El envejecimiento no tiene que ser un obstáculo para mantenerse activo. Susan Ingraham, una entrenadora de natación y atleta de San Antonio, Texas, aseguró que está en la mejor forma de su vida a los 65 años. Su rutina de ejercicios, entrenamiento de fuerza y actividades recreativas que le han permitido competir a nivel nacional y llevar una vida llena de vitalidad.
Además de esta experiencia personal, diversos estudios científicos han confirmado que el ejercicio regular tiene múltiples beneficios, desde fortalecer los músculos hasta mejorar la salud mental. La entrenadora de natación compartió su rutina, junto con recomendaciones respaldadas por expertos para mantener el cuerpo y la mente en óptimas condiciones, sin importar la edad.
Un análisis reciente realizado por la Universidad de Leicester reveló que pequeños cambios en los hábitos diarios pueden incrementar la longevidad. Según este estudio, caminar tan solo 10 minutos diarios a paso ligero puede añadir más de un año de vida en promedio, con beneficios aún mayores al incrementar la intensidad y duración de la actividad.
El ejercicio no solo prolonga la vida, sino que también reduce el riesgo de enfermedades crónicas, fortalece los huesos y mejora la calidad del sueño, entre otros beneficios. “Cuando estos pequeños pasos se vuelvan normales, agrega una actividad más a tu semana”, aconsejó Susan Ingraham a Parade.
“Estar en forma es lo que me permite vivir una vida saludable y reduce el riesgo de sufrir enfermedades graves. Soy lo suficientemente fuerte como para levantar a mis nietos y lo suficientemente flexible como para sentarme en el suelo mientras trabajo en el jardín. Tengo muy pocas limitaciones en lo que quiero hacer”, aseguró la nadadora.
La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también protege contra enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además, fortalece los huesos y músculos, lo que reduce el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones graves en personas mayores, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Otros beneficios incluyen:
La historia de Susan Ingraham demuestra que mantenerse activo en la tercera edad no solo es posible, sino también altamente beneficioso. Su rutina de ejercicios, que combina natación, fuerza y actividades recreativas, le ha permitido disfrutar de una vida plena y saludable, mientras desafía las limitaciones que a menudo se asocian con el envejecimiento. “Lo importante no es tanto el éxito en el fitness, sino la capacidad de disfrutar la experiencia”, afirmó.