Docenas de personas rindieron homenaje en Uganda a Rebecca Cheptegie, la deportista olímpica que falleció la semana pasada en Kenia luego de que su pareja le prendió fuego.
Líderes locales y otros se reunieron el sábado en el salón del gobierno local a la espera de su entierro en su aldea natal, cerca de la frontera con Kenia.
Cheptegei murió después de sufrir quemaduras en el 80% de su cuerpo tras el ataque de Dickson Ndiema, quien la roció con gasolina en su vivienda en el condado de Trans-Nzoia, en el oeste de Kenia, el 3 de septiembre. Ndiema sufrió quemaduras en el 30% del cuerpo y murió más tarde a causa de sus heridas.
De acuerdo con un reporte presentado por el jefe local, la pareja discutió por un terreno que la deportista compró en Kenia.
El horrible ataque con gasolina conmocionó a muchos y reforzó los llamados a proteger a las corredoras que sufren explotación y abusos en el país del este de África.
El cadáver de Cheptegei fue devuelto a Uganda el viernes en un sombrío cortejo tras una marcha callejera con docenas de activistas en la ciudad de Eldoret, en el oeste de Kenia, que exigían el final de la violencia física contra las atletas.
Cheptegei, que tenía 33 años, es la cuarta deportista asesinada por su pareja en Kenia en un preocupante patrón de violencia de género en los últimos años. El alto índice de violencia contra las mujeres en el país ha provocado varias manifestaciones este año.
Las autoridades ugandesas han condenado el ataque y pudieron justicia para Cheptegei. La primera dama, Janet Museveni, que funge también como ministra de Educación y Deporte, describió el ataque como “profundamente preocupante”.
Don Rukare, presidente del Consejo Nacional de Deportes de Uganda, dijo en un comunicado en X que la agresión fue “un acto cobarde y sin sentido que ha provocado la pérdida de una gran deportista”
