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Traumatología deportiva, medicina regenerativa y terapias biológicas en Instituto Gastaldi | Las Provincias

Autor: Suplementos

Martes, 22 de octubre 2024

La lesión en un deportista de élite puede suponer un bache duro en su carrera deportiva, especialmente si se trata de los cruzados, la lesión más temida por los futbolistas debido a que suele marcar un antes y un después por su fragilidad. 

El ligamento cruzado anterior juega un papel primordial en el mantenimiento de la estabilidad de la rodilla, preservando la integridad tanto de los meniscos como del cartílago articular. Las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) derivan de un golpeo o simplemente de los tacos clavados en la hierba.  Existen factores que influyen, como las variables anatómicas, el componente hormonal o el cansancio, que pueden estar detrás de todo ello. La gran cantidad de minutos durante toda la temporada afecta gravemente a la rodilla. En la mayoría de pacientes jóvenes y deportistas, se recomienda la reconstrucción quirúrgica, ya que existe una probabilidad altísima de sufrir lesiones secundarias por la movilidad anómala de la rodilla sin LCA en pacientes que sigan practicando actividades deportivas en las que exista rotación de la rodilla. 

Desde su Instituto en Valencia, el prestigioso Dr. Gastaldi responde a dos de los temas más relevantes en la actualidad, como la Lesión del Ligamento Cruzado en los deportistas, y también detalla cómo la Medicina Regenerativa y las Terapias Biológicas se han convertido en la clave para el tratamiento de múltiples lesiones, siendo muy eficaces en otro tema crucial como la artrosis:

Mi padre fue el primer especialista en Medicina Deportiva de Valencia. Fue un gran deportista y un cirujano exquisito. Me enseñó el camino. Fundó el Instituto Universitario y atendía a estudiantes y atletas. Por su consulta pasaban los deportistas más destacados.  Comencé a ayudarle en el quirófano cuando tenía 17 años, lo que hace que lleve cincuenta años operando. Estudié Medicina en la Universidad de Valencia. Me gustaba la cirugía y tuve clara mi vocación hacia la traumatología gracias al contacto con las lesiones deportivas. Durante mi formación como especialista en el Servicio de Traumatología del Hospital Clínico, vi claro que el futuro de la cirugía de rodilla que afectaba a tantos deportistas estaba en la artroscopia. Fui pionero con esta técnica en Valencia. He sido consultor de traumatología del Valencia CF, Villarreal CF y muchos más, Jefe Médico del Circuito de Velocidad «Ricardo Tormo». Siempre me gustó la docencia: soy profesor emérito de la Universidad CEU «Cardenal Herrera». Fundé la Instituto Gastaldi, que llevaba el nombre de mi padre, de la que me desvinculé para fundar el Instituto de Traumatología Dr. Gastaldi Orquín, un proyecto personal de mayor trascendencia que se ubica en el Hospital La Salud. 

Compaginamos experiencia y juventud con el deseo de transmitir conocimientos que mejoren la calidad de nuestra asistencia en beneficio de la salud de nuestros pacientes.

-¿Cuáles son los principales y más demandados tratamientos que ofrece en la actualidad? 

-La mayoría de nuestros pacientes acuden por dos motivos principales. En primer lugar, las lesiones traumáticas asociadas a la actividad deportiva, que afectan en mayor medida a la rodilla, como los meniscos y los ligamentos. En segundo lugar, las patologías degenerativas, siendo la artrosis de cadera y rodilla las más comunes.

Es por ello que somos expertos en técnicas de cirugía artroscópica (rodilla, hombro, cadera, tobillo) y en técnicas de reconstrucción y reemplazo articular (prótesis de cadera, rodilla, etc.).  Otra técnica muy demandada es la cirugía percutánea del antepié que permite corregir deformidades como los conocidos juanetes, dedos en garra o martillo de manera muy poco agresiva. Pero uno de los proyectos que más me entusiasman es la medicina biológica o regenerativa, en la que llevo trabajando más de veinte años: factores de crecimiento o células madre.  Todo bien apoyado con aplicaciones de técnicas de ultrasonidos para localizar y tratar lesiones: tendinopatías, calcificaciones de hombro, etc. Completamos con una unidad de nutrición y otra de valoración de daño corporal.

-Háblenos de cómo ha evolucionado la Cirugía del Ligamento Cruzado y los tratamientos, ya que a día de hoy es un tema de máxima actualidad debido a las continuas lesiones de deportistas de alto nivel. ¿A qué puede deberse dicho aumento? ¿Cuáles son las probabilidades de recuperación al 100%? ¿Existe algún tipo de prevención para evitar las lesiones de este tipo?

