La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) ha formado a 500 mujeres en el pilotaje de drones que les pueden ayudar a mejorar sus labores como agricultoras y ganaderas, además de en otros campos, como el forestal o el turismo rural. Foto: FADEMUR
Una vez más hemos lanzado miles de unidades (millones en todo el mundo) de un nuevo aparato electrónico, los drones, sin tener muy claro qué hacer con él, sus mandos a distancia y sus baterías una vez que concluyen su vida útil. Es más, distribuidores y reparadores se quejan de que los fabricantes no facilitan piezas de repuesto para reparar drones dañados o con defectos de fábrica al poco tiempo de ponerlos a la venta. Mientras tanto, se intenta hacer el uso menos impactante posible para el medio ambiente con estos aparatos. Desgraciadamente, están de actualidad los drones usados en las guerras, pero conviene saber que también tienen una utilidad positiva, por ejemplo salvar especies en peligro.
En los Llanos de Cáceres, entre cultivos de cereales, se esconde una de las últimas especies de aves que ha entrado en la categoría en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas: el sisón común. “Sabemos que están muriendo, sobre todo hembras en la época de incubación y cría, bajo las cosechadoras, pero es muy difícil detectar dónde se encuentran, porque apenas levantan el vuelo o se desplazan”. Este lamento de Marcelino Cardiallaguet, delegado de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) en Extremadura, conlleva rápidamente una contrapartida positiva: “Los drones y la inteligencia artificial nos van a ayudar a detectarlos y a actuar para protegerlos”.
Gracias al LIFE AgroEstepas Ibéricas, financiado por la Comisión Europea, se usan drones con cámara térmica para localizar sisones y avutardas en pastizales y cultivos, sobre todo al amanecer, cuando la diferencia térmica entre el calor que desprende el ave y el entorno, más frío, es más acusada y aparece reflejada en la foto. “Subimos miles de fotos a la nube para que personas que trabajan en la misma dirección las puedan aprovechar, pero sobre todo para que un programa de inteligencia artificial (IA) las procese y aprenda a reconocer y ubicar esos nidos”, señala Cardiallaguet, quien añade: “Una vez recibamos la información de la IA para la próxima primavera, haremos los ensayos en cultivos en custodia en más de 20 fincas para que no pasen las cosechadoras por los nidos localizados”.
Evitar colisiones con aves
Con la tecnología y la información aportadas por el LIFE AgroEstepas Ibéricas, las administraciones ambientales contarán con una herramienta para que pongan en marcha medidas eficaces de protección y recuperación de la especie como marca la ley en el caso de las que están en peligro. Pero hay más ventajas gracias al uso de drones: se evita un acercamiento andando al nido que pudiera abrir una vereda aprovechada por potenciales depredadores y se ensayan alturas de vuelos para no alterar el comportamiento de los sisones posados.
Apunta el delegado de SEO/BirdLife en Extremadura: “Las interacciones de drones con otras aves en los vuelos son muy importantes y tenemos un protocolo al respecto. Los vuelos siempre se hacen con un observador que acompaña al piloto con la función de mirar el entorno del dron y detectar posibles situaciones de riesgo con otras aves. Hay un protocolo de alerta y suspensión del vuelo si se produce un intento de aproximación de un ave a la máquina, que está dotada de una función (return to home) que al pulsarla devuelve inmediatamente el dron al punto de despegue. Normalmente no estamos teniendo ningún problema, pero de todos los vuelos realizados hasta ahora (más de cien), lo hemos tenido que aplicar en dos ocasiones, ambas por milanos negros muy interesados en el dron”.
Batería, la carga más contaminante del dron
En la conversación con Marcelino Cardiallaguet surge uno de los condicionantes ambientales de los drones, las baterías. Como en el caso de los propios aparatos, que cada vez son más pequeños y menos ruidosos, las baterías han conseguido alargar su autonomía con el paso del tiempo. La mayoría son de polímero de litio (LiPo) y han pasado de durar cargadas entre 15 y 20 minutos a sobrepasar la media hora y tener tantos ciclos de recarga como las de un móvil. Por otro lado, es mucho más ecológico hacer recargas en el campo con equipos de energía solar fotovoltaica, como hacen en SEO/BirdLife Extremadura, que con generadores de gasoil o gasolina, como se hace en algunas labores agrícolas.
En IbericaDron ofrecen tanto venta, mantenimiento y reparación de drones, como asesoría aeronáutica y formación de pilotos. José Luis Gago, gerente de esta empresa, explica: “En nuestros cursos formamos en vuelo y normativa, pero también en el buen uso del dron y de las baterías, para alargar al máximo la vida útil de ambos. Damos incluso estos consejos cuando solo vienen a comprar el aparato o las baterías. Una de las cuestiones más importantes es que no se tiren a la basura las que ya no cargan o han cumplido el número de ciclos de recarga (entre 200 y 1.000 según el modelo), porque son muy peligrosas e inflamables. Es obligatorio llevarlas a un punto limpio u otros lugares autorizados para su recogida”.
