Actualizado
Los hechos se remontan al pasado 29 de octubre en la plaza de San Pedro del Vaticano. El contexto es el de la audiencia general presidida por el Papa, como todos los mircoles. Len XIV -mencionando la Declaracin Nostra Aetate (1965) con la que el Concilio Vaticano II relanz las relaciones entre los catlicos y los judos- hace dos semanas recordaba precisamente en la audiencia general que la Iglesia Catlica “no tolera el antisemitismo y lucha contra l”. Ese mismo da, dos mujeres, acercndose a la audiencia papal, asistieron a un acto antisemita supuestamente llevado a cabo por un militar de la Guardia Suiza contra ellas, quien les habra llamado “judos”, con tono de desprecio, haciendo el gesto de escupir.
Las dos personas testigo de lo ocurrido en San Pedro fueron la profesora de literatura alemana y directora del Instituto de Estudios Judos de la Universidad de Amberes (Blgica), Vivian Liska, y la escritora, poetisa y directora teatral israel Michal Govrin, hija de una superviviente del Holocausto. En las ltimas horas, se ha conocido que el contexto estuvo relacionado con la toma de una fotografa en el lugar del supuesto incidente antisemita y una disputa en el puesto de control en el que se encontraba el guardia suizo.
La profesora Vivian Liska, en una entrevista al diario italiano La Repubblica, ha explicado los detalles de lo ocurrido. “Entr en la plaza de San Pedro con la delegacin juda” -el da anterior el Papa Len XIV, de hecho, presidi una audiencia en el Aula Pablo VI frente a delegaciones de otras religiones, entre ellas la juda-. “Un poco de casualidad, me encontr delante del guardia suizo”, detalla la experta en literatura. El militar “en voz alta, dijo que no se podan tomar fotografas, cumpliendo con su trabajo”, aclara Liska. Atendiendo a su versin, “en voz baja”, como si hablara para s mismo, dijo “judos” e “hizo un pequeo gesto, como si fuera a escupir” aunque finalmente “no nos escupi, hizo simplemente el gesto”.
La directora del Instituto de Estudios Judos de la Universidad de Amberes le pregunt directamente: “Qu has dicho?”, sin que l contestara, tras lo cual ella le cuestion nuevamente si, efectivamente, haba dicho Judos: “l movi la cabeza como diciendo que no”, a lo que la profesora le replic dicindole que estaba mintiendo. Finalmente, tras la escena, Liska avis a otro militar all presente y le cont lo ocurrido: “A los 15 minutos lleg un responsable de la seguridad y se disculp profundamente”.
Al tiempo, la experta en literatura recibi “una llamada procedente de una autoridad de la Guardia Suiza y me han dicho que han analizado las imgenes de una cmara all presente”, pero a travs de las grabaciones “no se escucha lo que dice”. Y aade: “La persona al telfono se disculp y dijo que habra habido consecuencias”. Igualmente, bajo un clima anecdtico, Vivian Liska ha querido subrayar que “se trata de un pequeo episodio por parte de un solo individuo y no creo que sea justo que se interprete como un sentimiento negativo acerca de aquellas jornadas”.
Tal ha sido la repercusin de los hechos que en las ltimas horas el Vaticano ha tenido que pronunciarse. Lo ha hecho a travs de un comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en el que se informa de que “sobre la base de una reconstruccin preliminar”, los hechos hacen referencia a una disputa ocurrida en el contexto de “la peticin de una fotografa en el puesto de control”. El director de la institucin del Vaticano que tiene contacto con los corresponsales extranjeros, Matteo Bruni, asegura que “el episodio es actualmente objeto de un procedimiento interno de verificacin, activado segn los procedimientos previstos” que “involucran al Cuerpo” de la Guardia Suiza Pontificia.
El procedimiento en cuestin, detalla la Santa Sede, “se desarrolla en el respeto de los principios de privacidad e imparcialidad, en conformidad con la normativa vigente”. La Oficina de Prensa del Vaticano, por su parte, ha querido remarcar el “constante compromiso” de la Guardia Suiza “en garantizar que su misin tenga lugar siempre en el respeto de la dignidad de cada persona y de los principios fundamentales de igualdad y no discriminacin”. El portavoz de la Guardia Suiza Pontificia, el tambin guardia suizo Eliah Cinotti, por su parte, confirma que lo ocurrido contina siendo “objeto de una investigacin interna” aunque, estando todava en marcha, permanecer de forma “confidencial”.
