EL PERIÓDICO mantiene un hilo directo para contar la última hora de la tensión tras las elecciones y noticias en torno a Venezuela.
El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó este viernes al presidente Nicolás Maduro su “preocupación” por la situación en Venezuela tras su proclamada victoria en las elecciones del 28 de julio, que la oposición rechaza.
En su primera conversación telefónica desde los cuestionados comicios, Guterres expresó a Maduro su inquietud “por los informes de violencia poselectoral y violaciones de derechos humanos”.
Argentina, Canadá, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Uruguay pidieron el viernes ante un Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra que se investiguen “graves violaciones” en Venezuela que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. Las siete naciones lanzaron un “llamado urgente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para que el gobierno de Venezuela detenga la represión intensificada tras las últimas elecciones y se investiguen graves violaciones a los derechos humanos, las cuales podrían constituir crímenes de lesa humanidad”, señaló la cancillería ecuatoriana en un comunicado. Además solicitaron “la verificación imparcial de los resultados electorales” y “la liberación inmediata de detenidos de forma arbitraria”. Sin haber publicado el escrutinio detallado, como ordena la ley, las autoridades electorales venezolanas atribuyeron la victoria a Nicolás Maduro. Sin embargo, la oposición asegura que Edmundo González Urrutia, exiliado en España, fue el vencedor.
“Al final me da pena ajena que usted, señor (Edmundo) González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra y alegue su propia torpeza y su propia cobardía para tratar de salvar yo no sé qué”. Nicolás Maduro expresó este viernes un fastidio bíblico o el de un monarca medieval al expresar su rechazo a las declaraciones de su rival en los comicios que también dice haber ganado y que aseguró haber firmado bajo coacción un documento en el que reconoce la victoria del actual presidente de Venezuela. Más información en la crónica del corresponsal Abel Gilbert.
El Gobierno de Venezuela ha calificado este viernes de “panfletario” y “vulgar” el último informe de la misión de Naciones Unidas, a la que considera “ilegítima”, que supervisa la situación en el país sobre las supuestas violaciones contra los Derechos Humanos cometidas por las autoridades chavistas. “Venezuela rechaza, de manera categórica, la presentación, ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del informe vulgar y panfletario, redactado por una misión ilegítima, politizada e ideologizada”, señala el documento. Exteriores expone que dicha misión ha sido creada por el “cártel de gobiernos fracasados del Grupo Lima –organismo creada en 2017 para buscar una salida a la crisis venezolana– “con el único objetivo de cumplir órdenes” de Washington. Asimismo, ha señalado que misiones como esta muestran la “errática deriva” de las organizaciones de Naciones Unidas, convirtiéndose en instrumentos de “coerción y chantaje”, incapaces, por otro lado, de abordar “las verdaderas acciones de lesa humanidad como el genocidio en Palestina aplicado por el Estado de Israel”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha instado al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a pedir “perdón” por “las calumnias” lanzadas sobre el cuerpo diplomático español en el caso del conflicto político con Venezula. Albares ha solicitado otra veez comparecer en el Congreso para dar cuenta del traslado a España del líder opositor Edmundo González Urrutia, que llegó a España el pasado día 8. Fue justo al día siguiente de la llegada a Madrid de González Urrutia cuando Albares solicitó comparecer ante la Comisión de Asuntos Exteriores para dar cuenta “de la decisión del Gobierno de dar asilo al candidato opositor”. El ministro está a la espera de que la Mesa del Congreso le confirme una fecha para esta comparecencia. Mientras tanto, el PP, que ha vuelto a pedir la dimisión de Albares, sigue acusando al Gobierno de permitir que la Embajada de Caracas fuera el escenario de la operación de “extorsión” del régimen chavista al opositor González Urrutia, algo que este ha negado.lr/ros
El PP ha insistido este viernes en pedir la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, porque dijo que no había negociado nada con el régimen de Nicolás Maduro y, sin embargo, la salida de Venezuela del opositor Edmundo González Urrutia se “pactó” en la Embajada de España con el embajador como “testigo” de las “coacciones”.
El líder opositor en Venezuela y candidato a la presidencia de su país Edmundo González Urrutia en las elecciones del pasado 28 de julio emitió un comunicado en Madrid en el que aclara que no ha sido coaccionado por el Gobierno de España para ser trasladado y asilado en este país. “No he sido coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el embajador español en Venezuela, Ramón Santos”, dice en el comunicado en que comienza justificándolo “ante las diversas versiones que circulan respecto a una supuesta coacción por funcionarios del Estado español”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este jueves que el abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, le pidió “clemencia” para salir del país, al tiempo que negó que haya habido algún tipo de coacción por parte del Gobierno contra el antichavista para concretar su exilio hacia Madrid. “Me da pena ajena que usted señor González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra, (que) no tenga palabra con lo que se empeñó y alegue su propia torpeza y su propia cobardía para tratar de salvar yo no se qué”, dijo el mandatario durante un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión. Maduro respondió así al opositor, que el miércoles denunció haber sufrido “coacción, chantajes y presiones” que lo llevaron a firmar una carta que permitió que le otorgasen el salvoconducto para tomar el vuelo, en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas, que finalmente lo llevó desde Caracas hasta España, donde ha solicitado asilo político.
El PP quiere que la ministra de Defensa, Margarita Robles, reitere en el Pleno del Congreso su opinión de que Venezuela está viviendo una dictadura bajo la presidencia de Nicolás Maduro, unas palabras que tensionaron las relaciones entre España y el país iberoamericano. “¿Sigue manteniendo que Nicolás Maduro es un dictador?”, es la pregunta que la diputada ‘popular’ Belén Hoyo pretende formula a la ministra en la próxima sesión de control al Gobierno en el Congreso, según el listado de preguntas registrado este jueves y al que ha tenido acceso Europa Press. Fue el pasado jueves cuando, durante un acto, Robles se refirió al Gobierno de Nicolás Maduro como un régimen dictatorial. “Quiero mandar un recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país, precisamente por la dictadura que viven”, afirmó.