El estudio revela nuevos hallazgos para El Salvador. Se trata de contaminantes emergentes capaces de provocar graves daños a los ecosistemas y la salud de los humanos.
Investigadores de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) han detectado la presencia de contaminantes orgánicos emergentes en el río Lempa, en el río Sucio, en el Embalse del Cerrón Grande y en una muestra de agua potable que fue tomada en San Salvador.
Estos contaminantes abarcan fármacos, pesticidas, hormonas y productos de cuidado personal presentes en el agua de estos puntos en cuestión.
Estos contaminantes abarcan fármacos, pesticidas, hormonas y productos de cuidado personal presentes en el agua de estos puntos en cuestión.
Violeta Chichique, máster en ingeniería ambiental y doctorado en Ingeniería Química con postgrado en la Universidad de Arizona Estados Unidos, y docente de la UCA, quien estuvo a cargo de esta investigación, señala que aunque las concentraciones que se han detectado son pequeñas, entre el rango de nanogramos a microgramos por litro, su presencia en el agua debe ser un motivo de preocupación.
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“Estos pueden llegar a tener efectos perjudiciales en la salud de los ecosistemas y en la salud de los humanos a largo plazo”, apunta.
Los compuestos que resultaron con una mayor presencia en un muestreo realizado en 2023 fueron la cafeína y farmacológicos como atenolol e ibuprofeno; en tanto una muestra tomada en 2021 donde se analizó la presencia de estos contaminantes en agua potable, se encontró hidroclorotiazida en concentraciones que están acercándose a los niveles de 150, 000 nanogramos por litro.
“Este químico está listado en un ranking que fue elaborado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y por otras universidades(…) está enlistado dentro de los 13 farmaceuticos más peligrosos que pueden llegar a causar mutaciones en animales. Y lo hemos encontrado en una presencia bastante considerable en agua potable que fue recolectada en Mejicanos”, apunta.
Entre los hallazgos se menciona que las concentraciones encontradas de estos contaminantes sobrepasan hasta 100 veces las concentraciones que han sido detectadas en otros países.
Otros compuestos detectados fueron la Iopromida, un químico de contraste que se inyecta para hacer análisis de resonancias magnéticas.
“Esto lo que significa es que ésta agua del río Lempa, que después pasa a una planta de tratamiento, está arrastrando consigo este químico, quiere decir que ya tenemos que pensar en nuevas tecnologías de vanguardia, que nos permita eliminar estos compuestos o reducir su presencia en el agua”, añade la especialista.
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Graves daños a la salud y los ecosistemas
La experta añade que se ha descubierto que a largo plazo estos pueden causar mutaciones genéticas en peces y en otros organismos acuáticos, así como problemas de generación de tumores en humanos, problemas cancerígenos, problemas en los riñones y mutaciones genéticas, y algunas enfermedades del sistema endocrino como alteraciones en los niveles hormonales.
Para la investigación se tomaron cuatro muestras en la cuenca del río Lempa, donde se analizaron 11 puntos; en el embalse Cerrón Grande, el río Sucio y una muestra de agua potable suministrada en un hogar del distrito de Mejicanos, en San Salvador Centro.
Contaminantes como estos ya han sido detectados en muchos países como Estados Unidos, regiones de Europa, Australia y China, aclaran los expertos; no obstante es la primera vez que se desarrolla en El Salvador.
“Quisimos apostarle a esa área, (para) conocer cómo está la calidad del agua en esos términos que hasta la fecha no habían sido estudiado acá en El Salvador y para entender un poquito mejor el tema y qué es lo que provoca este tipo de contaminación”, expone Chichique.
Los expertos hablan sobre la importancia de conocer estos aspectos considerando que “el agua es vida. Estamos continuamente usando el agua y prácticamente estamos en contacto con todos estos contaminantes en todo momento: cuando nos bañamos, cuando lavamos nuestros alimentos, cuando nos lavamos las manos, utilizamos el agua para cualquier tipo de actividad, y estamos en contacto con estos químicos que hemos descubierto”.
En el agua potable se han encontrado antibióticos, hormonas, productos de cuidado personal, lo que con el tiempo puede desencadenar en alteraciones en el sistema hormonal y otros efectos que aún se mantienen en estudio, puntualiza.
En consecuencia, estos contaminantes provocan que el agua sea cada vez más difícil de limpiar y esté apta para su uso, añade.
Aguas residuales sin tratamiento
En la mayoría de los casos estos químicos llegan al agua por la descarga de agua residual que es lanzada a los receptores sin que haya recibido un tratamiento adecuado.
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El 95 % de las aguas residuales (usadas en entornos domésticos y urbanos, la industrias y la ganadería) son lanzadas a receptores sin ningún tipo de tratamiento, en tanto, más del 70% de los ríos en El Salvador necesitan planes de descontaminación y saneamiento.
Para el caso de El Salvador, algunos estudios han estimado que el porcentaje de tratamiento de agua residual es menor al 10%, en tanto algunos expertos han señalado que este porcentaje es solo del 5%.
“Esto quiere decir que el agua residual está siendo descargada a los ríos principalmente al río Lempa. Esa es la principal fuente de contaminación. Además por el nivel de vida que llevamos como seres humanos dependemos demasiado de las sustancias químicas a través de la medicina, todos los productos que utilizamos como crema, desodorantes, productos para el cabello, perfumes, todo eso está desbordando la capacidad que tiene la naturaleza de atenuar esos contaminantes por la vía normal y se están acumulando en los ecosistemas, en los ríos, y es cada vez más difícil removerlos”, explica Chichique.
Ante este panorama los investigadores de la UCA ven como una prioridad realizar más investigación científica a este respecto; asimismo estudian algunas alternativas y mecanismos como el uso de la luz ultravioleta para atenuar estos contaminantes, una tecnología nueva que está explorando en coordinación con expertos de Estados Unidos.
“Esperamos que en algún momento se pueda proponer como una estrategia viable para eliminar esos compuestos del agua”, dice Chichique.
Asimismo recomiendan invertir en tener mejores plantas de tratamiento, y recalcan que este tipo de contaminantes es un problema mundial, del que las grandes potencias ya están discutiendo. La OMS por su parte ha declarado estos contaminantes como de importancia para el cuidado de las descargas de aguas residuales.
“Una vez que han sido tratadas entonces la recomendación es empezar a vigilarlos y empezar a pensar en estrategias de mitigación de cara a que el agua llegue menos contaminada a nuestros ríos y sea más fácil potabilizarla para después consumirla”, concluye.
En conclusión resumen los expertos, El Salvador es un país dignatario para cumplir con la agenda de desarrollo sostenible 2030, no obstante se ve ampliamente comprometido en lo relativo al objetivo número 6 que se relaciona al acceso de agua limpia y saneamiento.
“Con el estado actual de nuestros ríos y también con la presencia de estos contaminantes no podamos cumplir con los objetivos en los que nos hemos enmarcado. Igualmente la mayoría de los sitios se han categorizado con una calidad del agua de pésima y mala, por lo cual estamos ante un problema que requiere atención”, recalca la investigación.
Los expertos resaltan además que seguirán trabajando con socios estratégicos para crear propuestas que puedan ser utilizadas por la comunidad internacional y por las autoridades locales para replantearnos el tema del tratamiento del agua en el país.
