“Toma las riendas de tu salud” es un proyecto que, sin yo saberlo, llevaba gestándose 15 años. Es fruto de lo trabajado, estudiado y vivido durante toda mi carrera. La medicina integrativa dio un giro rotundo a mi vida porque empecé a conectar con mi cuerpo y a encontrar soluciones reales de bienestar. Sin duda, esto es lo que deseaba para todos mis pacientes y me puse a estudiar para ello.
La nutrición es mucho más que alimentación, es emoción, raíces, cultura, sentimientos, disfrute, lenguaje… es humanidad. Los pacientes te lo enseñan cada día y te das cuenta de que todos necesitamos cosas diferentes, no hay una única dieta para todos ni un mensaje que cale universalmente. Por eso me propuse escribir este libro, para acompañar a las personas a conectar con su realidad y con su cuerpo.
Lo he escrito mientras estaba embarazada y con un hijo de dos años, tenía los sentimientos a flor de piel y muchas preguntas sin resolver. Creo que esta sensibilidad ha sido la que me ha llevado a proponer al lector un viaje metafórico por su cuerpo, buscando comprender qué está pasando en su interior. Esta búsqueda ha sido el hilo conductor de mi carrera y con hijos, se ha convertido en el motor de vida. Cuando mi hijo tiene un síntoma, busco soluciones que van más allá de la pastilla, como lo hago conmigo misma y con mis pacientes.
Parece que el conocimiento de nuestra naturaleza solo es potestad de los médicos y, sin embargo, todos sabemos mucho más de nuestro cuerpo de lo que pensamos. Solo tenemos que escucharlo activamente, de esto hablo mucho en mi libro, de cómo comprender las señales que el cuerpo nos da antes de enfermar y cómo actuar. Con un tono entusiasta, te digo que la prevención es posible y está en tu mano.
Si comienzas a tener síntomas que perduran o vuelven una y otra vez, como estar cansados, hinchados, con dolores persistentes, con malas digestiones, con problemas de piel sin resolver, etc. es el momento de empezar a hacerse preguntas. La alimentación, el descanso, la actividad física, el estrés y el entorno en el que vives está lleno de respuestas y soluciones a nuestros problemas.
En mi libro trazo una hoja de ruta clara: entender tu contexto personal, saber cómo te afecta internamente y tener herramientas realistas para actuar. El cambio de hábitos es difícil y solo se consigue cuándo encontramos un sentido a lo que hacemos y nos mejora la vida.
A veces nos preguntamos si acudir a un nutricionista o tomar suplementos nutricionales tiene algún sentido, ¿Por qué hacerlo si nunca fue necesario? Animo a que simplemente observes el ritmo de vida que llevas ¿En qué lugar te pones tú? ¿Eres tu prioridad? ¿Qué atención das a tus rutinas y a tu salud? Una guía nutricional y unos suplementos, bien personalizados, pueden ser claves para afrontar y lidiar con esa vida que, en ocasiones, nos aleja de la salud.
No me gusta dar consejos generalistas, ni asumir que lo que propongo valdrá para todo el mundo, tampoco creo en las dietas ni en las prohibiciones y mucho menos en predicar desde el miedo. Creo que cada persona tiene un camino y mi libro es un buen compañero para tu camino porque vas a entender muchas cosas de ti mismo. Animo a que la lectura sea pausada y atenta y con una mirada inquieta y escéptica. No hay que creerse las cosas, hay que entenderlas.
El ayuno intermitente, la dieta antiinflamatoria, los snacks de movimiento, la cronodisrupción, el inflammaging, los estímulos horméticos, etc. son palabras complicadas que triunfan en las redes sociales y que, sin embargo, nos hablan de necesidades e instintos básicos del ser humano. Quiero bajarlas a tierra para que entendamos que no hay tanto misterio. Comer, dormir y movernos es algo básico que necesitamos todos.
Nuestro cuerpo está diseñado para sobrevivir en entornos más hostiles y le tenemos totalmente acomodado o “atontado”. Lo que llamamos el “estado del bienestar”puede jugarnos una mala pasada si no comprendemos mejor de donde venimos y hacia donde vamos. Venimos de un diseño evolutivo extraordinario y vamos hacia una larga longevidad. Estamos diseñados para la salud, no para la enfermedad, es cuestión de aprender a cuidarse.
También es importante que entendamos que cada pequeña mejora cuenta, no se trata de cambiar toda nuestra vida ni agobiar con esta idea. No es realista ni necesario, sé trata de tomar conciencia de las pequeñas mejoras que puedo hacer en mi día a día y empoderarme en este cambio. Esto te aporta fuerza mental y física.
Cada día veo pacientes que vienen a la consulta con ganas de cuidarse y de quererse, es un trabajo bonito y enriquecedor. Mi obsesión siempre ha sido ayudarles a entender, quiero acompañar un tiempo, ayudar y que finalmente quede una semilla con todo su potencial, que florezca sola y tenga unas raíces fuertes para el resto de su vida.
Este libro es fruto de esa obsesión, de esa visión integrativa, intuitiva e incluso creativa de nuestras capacidades humanas. La creación de nuestro propio entorno saludable es bonito y enriquecedor, os animo a buscarlo.
Como experiencia personal, escribir un libro ha sido un proyecto complejo y duro. Uno no deja de trabajar en la consulta ni de atender a su familia para escribir, tenía que encajar la escritura en un contexto temporal complicado. Pero me ha servido para reorganizar muchas cosas en mi vida fruto de la reflexión de mi propia escritura. Este ejercicio de autoconocimiento y autocrítica lo he sentido fundamental para poder aportar soluciones desde una visión más empática y cercana. Espero haberlo conseguido.
