- Juan Pablo Sibilla
- Enero 10, 2025 – 10:19 a.m.
- ENTREVISTAS
La nutrióloga Alejandra García Vanegas aconsejó en este inicio de año que quienes tengan por objetivo bajar de peso apunten a una salud física, y no solo a verse mejor, para tener resultados más tangibles en su calidad de vida.
En Telereportaje, la especialista expuso que quienes llevan una vida regularmente desordenada requieren disciplina y voluntad para comer mejor y hacer ejercicio, al menos durante un tiempo de 21 días, que les ayudará a ver los primeros beneficios y mejorar sus hábitos.
“Se supone que, si una persona logra pasar 21 días haciendo un cambio de hábitos en alimentación y ejercicio, pudiera encaminarse en ese andar de lo correcto. Si hablas de que tiene 10 años haciendo todo mal, obviamente 21 días no lo van a cambiar por completo, pero sí va a sentir beneficios, donde la mente puede decir que se está alejando de lo negativo, que sienta un bienestar generalizado, y entonces se fomenta el cambio. Parte de la tarea en consulta es hacer entender que no se trata de bajar tan rápido. El hábito de comer bien es de toda una vida, pero no quiere decir que no puedas darte un gusto, o que no puedas descansar”.
Por ello, la nutrióloga recomendó hablar con especialistas para definir qué deben comer y con qué ejercicios iniciar, para que no sea una acción de voluntad que pueda deteriorar aún más su salud.
“La nutrición es ciencia, la alimentación tiene que tener un equilibrio, una variedad de nutrientes. Deberían acercarse a un buen entrenador y a un nutriólogo, porque no se trata de dejar de comer. Es comer bien. Pretextos hay muchos, pero al final creo que es importante que las personas entiendan que no tenemos que esperar a que el cuerpo pida a gritos que te cuides. No hay mejor seguro de vida que comer bien y hacer ejercicio. La dieta debe ir de acuerdo al individuo, nadie puede prestar una dieta. – ¿Es un error? – Total. Referente al estilo de vida, la edad, actividad física, padecimientos, herencia, a la carga genética, vas a diseñar una dieta para ese paciente”.
Y es que Alejandra García reconoció que se han puesto de moda diversas “dietas” que restringen a las personas de alimentos que son vitales para conservar la salud, como el llamado ‘ayuno intermitente’, o la dieta del ‘chicharronero’.
“La dieta cetogénica, al eliminar los carbohidratos, el cuerpo saca energía de la cantidad de proteínas y de grasa que le das. Pero tenemos que ver la lógica. ¿Si comemos exceso de grasa, creemos que es saludable? Obviamente no. Pones al pobre hígado a trabajar como loco. A lo mejor en una urgencia puedes reducir los carbohidratos, pero al final tienes que dar un porcentaje de nutrimentos. La gente le tiene miedo a los carbohidratos, pero no engorda si lo comes en la cantidad correcta. El ayunto intermitente lo quieren pintar como la octava maravilla, pero cuando pasas tantas horas sin comer, hace que haya pérdida de masa. Pero cuando comen, comen en demasía. Hacen un abultamiento en el área abdominal y que el estómago se agrande”.
En cuanto a la cirugía bariátrica, la experta reflexionó que sí funciona, pero requiere un protocolo para no pagar un alto costo a la salud.
“Realmente hay pacientes que son candidatos a una cirugía bariátrica, porque su calidad de vida es muy mala. O se operan o se mueren. Estoy de acuerdo en que ese tipo de pacientes recurra a una cirugía bariátrica, siempre que lleven un protocolo correcto, con psiquiatría, nutrición, bajar de peso, modificar los hábitos, y que entiendan que van a operar el estómago y no el cerebro, no va a servir de nada la cirugía, y van a arriesgar su vida. A mí me da coraje que los operen con 10 o 20 kilos de más, cuando los pueden bajar sin problemas, con decisión y amor propio”.
Por ello, insistió en recomendar que, en casos más complejos, el paciente acompañe sus hábitos nutricionales con tratamientos psicológicos y médicos.
Finalmente, la nutrióloga Alejandra García Vanegas recordó que la diabetes, la obesidad y la hipertensión son las enfermedades más frecuentes en los mexicanos, que generan deterioros considerables a la salud, y que pueden ocasionar la muerte.
“La diabetes y la hipertensión son las epidemias verdaderas de este siglo. En Tabasco y a nivel nacional, la prediabetes es un mal generalizado. Hay un porcentaje altísimo de adultos, niños y adolescentes, y eso habla de mala alimentación. Si yo veo a un niño con una obesidad importante, con resistencia a la insulina, voy a hablar con el niño, pero primero tengo una reunión con sus papás. La mayoría de enfermedades tiene relación directa con el exceso de grasa corporal”.
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