Hacer ejercicio es fundamental para un estilo de vida saludable y balanceado, incluso si hace mucho frío. De hecho, nos atrevemos a decir que más bien, hacer ejercicio es fundamental, sobre todo cuando hace mucho frío. Después de todo, ¿no es la época navideña aquella en la que más descuidamos nuestra alimentación?
Los compromisos de estos meses, en los que el frío aumenta, tienden a girar en torno a la comida, con cenas, desayunos y brindis que no necesariamente se rigen por la dieta, sino que la rompen con frecuencia. Por si esto fuera poco, los cambios en la rutina por vacaciones o simplemente el frío que hace al salir de la cama, nos distancian del cumplimiento de una rutina de ejercicio que sea constante y suficiente para balancear las libertades que nos tomamos para celebrar estas fechas.
Cabe aclarar que esto no tiene nada de malo y que es normal que la exigencia que tenemos en relación a nuestro estilo de vida pueda fluctuar de vez en cuando, pero lo ideal es que esto no llegue al punto de descuidarnos tanto que podamos tener problemas de salud o que después nos resulte muy retador volver a la disciplina del autocuidado.
Por eso, es recomendable que incluso en la temporada de frío no solo nos preocupemos por cómo vestirnos (que también es importante) sino que mantengamos una rutina de ejercicio y estilo de vida saludable, más allá del clima.
Estos consejos te ayudarán al momento de convencerte de hacer ejercicio, incluso si hace mucho frío.
Pronto te acostumbras
Al inicio, salir de tu casa (o hasta de tu cama) se siente como una tortura. Con el clima frío, puedes sentir que no te quieres mover. La buena noticia es que al poco tiempo de entrar en la rutina, te sentirás acostumbrado al clima y dejarás de notarlo como un factor retador. De hecho, esto tiene una explicación científica, y es que nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse a la temperatura en la que se encuentre al poco tiempo, sea al frío o al calor, con tal de mantener el balance necesario para llevar a cabo sus funciones orgánicas.
Hay ropa especializada
Si las condiciones climáticas en las que te encuentras son demasiado extremas, debes saber que cientos de marcas se han dado a la tarea de diseñar ropa especializada para estos contextos, con telas que son ligeras para no entorpecer tu rutina, pero cuyos materiales mantienen el calor, como poliéster, licra, lana de merino o tejidos sintéticos. Además, puedes vestirte con varias capas, dándote la oportunidad de usar menos prendas si el calor aumenta conforme tu rutina se lleva a cabo, pero recuerda volver a cubrirte al terminar, para evitar un resfriado o una lesión.
Quemas más calorías
De acuerdo con el doctor Stephen Cheung, de Canadá, durante el frío se queman más calorías, pues los músculos necesitan de más fuerza para desempeñar sus funciones en el clima de invierno que en el de verano, lo cual, paradójicamente, hace que realizar ejercicio sí sea más difícil durante el clima frío, pero también implica que cuando se logra, se hace más fuerza muscular y se queman más calorías que en clima cálido.
Puedes protegerte de enfermedades
Durante el invierno, los resfriados y algunos otros malestares de salud son muy frecuentes. Curiosamente, al hacer ejercicio no necesariamente los evitamos, pues el inhalar con fuerza el aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias. No obstante, el ejercicio es muy positivo para el sistema inmune… ¿cómo combinar las dos realidades? Bueno, puedes simplemente protegerte al hacer ejercicio en el frío, usando una bufanda o un cubrebocas, por ejemplo. Así, obtienes los beneficios, pero evitas los riesgos de hacer ejercicio en el frío.