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De cinco atletas que salieron, tres se cayeron o tropezaron con alguna valla, uno fue descalificado, solo tres cruzaron la meta y uno de ellos lo hizo deslizándose sobre su pecho. La final de los 110 metros vallas en el Campeonato de Irlanda de atletismo ha sido una de las carreras más surrealistas y caóticas de la historia, todo por culpa de la incesante lluvia que inundó el tartán azul de la ciudad de Santry. Torpeza y accidentes dignos de dibujos animados, milagrosamente, por debajo de los 14 segundos.
La única historia bonita en esta carrera es la de Gerard O’Donnell, por la calle 5. Lento pero seguro, pasó de ser virtualmente último al paso de la primera valla a ser primero en meta tras sobrepasar todos los obstáculos sin complicaciones. No tocó ninguna valla y no sufrió ningún desequilibrio. En los metros finales, tras la accidentada carrera de los otros cuatro finalistas, consiguió ser primero en solitario y colgarse la medalla de oro con un meritorio tiempo, vistas las condiciones, de 13,67 segundos.
El segundo escalón en el podio fue para Adam Nolan, por la calle 6. Más agresivo que el campeón, voló por encima de las primeras vallas y se colocó en primera posición hasta la última valla, la cual golpeó con la planta del pie antes de perder el equilibrio. Intentando mantener la primera posición, Nolan dio varias zancadas aún trastabilladas, cayó al suelo a más de cinco metros del final, fue adelantado por O’Donnell y cruzó la meta deslizándose con el pecho, tumbado sobre el inundado tartán. Su tiempo final fue de 13,84 segundos y se le ha permitido ser segundo y colgarse la medalla de plata pese a entrar en la calle 7 durante la caída.
La medalla de bronce fue para Matthew Behan, el tercer y último finalista que cruzó la meta, por la calle siete. Sólido en los primeros apoyos, fue el único que pudo seguir los pasos a Nolan hasta la primera valla. Sin embargo, incapaz de cogerle la medida al suelo mojado, tiró los seis primeros obstáculos y perdió la pista a los dos primeros. Muy por detrás de O’Donnell y Nolan, pero capaz de llegar a los últimos apoyos equilibrado, solamente pudo observar la caída del subcampeón y cruzar la meta en tercer puesto con un registro de 14 segundos y 37 centésimas.
El cuarto puesto de facto fue para Ben Donovan, aunque al no terminar la carrera no computa como tal. Salió por la calle cuatro y, aun lento entre obstáculos, pudo pasar las cuatro primeras vallas antes de tropezar y, antes de caerse, rendirse, tirar la siguiente valla con la mano y retirarse de la carrera.
Emmanuel Osas corrió peor suerte si cabe y no solo no terminó la carrera, sino que además fue descalificado. Por la calle 3, tuvo una salida lenta, casi en paralelo a Donovan. Sus complicaciones, sin embargo, empezaron ya en la primera valla, la cual tiró con la pierna de atrás perdiendo levemente el equilibrio. No mejoró su equilibrio tras la segunda valla, aunque sí la pasó sin tocarla. Ya mermado por las dos anteriores, su carrera terminó en la tercera valla, altura a la que tiró el obstáculo tanto de su calle como de la calle 2, colindante.
La final femenina, en condiciones muy similares y con el doble de participantes, no fue ni remotamente igual de accidentada que la masculina. En los 100 metros vallas, la veterana Sarah Lavin consiguió su noveno título nacional al aire libre (16º en total) con una marca de 12 segundos y 79 centésimas, muy reseñable en una pista tan complicada por la lluvia.
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Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.
Atletismo
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