Rentabilidad agrícola y ganadera
Entre las baterías que admiten un mayor número de ciclos de recarga están las que mueven drones utilizados en la agricultura. La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), en un proyecto conjunto con IKEA (Plan Allen Rural), ha formado a 500 mujeres durante varios cursos de pilotaje de drones para mejorar y rentabilizar sus labores como agricultoras y ganaderas, además de en otros campos, como el forestal o el turismo rural. “Es una herramienta fundamental, porque los ahorros que se consiguen en tiempo, inversión y emisiones son muy importantes”, señala Azucena Rivas, secretaria de FADEMUR Asturias y pilota de dron. Uno de esos ahorros y emisiones deriva de prescindir del tractor u otros vehículos.
Como ocurre con el seguimiento de especies amenazadas, los drones ahorran muchas horas de caminatas o kilómetros a motor en las labores agrícolas y ganaderas. “En media hora te liquidas un trabajo en el campo que con la mochila a cuestas te lleva dos días”, asegura Rivas, que también resalta la ventaja para las ganaderas: “Los emplean para dirigir el ganado. Gracias a la fotometría y a la visión nocturna se vigila a las reses y reduces el posible ataque de los lobos. También sirve para buscar a una res que ha parido durante la noche y a su cría”. Por último, recibir información desde un dron sobre la situación de los cultivos, conlleva también un uso más eficiente de agua, energía y otros insumos.
En su informe anual, DJI Agriculture–DJI, Da Jiang Innovations, es líder mundial en la fabricación y venta de drones y los sistemas que utilizan– expone que a finales de junio de 2024 se habían tratado con drones más de 500 millones de hectáreas de tierras agrícolas en todo el mundo. Dicho estudio destaca: “La notable eficiencia de estos drones ha generado ahorros sustanciales, incluida una reducción acumulada de 47.000 toneladas métricas de pesticidas, 210 millones de toneladas métricas de agua, y 25,72 millones de emisiones de carbono”.
Queda mucho por hacer en reutilización y reparación
En general, los drones desplazan el uso de vehículos actuales más contaminantes y consumidores de energía –aviones, helicópteros, tractores, coches, barcos…–, debido a su amplio elenco de usos: aduana, policía, búsqueda y rescate de personas, agricultura, filmación de películas o publicidad, cartografía, topografía, inspecciones técnicas… Según la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), organismo encargado del registro y control de los vuelos con drones en España, 2023 cerró con 94.033 operadores de UAS (sistema que se emplea para el vuelo de los drones: unmanned aerial system), un 32% más que en 2022. Andalucía, con 16.880 operadores registrados, encabeza la lista; le siguen la Comunidad de Madrid (15.804), Cataluña (11.308) y la Comunidad Valenciana (9.112).
Están claros los beneficios para el medio ambiente del uso de esta tecnología, que se amplía a la vigilancia de actividades ilegales como la captura y caza furtiva de animales o la identificación temprana de incendios forestales. Sin embargo, no hay que perder de vista que, como otros muchos aparatos eléctricos y electrónicos, ocasiona una cuádruple contaminación: genérica ambiental –baterías, principalmente–, acústica –aunque cada vez son más silenciosos–, lumínica y electromagnética. Conocer y respetar las condiciones de vuelo en algunos lugares, especialmente espacios naturales protegidos, y mantener y reparar adecuadamente el dron ayudan a limitar esa carga contaminante.
Dejarse aconsejar en los puntos de venta, como hacen en IbericaDron, es otra forma de alcanzar un rendimiento más sostenible del aparato, aunque a veces los fabricantes no lo pongan muy fácil. José Luis Gago insiste: “Hay que fomentar el reciclaje y reparación de drones mucho más de lo que se hace. Hay algunos aparatos para los que no hay repuestos y no te duran más de dos años. Esto no puede ser; se desecha no porque no funcione, sino porque no hay piezas de repuesto. En temas de mantenimiento post-venta deberían imponer al fabricante que, tras la venta de un equipo, den tres años como mínimo de garantía de repuestos. Ahora un dron se vende y a las semanas termina la fabricación de piezas. Es una desventaja clara para el medio ambiente. Nuestro servicio de reparación consigue piezas hasta donde puede, para que duren 7 u 8 años”.
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Sobre el autor
Desde 1989 escribo solo, y a mucha honra, sobre medio ambiente y conservación de la biodiversidad. Son casi 8.000 artículos y reportajes en sesenta medios contribuyendo a difundir la necesidad de cuidar nuestro planeta, el único que tenemos y que tanto maltratamos