Claudia C./Aviación Digital, Sp.- Por un momento, el 2024 YR4 encendió las alarmas: un asteroide clasificado entre las amenazas más cercanas a nuestro planeta. Aunque su riesgo de impacto en 2032 ha disminuido, su órbita errática mantiene en vilo a los científicos. Pero no es el único. En las profundidades del espacio, el colosal 887 Alinda, de 4 kilómetros de diámetro, sigue una trayectoria que lo acerca periódicamente a la Tierra. No hay peligro inmediato, pero su potencial destructivo es innegable. Dos cuerpos, dos advertencias, y una pregunta inquietante: ¿cuánto tiempo más jugaremos a la ruleta cósmica?
La atención sobre la trayectoria y comportamiento de los asteroides 2024 YR4 y 887 Alina incrementó porque aunque no hay riesgo, si se acercarán ☄️https://t.co/Ji8hvDgVUF
— ecoosfera (@ecoosfera) March 24, 2025
El asteroide 2024 YR4: un riesgo que se disipa… por ahora
El asteroide 2024 YR4, con un diámetro que varía entre 40 y 90 metros, captó la atención mundial cuando se reveló que tenía un factor de riesgo de impacto del 3,1% para diciembre de 2032. Esta cifra lo convirtió en el objeto más peligroso observado desde que la NASA inició la clasificación de riesgos en 2014. Sin embargo, en solo una semana, este porcentaje se redujo a un asombroso 0,0017%, disipando las preocupaciones inmediatas de una posible colisión.
Este descenso en la probabilidad de impacto se debió a una reevaluación más precisa de la órbita del asteroide, que se ha mostrado más estable de lo que inicialmente se pensó. Sin embargo, su naturaleza como asteroide resonante lo convierte en un objeto que podría seguir acercándose a la Tierra en el futuro. Los asteroides resonantes, como el YR4, son aquellos que, debido a la influencia gravitacional de Júpiter, siguen una trayectoria que los acerca periódicamente al planeta. Aunque por ahora la amenaza está controlada, no se puede descartar que en futuras aproximaciones su órbita lo coloque nuevamente en un curso de colisión.
Asteroide 2024 YR4: La roca espacial que mantiene en vilo a los científicoshttps://t.co/XpLnrFha7K pic.twitter.com/nDlPPrMDh9
— OVACIONES (@ovaciones) March 25, 2025
La amenaza de los asteroides resonantes: un peligro silencioso
La peculiaridad de los asteroides resonantes radica en que su órbita está influenciada por la atracción gravitacional de Júpiter, el gigante gaseoso del sistema solar. Este planeta, debido a su enorme masa, altera las trayectorias de estos asteroides, lo que aumenta la posibilidad de que, en algún momento, uno de ellos impacte contra la Tierra. Aunque el YR4 no representa un peligro inmediato, los científicos no descartan que en un futuro lejano pueda haber un ajuste en su órbita que lo lleve a un curso de colisión más directo con nuestro planeta.
Además del YR4, otro asteroide resonante que ha llamado la atención es el 887 Alinda, un objeto mucho más grande, con un diámetro de 2.5 millas (alrededor de 4 kilómetros). Aunque actualmente no se encuentra en una trayectoria de impacto, un asteroide de este tamaño podría provocar un evento de extinción global si su órbita se alineara con la de la Tierra.
887 Alinda: el gigante cósmico que acecha en la oscuridad
En las profundidades del espacio, una roca colosal de 4 kilómetros de diámetro, conocida como 887 Alinda, sigue una órbita que la acerca periódicamente a la Tierra. Aunque actualmente no representa una amenaza inminente, su tamaño y trayectoria han captado la atención de astrónomos y expertos en defensa planetaria.
887 Alinda pertenece al grupo de asteroides que mantienen una resonancia orbital con Júpiter, completando tres órbitas alrededor del Sol por cada una de Júpiter. Esta relación gravitacional ha moldeado su trayectoria a lo largo del tiempo, llevándolo a cruzar periódicamente la órbita terrestre.

El 8 de enero de 2025, 887 Alinda realizó su aproximación más cercana a la Tierra en décadas, situándose a 12.3 millones de kilómetros (aproximadamente 32 veces la distancia entre la Tierra y la Luna).
A pesar de su tamaño imponente y su órbita que lo acerca a nuestro planeta, las simulaciones actuales indican que Alinda no representa una amenaza de impacto en el futuro cercano. Sin embargo, si llegara a colisionar con la Tierra, las consecuencias serían catastróficas, comparables a los impactos que han causado extinciones masivas en el pasado.
Otros asteroides bajo vigilancia
Aunque el YR4 y el 887 Alinda son los asteroides más conocidos en este momento, no son los únicos que podrían representar una amenaza. Existen aproximadamente 2,500 asteroides potencialmente peligrosos que se aproximan a la Tierra en sus órbitas, con tamaños superiores a 140 metros de diámetro.
Uno de estos asteroides es el 2014 TN17, que pasó cerca de la Tierra en marzo de 2025. Aunque en esta ocasión no hubo riesgo de impacto, este asteroide, con un diámetro de 540 pies (alrededor de 165 metros), es lo suficientemente grande como para destruir una ciudad completa si llegara a colisionar con el planeta.
#20Feb 🌎 | 🚀 2024 YR4 supera a Apophis como el asteroide con mayor probabilidad de impacto contra la Tierra https://t.co/IYauIZlvSo
— El Cooperante (@El_Cooperante) February 21, 2025
A pesar de la falta de amenazas inminentes, el monitoreo constante de estos objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) sigue siendo crucial. En 2029, por ejemplo, el asteroide Apophis, apodado el «dios del caos», pasará más cerca de la Tierra que algunos satélites en órbita, lo que ha aumentado su notoriedad en los medios. Aunque su impacto en 2029 está descartado, su acercamiento plantea preguntas sobre la vulnerabilidad de la Tierra a objetos de gran tamaño.
¿Cómo mitigar el riesgo?
La comunidad científica ha avanzado significativamente en la detección y monitoreo de asteroides. La NASA y otras agencias espaciales han implementado programas para identificar y seguir los NEOs, lo que ha permitido reducir el riesgo de sorpresas catastróficas.
#TecnologíaEspacial | La Agencia Espacial Europea seleccionó el primer CubeSat que acompañará a su futura misión Ramses, diseñada para estudiar el asteroide Apophis. https://t.co/oL16AP50qn
— Latam Satelital (@LatamSatelital) March 5, 2025
Uno de los avances más prometedores es la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que en 2022 impactó exitosamente contra el asteroide Didymos y su luna, Dimorphos, con el objetivo de cambiar su trayectoria. Este tipo de pruebas son fundamentales para determinar si es posible alterar la trayectoria de un asteroide en caso de que se detecte una amenaza inminente.
Aunque las probabilidades de una catástrofe cósmica inmediata sean bajas, el riesgo de impacto nunca desaparece por completo. La clave está en la vigilancia constante y el desarrollo de tecnologías que nos permitan detectar, desviar o mitigar los efectos de los asteroides antes de que representen una amenaza real.
La amenaza de los asteroides sigue siendo una de las mayores preocupaciones para la humanidad, y aunque por ahora no hay señales de una catástrofe inminente, el estudio de estos objetos y la preparación ante futuros riesgos continúa siendo un desafío científico y técnico de primer orden.