-Cuando empecé a operar ayudando a mi padre a los 17 años, las operaciones de meniscos se realizaban bajo anestesia general con una incisión en la rodilla que implicaba la resección casi total del menisco (lo que hoy llamamos «menisquicidio»), seguido de una inmovilización con férula de yeso y una hospitalización de casi una semana. Imaginad cómo era la cirugía de los ligamentos. Cirugía abierta, los conceptos de isometría y fijación estaban en mantillas. Y una inmovilización de seis semanas con las secuelas de atrofia muscular y rigideces. Recuerdo que cuando el Profesor Gomar nos mostró el artroscopio alrededor de 1982-83, entendí que era el futuro de la cirugía de rodilla: tratar lesiones meniscales a través de pequeñas incisiones, resecar o suturar el menisco, y dar el alta el mismo día. Fue un cambio radical. Luego, la técnica se aplicó a otras articulaciones, como el hombro, el tobillo y la cadera. La artroscopia es uno de los tres grandes avances de nuestra especialidad, junto con la osteosíntesis y la cirugía protésica. La lesión del LCA tiene una gran trascendencia en la vida de un deportista. Por un lado, está el tiempo de recuperación y por otro, el temor a la recaída.

Cuando se rompe el ligamento cruzado no puede coserse, no cicatriza y debe ser reconstruido con un tendón que hace de ligamento. Se utilizaron ligamentos artificiales en un intento de mayor resistencia y menor recuperación: un fracaso. Como la naturaleza, no hay nada. Actualmente utilizamos tendones biológicos del propio paciente (isquiotibiales o tendón rotuliano/cuadricipital) o tendones de trasplante. Otros aspectos que han mejorado son las técnicas de fijación o sujeción de los implantes y las de rehabilitación precoz. Esto mejora los resultados, pero se trata de un proceso biológico que debemos respetar.

Yo les advierto a los lesionados que «si te has roto lo que Dios te ha dado, te puedes romper lo que yo te ponga».

Por este motivo, hemos realizado un estudio sobre los factores de riesgo en la cirugía del LCA que es el tema de la Tesis Doctoral de la Dra. Gastaldi Llorens. Cómo podemos prevenir o tratar esos factores para mejorar el pronóstico de la cirugía y su mejor recuperación. Porque el porcentaje de recuperación al mismo nivel deportivo, tras la cirugía, es de un 80% en los mejores centros.

Es por ello que el mejor tratamiento es la prevención. Existen programas de preparación y de rehabilitación encaminados a mejorar los estímulos neuromusculares. Aun así, se producen estos accidentes propios de la actividad y el gesto deportivo: frenada, cambio brusco de dirección, mala caída en un salto, etc.

Por otro lado, la competición es cada vez más exigente, los gestos deportivos más intensos y aquí es donde interviene la fatiga muscular. La falta de control neuromuscular incrementa el riesgo de lesión. Un tema a tener en cuenta por el número y frecuencia de actividad.

-En otro orden de cosas, explíquenos brevemente en qué consiste la Medicina Regenerativa y las Terapias Biológicas (plasma, células madre) y en qué casos es conveniente su uso. 

-La medicina biológica utiliza elementos o sustancias del propio organismo para tratar lesiones o enfermedades. Comencé con la utilización de plasma rico en plaquetas. Se extrae la sangre, se centrifuga y se utiliza el suero rico en plaquetas. Las plaquetas contienen unas proteínas que se llaman factores de crecimiento que estimulan la proliferación y regeneración celular. Su aplicación es muy importante en lesiones deportivas: tendones, músculo, ligamentos. Y tiene una importante función en el tratamiento de la artrosis por su poder antiinflamatorio. Es un procedimiento que se realiza en consulta. Las células madre o mesenquimales son un escalón superior. Se obtienen de la médula ósea o del tejido graso. Es un procedimiento que se realiza en el quirófano habitualmente.

El objetivo es mejorar o favorecer la reparación; pero el cartílago no se regenera. Buscamos una mejora de la sintomatología y aplazar posibles operaciones; pero debemos individualizar porque a veces no conviene demorar una cirugía por el bien del paciente.

A nivel de pacientes, creo que tenemos un amplio espectro, porque las lesiones del aparato locomotor afectan a toda la población en general. Desde los jóvenes y menos jóvenes que padecen lesiones deportivas, hasta las personas más mayores y menos mayores con problemas degenerativos. Lo importante es intentar individualizar y prescribir el tratamiento más adecuado en cada caso, porque cada persona es diferente. Es lo que conocemos como medicina de precisión.

Actualmente creo que vivo un momento «dulce»: por la experiencia acumulada durante cincuenta años, por el apoyo de mi gente, por la ilusión de intentar hacer las cosas cada vez mejor y el deseo de transmitir unos conocimientos para aprovechamiento de los que me siguen.

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