En un mensaje emitido el lunes por la noche, el presidente electo Donald Trump criticó a México y Canadá, acusándolos de permitir la entrada de miles inmigrantes ilegales a Estados Unidos.
La retórica antiinmigratoria de Donald Trump
Reiterando un tema recurrente de su campaña y de su primer mandato, Trump calificó las fronteras del país como inseguras y vinculó a los inmigrantes con el aumento del crimen y la crisis del fentanilo. En una declaración que podría generar serias consecuencias, amenazó con aplicar aranceles del 25% a todas las importaciones provenientes de esos dos países.
La retórica antiinmigratoria de Trump ha encontrado eco entre los votantes preocupados por temas como inmigración y delincuencia. Sin embargo, su breve declaración deja entrever una situación más compleja.
El flujo de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México es una métrica crucial monitoreada tanto por republicanos como por demócratas.
Los datos sobre la inmigración ilegal en EE.UU.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), parte del Departamento de Seguridad Nacional, publica mensualmente datos sobre temas como incautaciones de drogas y comercio transfronterizo. Entre sus indicadores clave están los arrestos o encuentros realizados por la Patrulla Fronteriza con personas que cruzan entre puntos oficiales, conocidos como puertos de entrada.
La mayoría de estos arrestos tienen lugar en la frontera sur. Las cifras, sin embargo, han disminuido este año bajo la administración Biden. En octubre, la Patrulla Fronteriza realizó 56,530 arrestos, el nivel más bajo en casi cuatro años.
Esto contrasta con períodos anteriores. Durante los primeros años del gobierno de Biden, los números alcanzaron picos históricos, como los cerca de 250,000 arrestos en diciembre de 2023. Este incremento afectó el comercio transfronterizo, ya que agentes fueron reasignados para procesar migrantes y hubo interrupciones temporales en el tráfico ferroviario.
Las acusaciones de los republicanos contra Joe Biden
Desde entonces, los cruces han disminuido, gracias a medidas más estrictas en México y nuevas restricciones de asilo implementadas por Biden a principios de este año.
Los republicanos han cuestionado estas cifras, argumentando que la administración Biden utiliza la aplicación CBP One para permitir la entrada de cientos de miles de personas que de otro modo no podrían hacerlo. Este programa permite que 1,450 personas al día agenden una cita para ingresar al país, lo que describen como un intento de mantener artificialmente bajos los números de encuentros fronterizos.
En la frontera norte, las cifras son considerablemente menores. Entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, se registraron 23,721 arrestos, comparados con 10,021 en los 12 meses anteriores.
Durante la administración Trump, también se enfrentaron desafíos para controlar los cruces ilegales. En 2019, los arrestos superaron los 850,000, casi tres veces más que dos años antes, aunque por debajo de los más de 2 millones registrados en dos ocasiones bajo Biden.
El dilema de la frontera sur
Trump y muchos republicanos suelen describir la frontera sur como un canal abierto para el contrabando de drogas, vinculando a los inmigrantes con el tráfico de estupefacientes y acusando a México de no hacer lo suficiente para detenerlo.
El fentanilo, en su mayoría, se contrabandea desde México.
El problema relacionado con esta droga comenzó mucho antes de que Biden asumiera el cargo. Las incautaciones han crecido drásticamente bajo su administración, lo que podría deberse a mejoras en la detección. En el año fiscal 2023, las autoridades estadounidenses confiscaron alrededor de 27,000 libras (12,247 kilogramos) de fentanilo, comparadas con las 2,545 libras (1,154 kilogramos) incautadas en 2019, bajo Trump.
La cooperación entre EE.UU. y México frente a la inmigración
La cooperación entre Estados Unidos y México en la lucha contra el tráfico de drogas se debilitó durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador. Antes de que asumiera el cargo en 2018, Estados Unidos colaboraba estrechamente con las fuerzas armadas mexicanas para combatir a los cárteles.
López Obrador, un líder populista, criticó la violencia generada por la guerra contra las drogas y promovió un enfoque centrado en causas sociales, conocido como “abrazos, no balazos”. Durante años negó que México produjera fentanilo, a pesar de las evidencias, e incluso culpó a la sociedad estadounidense por la demanda de esta droga.
Con la llegada al poder de Claudia Sheinbaum hace dos meses, parece haber mayor disposición a que los militares actúen contra los cárteles.
¿Quién contrabandea fentanilo en EE.UU?
A pesar de que la mayor parte del fentanilo proviene de México, las estadísticas muestran que son ciudadanos estadounidenses quienes suelen contrabandearlo. Según la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, el 86.4% de las personas condenadas por tráfico de fentanilo en el último año fiscal eran estadounidenses.
Trump también ha sostenido que la inmigración incrementa la criminalidad, aunque las estadísticas muestran que los delitos violentos están en declive.
Texas es el único estado que registra delitos según el estatus migratorio. Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias, basado en datos de Texas entre 2012 y 2016, concluyó que las personas en Estados Unidos de forma ilegal tienen “tasas de delincuencia sustancialmente más bajas que los ciudadanos nativos y los inmigrantes legales en una variedad de delitos graves”.
Aunque las estadísticas del FBI no desglosan los delitos según el estatus migratorio, tampoco hay evidencia que respalde un aumento en los crímenes cometidos por inmigrantes, ya sea en la frontera sur o en ciudades con alta afluencia de migrantes como Nueva York. Los estudios indican que quienes residen ilegalmente en el país tienen menos probabilidades de ser arrestados por delitos violentos, de drogas o contra la propiedad.
Algunos delitos ocurren inevitablemente, dada la gran población de inmigrantes. Según estimaciones del Departamento de Seguridad Nacional, en enero de 2022 había aproximadamente 11 millones de personas en el país sin documentos. La población nacida en el extranjero ascendía a 46.2 millones, casi el 14% del total, según la Oficina del Censo en 2022. Muchos estados han experimentado incrementos de dos dígitos en las últimas décadas.
Los republicanos suelen destacar casos de alto perfil, como el asesinato de Laken Riley en Georgia, para argumentar que cualquier crimen cometido por una persona sin documentos es un delito que podría haberse evitado.
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