Categoria:

Trump, Netanyahu y Putin, líderes que están redefiniendo la política y el escenario global

Autor: Administrador

El 2024 cerró como un año de transición en función de dos variables que redefinieron la política internacional: el superaño electoral, que tuvo al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos como protagonista, y un aumento de la conflictividad sin precedentes, apenas comparable al escenario previo a la Segunda Guerra Mundial.

Este año, la mitad de la humanidad eligió representantes, desde Narendra Modi en la India, considerada la “mayor democracia del mundo”, hasta Claudia Sheinbaum, la primera presidenta electa de México. La lista de líderes más influyentes la integran no solo quienes accedieron al poder, sino aquellos que se mantuvieron (Xi Jinping), los que se aferraron a pesar de las denuncias de fraude (Nicolás Maduro) o los que están a punto de dejarlo (Joe Biden). Sin embargo, ninguno tuvo el impacto de Trump, que además de ganar los comicios fue el candidato republicano más votado a nivel federal, algo que no ocurría desde 2002.

Alineado a un nuevo modo de ser conservador, Trump se coronó como el protagonista de un escenario global sacudido por múltiples desafíos, incluidos cambios en la matriz productiva, la proliferación de la desinformación, la desigualdad, la polarización y la crisis climática. Pero también las guerras. La continuidad de los conflictos en Ucrania, Gaza, Sudán y Yemen, por citar algunos de los 56 enfrentamientos armados activos a nivel global, marcaron un pico de conflictividad que solo se remonta a las grandes guerras del siglo XX, según cifras del Instituto para la Economía y la Paz (IEP, en inglés).

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

“En 2024 las condiciones que preceden conflictos a gran escala fueron mayores”, indicó un reconocido think tank australiano, según el último informe del índice de paz global. Este escenario dejó al mundo la chispa de una nueva guerra de estas dimensiones. También puso a los líderes políticos bajo la lupa, en medio de amenazas nucleares y ataques hacia las instituciones multilaterales definidas en Bretton Woods, que garantizaron la paz entre las potencias desde 1944.

Uno por uno, los líderes que definieron la política global en 2024. En medio del contexto de máxima incertidumbre, el desempeño de los líderes más influyentes en la política internacional toma otra dimensión. Este año uno de los principales focos fue la guerra indirecta entre el Israel de Benjamin Netanyahu y la república islámica de Irán. Con el apoyo incondicional de Washington y Bruselas, el jefe de la coalición de gobierno israelí profundizó la ofensiva en los territorios ocupados y el sur del Líbano.

Sin embargo, a la presión interna por un acuerdo para liberar a los rehenes sumó un revés diplomático con la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional contra él y su exministro de Defensa Yoav Gallant, en el marco de la investigación de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Gaza.

La medida fue impulsada por el fiscal Karim Khan, luego de meses de recopilar pruebas y buscar asesoramiento con expertos, incluido el juez de la CPI y sobreviviente del Holocausto, Theodor Meron. La orden de captura, que fue la primera en dictarse contra un mandatario occidental, restringió los movimientos del primer ministro israelí ante el riesgo de ser encarcelado en alguno de los 124 países que componen el tribunal penal de la ONU, al igual que ocurrió con Vladimir Putin un año antes.

El presidente ruso, por su parte, fue reelecto a pesar de los rumores sobre su estado de salud y las denuncias por violaciones a los derechos humanos. En el medio lidió con las persistentes sanciones internacionales y la alianza militar con el líder norcoreano Kim Jong-un, que forma parte de los países que integran el “eje del caos” (según la perspectiva occidental). Mientras tanto, la sospechosa muerte del opositor encarcelado Alexei Navalny en febrero de este año volvió a poner bajo escrutinio la persecución política en Rusia,

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, probó con una contraofensiva en octubre, gracias al multimillonario e incondicional apoyo de Joe Biden y sus maniobras en el Congreso estadounidense. El presidente demócrata se empecinó en limpiar su legado después de la imagen que dejó durante la histórica campaña electoral en Estados Unidos, que tuvo del otro lado a un Donald Trump ungido tras dos intentos de asesinato y que supo capitalizar el descontento de una ciudadanía abatida moralmente por el recuerdo de la disparada inflacionaria de la pandemia.

Biden, de creciente impopularidad, fue presionado a declinar su candidatura después de que el debate con Trump despejara las dudas sobre su estado cognitivo. Sin mediar interna y contra reloj, el presidente demócrata eligió a Kamala Harris para encarar la que fue una remontada histórica que duró dos meses, pero que no fue suficiente para torcer a los indecisos. En una de sus últimas medidas de política exterior, Biden dio luz verde a Kiev para utilizar misiles de largo alcance estadounidenses en territorio ruso, lo que provocó una escalada luego de que el Kremlin modificara su doctrina nuclear ampliando la posibilidad del uso de las armas de este tipo.

En términos bélicos, Medio Oriente acaparó la atención mediática internacional en 2024, considerando que la guerra en Gaza tuvo un “fuerte impacto en la paz global”, según el IEP. En medio de la investigación de crímenes (incluido el genocidio), la proliferación de asentamientos en Cisjordania ocupada y la invasión del sur del Líbano, la región dejó otros dos acontecimientos de alto impacto en la política global.

Por un lado, la muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisi, en un accidente aéreo y un multitudinario funeral que sacudió al país persa. Y, por el otro, la histórica caída de Bashar al-Asad en Siria, un aliado que le permitía a Teherán conectar por tierra con Hezbollah, y a Moscú una base militar en la región más disputada del mundo.

