Utilizada en tratamientos médicos orientados al control del metabolismo para inducir una pérdida de peso, la semaglutida es la droga más glamorosa de la historia de la medicina. Indicada en pacientes con diabetes tipo 2 y en pacientes con obesidad, logró resultados cardiovasculares beneficiosos.
Sin embargo, algunos estudios advierten que su uso puede presentar un potencial riesgo para la salud ocular, impactando en la retina y causando un efecto colateral llamado neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NAION) en diabéticos, no diabéticos y en personas con sobrepeso y obesidad.
Un paper titulado “Risk of Nonarteritic Anterior Ischemic Optic Neuropathy in Patients Prescribed Semaglutide”, que se publicó en 2024 en “Jama Ophthalmology” y fue llevada a cabo por la Universidad de Harvard e incluyó un análisis retrospectivo de más de 17.000 pacientes tratados con semaglutida, ya alertaba sobre la patología: determinó que los usuarios de este fármaco presentaban un riesgo significativamente mayor de desarrollar un infarto isquémico anterior del nervio óptico en comparación con aquellos que utilizaban otros tratamientos.
Ahora, el poster “Semaglutide-Dapagliflozina-Finerenona. ¿Drogas amigas o enemigas de la retina?”, a cargo del diabetólogo Daniel Velardo en conjunto con la cátedra de Farmacología de la UBA, evalúa el impacto que esta nueva droga de protección cardio-renal tiene en la retina, según los resultados de los principales ensayos clínicos.
“El riesgo de ceguera en un paciente diabético es 25 veces mayor que en una población no diabética”, explica Velardo, que desde 2017 sigue de cerca las lesiones en retina que podría causar el consumo de semaglutida.
“Mi investigación aporta un estudio descriptivo sobre los ensayos publicados por los trail de Sustain 6 y Harvard. Está diseñado para describir desde un punto de vista estadístico el efecto que las drogas con protección cardiorrenal tienen sobre la retina, presentando a semaglutida por su posible acción perjudicial, así como la acción protectora de dapagliflozina y finerenona en retina”, sostiene Velardo, en diálogo con Clarín.
¿Cuál es la posible acción perjudicial de la semaglutida? “Agravar o acelerar la retinopatía preexistente en los pacientes diabéticos tipo 2 y el NAION tanto en los diabéticos como en los no diabéticos”, responde. ¿Y la protectora dapagliflozin y finerenona? “Disminuir o retrasar la aparición de retinopatía”.
Y sigue: “La semaglutida es el hilo conductor. ¿Causalidad o casualidad?. En estas dos palabras se trata de disipar un peligro evidente. Además, los ensayos de Diabetes excluyen a los pacientes con retinopatía”.
“Desde la perspectiva oftalmológica, la investigación refuerza la necesidad de precaución en el uso de semaglutida, particularmente en pacientes con antecedentes de enfermedades retinianas: la decisión de usar esta droga debe manejarse mediante un control riguroso del estado ocular previo y un monitoreo constante. Aunque es probable que los beneficios sobre la salud metabólica y cardiovascular sistémica superen los posibles daños retinianos para la mayoría de los pacientes”, evalúa el oftalmólogo Germán Bianchi, ante la consulta de este medio.
La respuesta del laboratorio
En respuesta a los hallazgos publicados en JAMA Ophthalmology, el laboratorio Novo Nordisk asegura que NAION no es una reacción adversa a los medicamentos comercializados con semaglutida (Ozempic®, Wegovy®, Rybelsus®), según el prospecto aprobado. Además, cuestiona aspectos metodológicos del estudio, al advertir un alto riesgo de sesgo de selección y sostiene que se limita la evaluación de si las personas estuvieron expuestas a semaglutida cuando ocurrió el evento.
“El estudio no está diseñado para evaluar ninguna posible relación causal entre la NOIA y la exposición a semaglutida. No fueron considerados confusores importantes en el análisis, como el tabaquismo, la duración de la diabetes y la morfología del disco óptico”, destacan ante la consulta de este medio.
“Específicamente semaglutida está siendo examinada actualmente en el ensayo FOCUS, que es llevado a cabo por Novo Nordisk para evaluar los efectos a largo plazo de semaglutida 1.0 mg sobre la retinopatía diabética en pacientes con diabetes tipo 2, con una fecha de finalización esperada en el segundo semestre de 2027”.
“A pesar de estos resultados, Novo Nordisk destacó la necesidad de estudios más amplios y diversos para confirmar estos hallazgos antes de modificar las guías clínicas o las recomendaciones de precaución. Por el momento, no se han emitido nuevas recomendaciones específicas por parte de Novo Nordisk sobre la conducta a seguir en pacientes que usan semaglutida en relación al riesgo de NAION”, analiza Velardo.
PS