A falta de muy poco para las elecciones en Estados Unidos, cada uno de los aspirantes a la presidencia busca seducir a sus fieles seguidores mediante diversas propuestas. En ese sentido, Donald Trump reveló en Wilmington, Carolina del Norte, su intención de impulsar una legislación para eliminar las ciudades santuario si logra ser reelegido.
Durante un mitin de campaña, el dirigente político detalló su plan para aumentar la aplicación de la ley federal en estas jurisdicciones que, según él, albergan a inmigrantes indocumentados. En su discurso, Trump declaró: “Hoy estoy anunciando un nuevo plan para acabar con todas las ciudades santuario en Carolina del Norte y en todo nuestro país. No más ciudades santuario”, inició su descargo. Esta afirmación resuena con su enfoque anterior hacia la inmigración, un tema que siempre tuvo un importante espacio en su agenda.
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A la hora de dar un detalle más minucioso de su búsqueda, explicó que al asumir el cargo nuevamente, buscaría aumentar la colaboración entre las autoridades locales y federales en materia de inmigración. Señaló que su administración se enfocaría en la detención de extranjeros con antecedentes criminales, así como en la captura de miembros de pandillas y otros delincuentes. “Cazaremos, capturaremos a cada miembro de pandillas, traficante de drogas, violador, asesino y criminal inmigrante que esté siendo albergado ilegalmente”, añadió.
Además, el expresidente mencionó su intención de solicitar al Congreso la aprobación de una ley que prohíba las ciudades santuario en todo el país. “Aplicaremos todo el peso del Gobierno federal en cualquier jurisdicción que se niegue a cooperar con ICE y nuestra gran Patrulla Fronteriza”, afirmó.
El candidato a presidente, otra vez en el centro de la escena
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A qué se refiere con “ciudad santuario”
El término hace enfoque a las jurisdicciones que implementan políticas para limitar la cooperación con las autoridades federales de inmigración. Estas políticas pueden incluir la restricción de la colaboración en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados.
Trump criticó frecuentemente a las ciudades santuario durante su presidencia, argumentando que estas políticas ponen en riesgo la seguridad pública. En sus discursos sostuvo que estas jurisdicciones permiten que criminales indocumentados operen sin temor a ser deportados.
En un intento anterior por desfinanciar a estas ciudades, Trump emitió una orden ejecutiva que buscaba limitar los fondos federales destinados a ellas. Sin embargo, esta acción fue bloqueada por un tribunal federal, lo que limitó su capacidad de implementar cambios inmediatos.
La propuesta de Trump refleja su postura dura sobre la inmigración, un tema que utilizó para movilizar a su base de apoyo. Durante su mandato, el enfoque hacia las políticas de inmigración se centró en la construcción de un muro en la frontera con México y en la implementación de medidas más estrictas contra la inmigración ilegal.
Mientras se acerca la campaña electoral, Trump busca reafirmar su compromiso con la seguridad fronteriza y la ley, elementos que resonaron fuertemente entre sus seguidores. Su reciente anuncio en Carolina del Norte se suma a una serie de promesas de políticas migratorias que espera atraer a votantes preocupados por la inmigración.
En el contexto actual, las ciudades santuario continúan siendo un tema divisivo en el debate político de Estados Unidos. Algunos argumentan que estas políticas son necesarias para proteger a las comunidades inmigrantes, mientras que otros sostienen que ponen en riesgo la seguridad pública.
