Los estudios más recientes que se centran en el cáncer han determinado que, si bien las células cancerosas consumen más glucosa, no se había demostrado que consumir azúcar hará que empeore. Sin embargo, sí que hay abundantes evidencias que constatan la importancia de la alimentación a la hora de prevenir cáncer como el de páncreas o hígado. Ahora una investigación de la Universidad de Florida ha determinado el vínculo de la mala nutrición con el cáncer de pulmón, más concretamente con el adenocarcinoma de pulmón.
“Mientras que enfermedades como el cáncer de páncreas o el de hígado tradicionalmente se han asociado a la dieta, no ha sucedido lo mismo con el cáncer de pulmón, rara vez se discute la posibilidad de que la dieta influya”, afirmó el Dr. Ramon Sun, director del Centro de Investigación Avanzada de Biomoléculas Espaciales.
Este es el primer estudio que se centra en la investigación asociada sobre este tipo de cáncer y la alimentación, según indica Matthew Gentry, profesor y presidente del departamento de bioquímica y biología molecular de la Facultad de Medicina.
Por medio de modelos de laboratorios y modelos guiados por ordenador de las reservas de glucógeno (molécula de almacenamiento compuesta de glucosa) se pudo observar que en el cáncer de pulmón, el glucógeno actúa como un metabolito oncogénico.
Por consiguiente, el crecimiento del tumor irá a más cuanto más glucógeno este depositado en las células cancerosas. En la práctica se constató que cuando empezaron a alimentar a ratones con una dieta occidental, rica en grasas y fructosa, los tumores pulmonares crecieron. Cuando los niveles de glucógeno disminuyeron también lo hicieron los tumores.
“Actualmente, existen tres tipos de fármacos dirigidos a los niveles de glucógeno”, señaló el profesor Gentry.
La conclusión de los autores fue que la dieta occidental típica “nutría” los tumores de cáncer de pulmón, proporcionando los componentes para su crecimiento.
“Priorizar una dieta rica en nutrientes, mantener un estilo de vida activo y minimizar el consumo de alcohol son estrategias fundamentales para la salud a largo plazo. De ahí, que mejores hábitos alimenticios puede ser una herramienta poderosa para la prevención del cáncer de pulmón”, concluyó el profesor del estudio.