Los habitantes de Criptolandia han estallado en celebraciones y alegres dimes y diretes después de que Donald Trump, el autodenominado “criptopresidente”, fuera elegido para volver a la Casa Blanca el miércoles por la mañana.
Bajo la administración demócrata encabezada por el presidente Joe Biden, las empresas de criptomonedas se han sentido perseguidas por los reguladores financieros estadounidenses, negándoles el acceso a servicios esenciales como la banca. La candidata presidencial demócrata Kamala Harris, actual vicepresidenta, fue vista por los criptofieles como cómplice por proximidad y probable replicadora de esta estrategia. Harris nunca declaró sus intenciones hacia la criptoindustria. Pero una victoria de Trump marca el comienzo de un “capítulo prometedor”, señalan.
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Los mercados registran reacciones destacadas: la expectativa de una política de desregulación podría beneficiar al área tecnológica impulsada por IA, servicios públicos y al sector financiero.
El cripto es el estandarte presidencial
“Estas elecciones han sido completamente existenciales para el cripto en EE UU. La primera respuesta es de alivio. Llevamos tiempo creando empresas con una mano atada a la espalda. No puedo explicar lo difícil que es”, afirma Nic Carter, socio general de la firma de capital de riesgo centrada en el activo digital Castle Island Ventures. Añade que bajo la administración de Trump se espera una recepción mucho más amigable por parte de los reguladores, así como una legislación que establezca reglas específicas para las empresas de criptomonedas.
No obstante, si el republicano incorporara el bitcoin al balance del Gobierno estadounidense, los defensores del activo especulan que podría avivar la demanda de bitcoin entre otras potencias mundiales, lo que inflaría aún más el precio; que subió a máximos históricos tras confirmarse la victoria de Trump. En definitiva, les llueve sobre mojado. “El simple cese de las hostilidades habría sido inmensamente positivo, pero conseguimos algo superior: un candidato abiertamente pro cripto. No podría ser mejor”, celebra Carter.
Algunas de las mayores empresas de cripto, entre ellas la criptobolsa Coinbase y el emisor de stablecoin Circle, insistieron durante todo el ciclo electoral de 2024 que el cripto no tenía por qué convertirse en una cuestión partidista. Cameron y Tyler Winklevoss, cofundadores de la plataforma de criptomonedas Gemini, donaron cada uno un millón de dólares a Trump, al igual que Jesse Powell, cofundador de la bolsa Kraken. Marc Andreessen y Ben Horowitz, cuya empresa de capital de riesgo, a16z, ha invertido miles de millones de dólares en compañías de criptomonedas, apoyaron públicamente la candidatura de Trump a la presidencia.
“La capital criptográfica del planeta”
“Estamos al borde de un nuevo Renacimiento Americano”, tuiteó Tyler Winklevoss en X, después de que quedara claro que Trump había vencido a Harris. Durante la campaña, Trump hizo todo lo posible por ganarse su simpatía. En julio, hablando ante miles de bitcoiners en una conferencia en Nashville, Tennessee, Trump cantó el himno de bitcoin, prometiendo consolidar la “principal potencia minera de bitcoin”, establecer una “reserva nacional de bitcoin” y nombrar un consejo asesor de bitcoin si era reelegido. Trump afirmó que convertiría a EE UU en la “capital criptográfica del planeta”.
En octubre, el expresidente llegó a lanzar su propia plataforma de criptomonedas, World Liberty Financial, que su familia comercializa como una forma de “hacer que las finanzas vuelvan a ser grandes”. La plataforma está configurada para proporcionar servicios de préstamos entre pares de algún tipo, aunque los Trump han proporcionado pocos detalles concretos. “Si tú fueras un votante de un solo tema que se preocupa por el crecimiento del dinero sólido a través de bitcoin, Trump era la opción más clara”, sugiere Peter McCormack, presentador del podcast What Bitcoin Did.
Andreessen Horowitz apuesta fuerte por las criptomonedas. Esta primavera, la empresa de capital de riesgo formó a una nueva camada de fundadores con la esperanza de demostrar que la tecnología sirve para algo más que estafas y especulación.
Un campo en el que Harris no ofrecía mucho
Por el contrario, la plataforma electoral de Harris para 2024 no incluía ninguna mención a las criptomonedas, y ella solo hizo una única referencia en un discurso ante donantes en la ciudad de Nueva York, según informó Bloomberg: “Fomentaremos tecnologías innovadoras como la IA y los activos digitales, al tiempo que protegeremos a los consumidores y a los inversores. Crearemos un entorno empresarial seguro con normas coherentes y transparentes”. La insinuación de “adoptar una postura pública sobre las criptomonedas” fue interpretada por los miembros del sector como una señal de que la presidencia de Harris representaría una continuación de los malos tiempos de Biden: “No vimos ninguna prueba de que fuera a moderar su postura en absoluto”, expresa Carter.
Los miembros de la industria de las criptomonedas que apoyan a los demócratas quedaron en una posición incómoda; aunque se alineaban con la política de Harris, era concebible que la victoria de Trump fuera un resultado más beneficioso para el sector. “Como criptoempresario, me entusiasma la perspectiva de un mercado alcista”, declara Jonathan Padilla, uno de los organizadores de Crypto4Harris, una coalición de miembros de la criptoindustria de tendencia izquierdista. “Para el cripto de forma aislada, Trump podría ser una subida de azúcar más rápida”, añade Padilla, incluso si el presidente pierde el interés más adelante.