La caída del exlíder alauita, también procesado por la CPI, ocurrió luego de que el grupo islamista liderado por Mohamed al-Jolani tomara Damasco, el 8 de diciembre. El derrocamiento del régimen abrió el camino hacia el final de una guerra civil que, a lo largo de 13 años, provocó un desastre económico y humanitario en Siria, con casi 5 millones de refugiados y 7 millones de desplazados, según cifras de Acnur.

Del efecto Trump a la maniobra de Xi Jinping. El tenso escenario de transición global que implicó este año estuvo marcado desde el inicio, tal como evidenció el foro político y empresarial de Davos en enero. En ese momento, varios aludieron a la paradoja de que, a pesar de que a nivel socioeconómico el mundo mejora, existe una suerte de pesimismo generalizado que se traduce en polarización y desconfianza. “Nos enfrentamos a un mundo fracturado y a crecientes divisiones sociales, que conducen a una incertidumbre”, describió Klaus Schwab, presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.

Estos cambios sociales, que encubren el impacto del avance de la tecnología y la IA en la fuerza laboral y en la desigualdad, se tradujeron en nuevas formas de hacer política. Una especie de “internacional reaccionaria”, según definió Juan Gabriel Tokatlian en una publicación de El Diplo, que recorre el mundo y encuentra terreno para asentarse. Además de Trump, este proceso tuvo otros protagonistas, como Elon Musk, flamante futuro funcionario de la Casa Blanca, pero también se vio con el avance de la extrema derecha nacionalista en Europa, con la italiana Georgia Meloni o el español Santiago Abascal como referentes de una tendencia divisiva que se tradujo en un discurso antiinmigración y una vuelta hacia “lo nacional”.

Pero más allá del plano ideológico asociado al trumpismo, el resultado electoral en Estados Unidos, que eligió al primer presidente condenado de la historia, sacudió el tablero político mundial. Especialmente en la región de Asia Pacífico, liderada por China, luego de que el republicano anticipara que aumentaría en un 10% los aranceles a las importaciones del gigante asiático en caso de ganar.

En tanto, el horizonte de una disputa comercial con Estados Unidos fue apenas uno de los desafíos que el mandatario Xi Jinping enfrentó este año. Se sumó a los coletazos que provocó la desaceleración de la que es la segunda economía del mundo, impulsando su liderazgo blando a través de alianzas comerciales, desde la plataforma de Brics y la Iniciativa de la Franja y de la Ruta.

En India, el principal competidor de Beijing para dirigir el Sur Global, se llevó a cabo un proceso electoral inédito que duró seis semanas, un desafío logístico donde 642 millones de personas votaron en el país, que superó a China como el más poblado del mundo. Narendra Modi, líder del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata, fue reelecto por un margen menor al esperado, lo que restringió el poder casi absoluto que había ostentado desde 2014.

La vuelta del nacionalismo y el “MAGA” de Javier Milei. De esta forma, 2024 fue un año en el que conceptos antiguos, como el nacionalismo, tomaron otra fuerza que no tenían al menos al nivel registrado en la Segunda Guerra, según notó el historiador británico Donald Sassoon. “En las últimas dos décadas, los usos del término han aumentado vertiginosamente, casi en paralelo con el creciente uso del término globalización”, reflexionó en el prólogo del libro Sobre el nacionalismo, de Eric Hobsbawm (Planeta, 2022).

Estados Unidos, la primera potencia militar, que sigue moviendo los hilos de la política mundial, ocurrió de la mano del movimiento MAGA (Make America Great Again o América Primero) de Trump. El magnate basó su campaña en promesas proteccionistas y la construcción de un muro con México para frenar la inmigración, un tema que lo enfrentó a la flamante presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, antes de haber asumido la presidencia.

Paralelamente, con el regreso de Trump hubo otro concepto acogido por la opinión pública global: la antiglobalización, una suerte de reacción al globalismo. Uno de sus exponentes es precisamente un admirador del presidente electo estadounidense: Javier Milei.

Con su estilo disruptivo, el presidente argentino exportó su “batalla cultural” contra el progresismo (woke) al mundo, un proceso del que ni siquiera se salvó la ONU, a la que acusó de “tener una agenda socialista”. El giro diplomático de Milei, considerado una de las cien personas más influyentes al año según la revista Time, provocó malestar en la región, sumado al intercambio de insultos con líderes como el brasileño Lula da Silva o el colombiano Gustavo Petro. Especialmente por haber retirado a Argentina del Pacto del Futuro y haber votado en contra de resoluciones respecto a los derechos de las mujeres y niñas o de los pueblos originarios.

Pero el avance de este movimiento conservador reaccionario, representado por figuras como Milei y Trump, quedó cristalizado este año a través del auge de la Conferencia de Política Acción Conservadora (CPAC) a nivel internacional. El foro conservador más antiguo del país norteamericano cerró su último encuentro –y por primera vez– en Buenos Aires. La legitimidad que alcanzó, en tanto, forma parte de uno de los cambios del liderazgo global que dejó 2024, un año de transición que abre un escenario incierto en función de un sistema en el que las viejas reglas y creencias no alcanzan para responder a los desafíos del siglo XXI.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también
un-muro-habitado-en-torno-al-patio.-casa-cortijo-urbano-por-jose-manuel-martinez-rodriguez
Inmigración

Un muro habitado en torno al patio. Casa-cortijo urbano por José Manuel Martínez Rodríguez

La vivienda proyectada por José Manuel Martínez Rodríguez plantea un giro sobre la solución habitual de vivienda unifamiliar en pequeñas parcelas, de manera que lo general y lo particular tengan la misma importancia, siguiendo una única idea espacial que condiciona la organización funcional, formal y constructiva: el patio. El proyecto se desarrolla mediante una estructura

Leer Más >>

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico