Diciembre es temporada de recuentos y para el mundo gamer también comienza la hora de elegir a los mejores juegos del año. Esto, a pesar de que uno nunca sabe cuando puede ser lanzado un hit que cambie todo, como es el caso del juego de Indiana Jones, liberado esta semana para los jugadores de PC y Xbox.
Pero hay una premiación que al menos de forma mediática, ha logrado imponerse frente al resto como uno de los principales barómetros del estado de la industria del videojuego. Hablamos de The Game Awards, una ceremonia que se realiza con este nombre desde hace 10 años (sucesora directa de los Spike Game Awards) y que al menos en audiencia, es la que más visitas recibe a nivel global, gracias a su agresivo empuje a través de plataformas de streaming.
Su objetivo fue convertirse en una especie de Oscars de los videojuegos y de cierta manera lo han logrado, por lo menos en lo que respecta al reconocimiento del premio, el nivel de producción y a su audiencia. Pero tal como los Oscars, que sea la más vista no significa que sea la mejor.
Geoff Keighley es un presentador de TV canadiense y la mente detrás de este evento. Siempre ha tenido dos ideas muy claras a lo largo de su carrera: estrechar los vínculos entre la industria de los videojuegos y del entretenimiento, pero también, en convertir estos espacios en las herramientas más lucrativas posibles. Y ambas cosas podemos encontrarlas en cualquier ceremonia de los Game Awards.
Por un lado, contar con una premiación de gala, con presentaciones en vivo, personalidades de Hollywood presentando premios y también elevando a desarrolladores gamers al mismo estatus, como el caso de Hideo Kojima cuya sola presencia ya se lleva toda la atención de la ceremonia, es algo que no puede negarse y que sin duda a alejado al mundo gamer del estereotipo noventero de espacios oscuros, luces de neón, modelos con poca ropa y escasa higiene de sus asistentes.
Pero también Geoff Keighley ha llevado su necesidad de monetizar el evento a niveles insospechados. Keighley es apodado el “Dorito Pope”, luego de que se hiciera famoso por dar entrevistas con grandes envases de snacks a su lado como forma de placement. Esa mentalidad se ha tomado la ceremonia de los Game Awards, en la cual podemos ver constantemente avisos, instalaciones de marcas y sobre todo, muchos trailers de lanzamiento de juegos futuros.
De hecho, para la versión 2023 de los Game Awards, de las 3 horas que dura el evento, solo 30 minutos fueron dedicadas a premios y el resto a presentaciones en vivo, avisos, cameos de Hollywood y los trailers que, por supuesto, son espacios pagados por las editoriales que quieren mostrarse a una de las mayores audiencias gamer del mundo. Esto incluso ha repercutido en acusaciones de falta de transparencia por parte de la comunidad, considerando que las editoriales que pagan para básicamente financiar el evento luego aparecen nominadas en alguna de las categorías. Y si bien el proceso de entrega de premios depende de un jurado y de la votación del público, las nominaciones, como veremos más adelante, a veces son bastante cuestionadas.
Pero más allá de la ceremonia en sí, The Game Awards sigue siendo una excelente excusa para conversar sobre lo mejor que nos dejó el mundo del gaming este año y la lista de nominados en realidad demuestra que al menos hubo mucha variedad y calidad, sobre todo si es que tienes una PS5 en tu casa.
En total, la ceremonia de este año tiene un total de 29 categorías, que van desde el preciado Juego del Año, pasando por mejor juego de Deportes, mejor juego de Peleas y Mejor Creador de contenido. Por supuesto, no todas las categorías son creadas iguales: hay unas que anuncian a la rápida y otras que se muestran en el escenario.
Así que, por lo pronto, nos enfocaremos en la que es sin duda la categoría más esperada: el Juego del Año. En total son 6 los títulos que compiten por este premio: dos de ellos son exclusivos de PS5, 3 son multiplataformas y uno de ellos es de un estudio independiente que tiene versión hasta para móviles.
Entonces, a continuación, los seis juegos que buscarán quedarse con la presea principal y las razones por las que, aún cuando no ganen, al menos deberías intentar probarlos.
PlayStation se ha convertido en los últimos años en una compañía que apuesta por juegos narrativos y cinematográficos, alejándose de lo que para muchos es la esencia de los videojuegos: la diversión. Pero ASTRO BOT, creado por el estudio Asobi, volvió a devolverle el color a una librería dominada por los tonos oscuros y los diálogos eternos.
Se trata de una aventura de plataformas 3D, algo que uno esperaría más bien de compañías como Nintendo, pero con la calidad gráfica de la PS5, la utilización del control Dualsense para interactuar con los personajes y entornos. Es, además, una celebración de los 30 años de PlayStation, con personajes y áreas basadas en la historia de la consola.
Con 7 nominaciones en total, es uno de los favoritos por ser quizás el juego que recordó la importancia de la palabra Play en PlayStation.
Si las nominaciones a juego del año siguen un patrón, Balatro llega para llenar el cupo de los estudios independientes. Desarrollado totalmente por una sola persona que se hace llamar LocalHunk, Balatro fue lanzado a comienzos de año como lo hacen miles de juegos independientes al año. Pero Balatro fue distinto: en solo un mes logró 1.8 millones de dólares en ventas, solo como un juego de PC. Y hoy ya posee versiones en Nintendo Switch, teléfonos móviles y pronto el resto de las consolas.
Y no los culpo, ya que Balatro es una experiencia diseñada para ser tan hipnótica como adictiva. Balatro es un juego de cartas, en el cual tenemos que jugar manos de Poker para obtener fichas e ir avanzando por desafíos cada vez más demandantes. Por supuesto, cuando hablamos de Poker y de cartas hay un gran componente de azar, pero en Balatro, es posible ir modificando el mazo: podemos eliminar cartas, hacer que ciertos tipos de manos nos den más puntaje, cambiar las pintas, etc. Y lo mejor de todo es que te da la experiencia de jugar Poker sin tener que apostar nada.
A pesar de su impacto en el mundo indie, se siente más como una nominación por gesto que una donde realmente pueda competir contra los otros titanes, pero bueno, al menos está nominado también a mejor juego indie donde imagino que ganará.
Otra de las grandes sorpresas de este año vino desde China, país que últimamente ha sido cuna de grandes juegos siempre pensando en el mercado móvil o bien, con el modelo Free to Play. Pero Black Myth: Wukong es una aventura de tomo y lomo, hecho para consolas de última generación, con una historia atrapante, gráficas sorprendentes y un sistema de combate profundo.
Black Myth: Wukong parece ser un título creado por un equipo veterano, pero en realidad se trata de la ópera prima de Game Science. Tardaron 4 años en lanzarlo desde su primer trailer y la espera valió la pena. En total obtuvo 4 nominaciones, y lo cierto es que, por la relevancia tanto en la industria como por el poder monetario de la industria china, no es raro que gane precisamente como el primer gran hit chino de la industria del videojuego.
En el año 2022 y de manera indiscutida, Elden Ring se quedó con el premio a mejor juego del año. El pináculo del género del Soulslike, desarrollado por la compañía FromSoftware, fue uno de los juegos más esperados de ese año y para muchos, superó las expectativas puestas sobre él. Este 2024, Elden Ring recibió su primer y último DLC llamado Shadow of the Erdtree, el cual nuevamente se convirtió en una de las mejores experiencias del año, pero también, en la nominación más polémica de estos Game Awards.
Esto, porque a diferencia de todos los nominados de este año y de años anteriores en esta categoría, esta es la primera vez que se nomina a un contenido descargable, esto es, contenido de pago que se agrega al juego original, como “Juego del Año”. Curiosamente, dentro de las 29 categorías que existen, ninguna se dedica a premiar “mejor DLC”, por lo que se optó a sumar este contenido en desmedro de otros juegos que sí corresponden a lo que siempre ha sido la categoría.
Si a esto le sumamos la constante relación entre Bandai Namco y la organización de los Game Awards (el debut del primer tráiler con gameplay también fue en un evento de Keighley) no hacen más que ensuciar lo que tendría que ser la celebración de uno de los mejores contenidos adicionales de todos los tiempos.
Por número de nominaciones y por su estirpe, es otro de los grandes favoritos. La segunda parte del remake del clásico Final Fantasy VII, por parte de Square Enix, sigue la fórmula del Remake anterior, el cual fue nominado, pero no ganó en su momento, y continúa la reimaginación de la historia del clásico de PlayStation 1, pero contado para nuevas generaciones.
Considerado por muchos como uno de los mejores RPG de todos los tiempos, la idea de hacer un remake siempre estuvo presente, pero en lugar de simplemente mejorar los gráficos, cambió todo: el sistema de batallas, la ambientación, la historia y sobre todo la escala de un evento que ahora se está contando en tres capítulos. Quizás lo que corre en contra es precisamente eso, que aún falta un tercer juego para cumplir con el cierre de la historia, pero tampoco podemos obviar las 7 nominaciones que lo hacen empatar con ASTRO BOT.
Desarrollado por Atlus, estudio japonés conocido por la saga Persona, la compañía abandona sus temáticas contemporáneas y futuristas para hacer un juego de rol ambientado en una tierra medieval, con reyes, magos y criaturas mágicas, pero con una presentación y estilo que solo puede venir de un estudio oriental.
Visualmente es lo más atractivo que vimos este año, pero de todos es quizás el juego que es más de nicho, aun cuando Studio Zero se ha preocupado siempre de hacer que juegos de rol bien intensos puedan ser accesibles para toda la gente.
Las opiniones sobre cuál es el mejor juego del año están divididas y con razón. Existen tantos estilos de juegos que realmente resumir todo un año de la industria en un solo título es algo contraproducente. Así lo dejaron claro un grupo de connotados streamers, periodistas, creadores de contenido, pero por sobre todo, amantes de los videojuegos, a quienes decidimos hacer dos preguntas:
Primero, saber cuál juego creen que ganará en The Game Awards 2024 y luego, que nos comenten sobre su favorito personal, aún cuando este no haya sido nominado. Estas son las respuestas.
“Entre los nominados al mejor videojuego, yo creo que por favorito tendría que ser el ASTRO BOT. Es un juego que ha cautivado a toda la crítica, ha tenido buena recepción comercial, es un buen juego, -no sé si es mejor juego que un Little Big Planet-, pero es un buen juego. Acá en la casa lo disfrutamos mucho, obviamente por el público más infantil, a mí de igual manera me encantó la onda. No es por su innovación, sino que, por el contrario, es muy tradicional y por eso funciona por donde se lo mire.
Ahora, a título personal, yo creo que tendría que ser el juego de Indiana Jones, entendiendo que ya hace tiempo necesitábamos darle las gracias a una franquicia tan importante y trascendental en la cultura pop como lo es Indiana Jones y creo que esa deuda pendiente se está cumpliendo. También te agregaría como sorpresa del año al Black Myth: Wukong, porque viniendo de China, rompió los prejuicios que se tenían frente a juegos de ese país que suelen ser multijugadores gratuitos, para móviles, sino que rescataron todo lo bueno de la creación occidental de videojuegos”.
“Es muy interesante lo lejos que ha llegado Balatro, y creo que la Internet vive por el meme. Hacerlo ganar por encima de joyas como Wukong y el “DLC” de Elden es un chiste en sí mismo, pero también un atisbo de esperanza para las producciones indies que llegan al corazón de los jugadores.
Por otro lado, este año jugamos la saga de Hellblade completa en stream, tiene varias nominaciones y creo que es un excelente ejemplo de que los juegos ambiciosos no tienen que necesariamente ser de mundo abierto si son capaces de montar un mundo complejo con las historias que proponen, aplicadas con un gameplay refrescante”.
“En lo personal creo que Final Fantasy VII Rebirth marca todas las casillas para ser el juego del año. Profundiza en jugabilidad, historia y en una construcción de mundo tan bien cuidada y convincente como no veíamos hace muchos años. A pesar de ser un remake, el juego se siente fresco y lleva FF VII a un terreno de juego moderno con un mundo abierto orgánico vivo, que es posible de explorar en profundidad.
Y si bien mi juego del año personal es Final Fantasy VII Rebirth por todo lo mencionado previamente, creo que hay un título que calló bocas e hizo lo imposible: el remake de Silent Hill 2. En el papel no tenía ningúna oportunidad de alcanzar el nivel que logró, de manos de una Konami en sus peores años y una desarrolladora sin grandes éxitos. Pero es un título sólido que logra expandir la aventura original, pudiendo coexistir ambas dentro del canon y nuestros corazones. Jamás vimos un Silent Hill tan tétrico y dinámico, que haciendo uso de la tecnología actual nos presenta escenarios enormes en donde las puertas no son sinónimo de seguridad y en donde cualquier esquina puede significar la muerte o al menos un gran susto”
“Black Myth: Wukong debería ganar a mi juicio y pongo todas las fichas a favor de este nominado. Es un juego muy interesante partiendo por su trama que está basada en la épica novela China Viaje al Oeste, te sumerge en una aventura de fantasía con enemigos bastante buffeados en un espectáculo visual digno de un GOTY. Personalmente, me fascinan las historias que involucran mitología, así que ojalá gane este título.
Ahora bien, me hago responsable de las críticas, pero mi corazón siempre está con Nintendo porque es mi infancia, por lo que para mí el Mario Party Jamboree ha sido lo mejor de mi año. Por supuesto que es un -10 en trama, pero es, totalmente, un +10 en diversión.”
“Me tinca que va a ganar el DLC del Elden Ring, por el consenso casi universal que hay por Elden Ring, ni siquiera la gente que no lo juega le tira odio. Mis propios Juegos del Año son varios, el Shadow of Erdtree es un juego en sí mismo y está dentro de mis favoritos, pero el verdadero ganador de mi corazón es el UFO 50, la mayor ocurrencia del año”.