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Toda relación entre un jefe de equipo y un piloto sufre sus altibajos, especialmente cuando el otro de los pilotos es el que logra ganar el mundial. Esto es lo que ocurrió durante la temporada 2016 entre Toto Wolff y Lewis Hamilton, un año en el que estaba todo abierto hasta un fallo de motor del británico en el GP de Malasia.
Semanas sin hablarse
Esto hizo que el alemán fuera el que consiguiera su primer campeonato en la categoría reina, y lo más importante para Lewis Hamilton, le había arrebatado el mundial. Esto provocó que hasta el propio británico acusara al equipo de ser el culpable por ese fallo de motor que le hizo perder muchos puntos en el mundial.
Además, el propio Toto Wolff, admite que una vez terminado el mundial, no fue fácil sobrellevar la relación con Lewis Hamilton, con quien llegó a no hablarse durante varias semanas hasta que el jefe austriaco dio un paso adelante. Esto se suma a una relación que a día de hoy también está fría por la decisión del piloto para irse a uno de los máximos rivales, Ferrari, a partir de la temporada 2025.
“Hubo un momento en el que vivimos un 2016 realmente difícil después de que Nico ganara Durante el campeonato. No nos hablamos durante algunas semanas. Luego vino a mi casa porque le dije que necesitábamos hablar”, decía el jefe de Mercedes.
“Pasamos muchas horas y salimos de esta discusión. Fue antes de la fiesta de Navidad y lo que le dije fue que no podemos dejar de hablarnos”, prosiguió.
“Si hay algo que nos molesta sólo tienes que coger el teléfono y decírmelo. Esa fue la base de nuestra relación, amistad y relación en los años venideros”, concluyó Toto Wolff.
Es así como el jefe de Mercedes ha querido explicar su relación con Lewis Hamilton durante la temporada 2016 y a lo largo de los años.