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Alex Molina
¿Mediasuela fina o gruesa? ¿Espuma EVA o de poliuretano? ¿Ligereza o amortiguación? La industria de las zapatillas de running está en constante evolución y, de algún modo, también en un examen continuo, adaptándose en cualquier caso a los requerimientos de los corredores. Un estudio publicado recientemente da otra vuelta de tuerca a uno de los grandes debates de los últimos tiempos: el maximalismo, es decir, la subida generalizada de las alturas de las zapatillas y el aumento de los volúmenes de la mediasuela.
Según este nuevo estudio, elaborado por investigadores del Centro de Rendimiento Deportivo de la Universidad de Florida, el uso de zapatillas con talones voluminosos puede puede aumentar el riesgo de sufrir lesiones. Por contra, los usuarios que apuestan por zapatillas de deporte más planas pueden comprender mejor cómo se mueven sus pies al correr, lo que podría provocar menos lesiones al tener una mayor percepción del terreno.
Los investigadores examinaron más de seis años de información sobre el historial de lesiones y las características del tipo de calzado (peso, amortiguación y altura de la zapatilla) de más de 700 corredores, una muestra formada por deportistas de todos los géneros, razas y con edades comprendidas entre los 12 y 77 años. También utilizaron cintas de correr especiales y videos de captura de movimiento para analizar la marcha al correr, y pidieron a los participantes que identificaran su “pisada” particular al correr, es decir, la forma en la que el pie toca el suelo por primera vez.
Aquellos que usaban zapatillas de deporte más gruesas mientras corrían tenían una tasa de lesiones más alta. Los corredores con más volumen bajo sus pies eran menos precisos a la hora de identificar su pisada en comparación a los corredores con zapatillas más planas, un factor que, según los investigadores, podría tener una correlación directa con sus altas tasas de lesiones.
Los científicos llegaron a esas conclusiones después de controlar la edad, el peso, el volumen de carrera y la competitividad.
“Observamos que los corredores que utilizan zapatillas más altas en la zona del talón pueden tener la falsa sensación de que el antepié es el que golpea primero y, a menudo, creen que son de esos corredores con buena técnica que apoyan primero de antepié”, dijo a Health Heather K. Vincent, PhD, directora del Centro de Rendimiento Deportivo de UF Health y autora principal del estudio. “De hecho, claramente son corredores talonadores y apoyan primero con esta parte de la zapatilla. Es esta confusión sobre el movimiento del pie la que puede provocar lesiones. Estas zapatillas reducen la capacidad del cuerpo para sentir y reaccionar ante el suelo, lo que obliga a confiar más en la zapatilla para la estabilidad en lugar de hacerlo en tus músculos y articulaciones, lo que aumenta el riesgo de lesiones como esguinces de tobillo o dolor de rodilla”.
A pesar de la relación entre las zapatillas de talón grueso y las lesiones, los investigadores subrayan que todavía no pueden determinar si este tipo de calzado provoca lesiones de forma directa. Aunque otros estudios (aunque más pequeños) también han indicado que las alturas tan elevadas y el movimiento del pie pueden influir en las lesiones al correr, se necesitarían más investigaciones para establecer una posible relación causal.