En la búsqueda de una longevidad saludable, una buena alimentación es uno de los factores clave. Esta, junto a fatores como la genética, un estilo de vida saludable mediante actividad física y mental, puede hacer que el envejecimiento se vaya retrasando.
David Sinclair, profesor de genética de la Universidad de Harvard y uno de los expertos más reconocidos en el campo de la longevidad, ha sido uno de los investigadores que ha puesto el foco en cómo afecta en nuestro envejecimiento celular lo que comemos y cómo organizamos las comidas.
Buena parte de los beneficios están asociados a tener una dieta ligera basada en productos naturales y al ayuno intermitente. “Comer más plantas, evitar el azúcar y hacer ayuno intermitente puede reducir la edad biológica hasta en 30 años”, señala Sinclair a El Tiempo.
Si tuviera que elegir una dieta, Sinclair apunta a los beneficios que tiene la dieta mediterránea, por su contenido en fibra y grasas saludables como es el aceite de oliva, así como pescados ricos en omega-3.
Pero si tuviera que destacar algunos alimentos, el especialista recuerda tres para hacer frente al envejecimiento celular: “Si se priorizan alimentos como las legumbres, el arroz integral y los frutos secos, ya estás ganando”.
Aunque recuerda “las frutas y verduras también juegan un papel importante, pues ayudan a reducir la inflamación y la oxidación celular, factores clave en el proceso de envejecimiento”.
Además de estos alimentos, pide tener en cuenta también aquellos con contenido en licopeno, un potente antioxidante presente en el tomate y otros alimentos de color rojo como la sandía.
“El licopeno activa una proteína llamada SIRT1, que es fundamental en la autofagia, el proceso mediante el cual nuestro cuerpo elimina células defectuosas. Consumir estos alimentos, especialmente cocidos, puede tener beneficios rejuvenecedores. Otros que se destacan son las verduras crucíferas, como el brócoli y la coliflor”, explica.
Con esta dieta, realizada además con ayuno intermitente, Sinclair asegura que puede retrasar hasta cinco años el envejecimiento celular. “El ayuno intermitente, combinando períodos de abstención de alimentos con ventanas de alimentación restringidas, es uno de los hábitos más poderosos para mejorar la longevidad. Creo que tres comidas al día, más picar por aquí y por allá, es demasiado”, defiende.
