Donald Trump dijo que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se comprometió a trabajar para abordar la frontera y el contrabando de fentanilo, problemas clave que han llevado al presidente estadounidense entrante a amenazar con aranceles masivos.
Trump, en una publicación en Truth Social el sábado, calificó su cena del viernes por la noche en su residencia de Mar-a-Lago en Florida como una “reunión muy productiva” y no mencionó su anterior amenaza de aranceles del 25 por ciento.
“Dejé muy en claro que Estados Unidos ya no se quedará de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos se convierten en víctimas del flagelo de esta epidemia de drogas, causada principalmente por los cárteles de la droga y el fentanilo que llega desde China”, dijo. “El Primer Ministro Trudeau se ha comprometido a trabajar con nosotros para poner fin a esta terrible devastación de las familias estadounidenses”.
Trudeau agradeció a Trump por la cena en una publicación en X, incluida una foto de los dos.
En la cena estuvieron presentes el secretario de Comercio entrante y jefe de Comercio, Howard Lutnick, el secretario del Interior entrante, Doug Burgum, y el asesor de Seguridad Nacional entrante, Michael Waltz. La delegación de Trudeau incluyó al ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, y a la jefa de Gabinete, Katie Telford.
Trump ha amenazado con imponer aranceles tanto a Canadá como a México y al mismo tiempo ha exigido acciones en la frontera.
Trudeau, hablando brevemente con la prensa al salir de su hotel en West Palm Beach el sábado, lo calificó de “una conversación excelente”.
La cena duró aproximadamente tres horas y se habló de comercio, seguridad fronteriza, fentanilo, Ucrania, la OTAN, los rompehielos del Ártico, China, proyectos de oleoductos y Oriente Medio, según dijeron funcionarios con conocimiento de la reunión, que la describieron como positiva.
Trump no dio ninguna indicación específica en la cena sobre si seguirá adelante con sus planes arancelarios, dijo un funcionario.
En un momento dado, Trump comenzó a elegir una lista de reproducción, ofreciendo dos versiones de Hallelujah de Leonard Cohen (un guiño a la delegación canadiense) y tocando otras canciones que eran habituales en sus mítines. Trump y Trudeau comieron bistec y puré de papá, mientras que otras opciones del menú incluían pastel de carne con una receta de Mary Trump, la difunta madre del presidente electo.
