Una misteriosa colisión cósmica. Un agujero negro ubicado en la lejana galaxia Centaurus A -también conocida como NGC 5128- situada a unos 12 millones de años luz de distancia de la Tierra, ha ‘bombardeado’ con poderosos chorros de plasma un objeto desconocido dejando atrás un misterioso patrón en forma de V en el espectro de rayos X.
Este peculiar hallazgo abre interrogantes sobre lo que podría estar oculto en las inmensas regiones del espacio, además de ofrecer nuevas perspectivas sobre las dinámicas desconocidas de los agujeros negros supermasivos y sus potentes chorros.
Un objeto no identificado: ¿qué será?
Lo cierto es que los astrónomos no saben con qué han chocado estos chorros que salen disparados del agujero negro supermasivo del corazón de esta galaxia lenticular. Y el misterio está servido, ya que ninguna otra colisión en los chorros de Centaurus A produce la misma emisión de rayos X que la que se ve saliendo de C4 que es como han llamado al objeto no identificado.
Los agujeros negros son áreas del espacio-tiempo con una gravedad tan intensa que la luz no puede escapar de ellas más allá de un punto llamado horizonte de sucesos. Pero, aparte de poder tener hasta muchos miles de millones de veces la masa del Sol, en ocasiones también emiten chorros de partículas que se mueven casi a la velocidad de la luz (300.000 km/seg).
¿Cómo es este objeto misterioso?
Según las imágenes del observatorio de rayos X Chandra de la NASA, C4 tiene brazos en forma de V y precisamente esta forma se debe a un chorro del agujero negro que golpea al objeto. Los brazos de la “V” tienen al menos unos 700 años luz de largo.
Para ponernos en contexto, la imagen muestra los rayos X de baja energía representados en rosa, los rayos X de energía media en violeta y los rayos X de energía más alta en color azul. “Parece tener dos corrientes de materia que se alejan de ella en dos ángulos distintos, formando una forma similar a una ‘V’ detrás de ella”, dicen los investigadores.
Los científicos implicados en esta investigación publicada en la revista The Astrophysical Journal, creen que el objeto que está siendo embestido por los chorros del agujero negro podría ser una estrella masiva, ya sea sola o con una estrella compañera.
Los científicos sugieren que las partículas del chorro del agujero negro podrían estar interactuando con los intensos vientos solares generados por esta estrella. De ser así, la turbulencia producida incrementaría la densidad del gas en el chorro, lo que provocaría la emisión de rayos X detectada en las imágenes capturadas por el observatorio Chandra.
Esta no es la primera vez que los astrónomos han visto los chorros de un agujero negro colisionar en Centaurus A. Existen otros ejemplos pero lo extraordinario de C4 es que tiene forma de V en los rayos X, mientras que otros obstáculos aparecen como puntos de forma elíptica en las imágenes de Chandra, por ejemplo. Esto es algo nuevo e inesperado.
Los chorros de los agujeros negros son uno de los fenómenos astrofísicos más llamativos que existen y, a tenor de este hallazgo, aún se reservan trucos bajo la manga. Chandra es el único observatorio de rayos X capaz de detectar estas características, por lo que los astrónomos seguirán indagando en ello para desentrañar este nuevo misterio del universo. ¿Por qué esta colisión cósmica produjo una forma tan extraña?