmó, algo que no sucede. Dr. Walter Willettcopresidente de un grupo llamado Comisión EAT-Lancet.
Ahora Willett y sus colegas de la Universidad de Harvard han verificado su trabajo con datos del mundo real.
El equipo de Harvard creó el Índice de Dieta de Salud Planetaria, que mide el grado en que la dieta de una persona cumple con los objetivos establecidos por la comisión. Hay 15 grupos de alimentos y las personas calificaron cada uno de ellos en una escala de 5 o 10 puntos. La puntuación máxima posible fue 140, lo que indica cumplimiento total del plan de nutrición ideal.
Los investigadores asignaron puntuaciones PDHI a más de 200.000 personas matriculadas en la universidad. educación sanitaria en enfermeríaEstudio de Salud de Enfermería II y Formación de seguimiento de los profesionales de la salud.. Todos los participantes proporcionaron información detallada sobre su dieta cuando se unieron al estudio en las décadas de 1970 y 1980, y actualizaron esta información al menos una vez cada cuatro años durante más de dos décadas.
Las mujeres en los dos Estudios de Salud de Enfermeras mejoraron su dieta con el tiempo: la puntuación media del índice para los participantes del NHS1 aumentó de 75,7 en 1986 a 84,5 en 2010, mientras que la media para las mujeres en el NHS2 aumentó de 70,4 en 1990 a 85,9 en 2015. . Sin embargo, la puntuación media de los hombres en la HPFS fue de aproximadamente 78.
Al final de los períodos de seguimiento en 2019, 54.536 personas habían muerto en los tres estudios.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que cuanto mayor sea la puntuación PDHI de una persona, menor será su riesgo de morir. Y después de tener en cuenta factores demográficos como la edad, la raza y los ingresos del vecindario, además de problemas de salud como antecedentes familiares de enfermedades cardíacas o cáncer, eso es exactamente lo que encontraron.
“Vimos una relación inversa muy fuerte y clara”, afirmó Willett, TH Chan, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard. “En pocas palabras, todo lo que observamos fue más bajo para las personas que seguían una dieta más saludable para el planeta”.
En comparación con el 20% de las personas con las puntuaciones más bajas, el 20% con las puntuaciones más altas tenía un 23% menos de probabilidades de morir por cualquier causa durante el período del estudio. También tenían un 14% menos de probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, un 10% menos de probabilidades de morir por cáncer, un 47% menos de probabilidades de morir por enfermedades respiratorias, un 28% menos de probabilidades de morir por una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer y un 22% menos de probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares. morir. menos probabilidades de morir a causa de una enfermedad infecciosa.
Entre todos los hombres y mujeres, una mayor ingesta de cereales integrales, frutas, aves, nueces, soja y grasas insaturadas se asoció con un menor riesgo de muerte. Por otro lado, comer más vegetales con almidón como papas, carnes rojas o procesadas, huevos, grasas saturadas, azúcar agregada o azúcar de jugos de frutas se asoció con un mayor riesgo de muerte.
Willett y sus colegas también consultaron bases de datos que calculan el impacto ambiental de diferentes alimentos para ver si una dieta saludable es mejor para el planeta. En comparación con las dietas de las personas con los puntajes PDHI más bajos, las dietas de aquellos con los puntajes más altos requirieron un 21% menos de fertilizantes, un 51% menos de tierra y un 13% menos de agua, y produjeron un 29% menos de emisiones de gases de efecto invernadero.
Willett dijo que estaba “sorprendido por la solidez de algunos de estos hallazgos”, y añadió que la relación es en ambos sentidos. Por ejemplo, cuando se plantan menos acres, hay menos partículas en el aire y cuando se crían menos animales en espacios reducidos, disminuye el riesgo de resistencia a los antibióticos.
“Hay muchos efectos indirectos muy importantes sobre la salud que están mediados por un mejor medio ambiente”, afirmó.
hubo resultados fue publicado el lunes en el American Journal of Clinical Nutrition.
Este no es el primer estudio que vincula las dietas saludables para el planeta con un riesgo reducido de muerte prematura: los investigadores han visto el vínculo. en Gran Bretaña y en Suecia. Pero el nuevo trabajo es el primero en aplicar un índice dietético más preciso a una muestra grande de estadounidenses y utilizarlo para estimar su riesgo de muerte.
Se trata de un avance “significativo”, afirmó. Zach ConradoProfesor William & Mary especializado en epidemiología nutricional y sistemas alimentarios.
Sin embargo, dijo que se necesita más trabajo para demostrar que las dietas planetarias saludables son tan buenas para la Tierra como para los terrícolas.
“Aún no se ha demostrado que una dieta saludable sea también más sostenible desde el punto de vista medioambiental”, afirmó Conrad, que no participó en el nuevo estudio. “Es importante que dejemos de comprender la relación entre la calidad de la dieta y la sostenibilidad y avancemos hacia su medición”.
