Mar. 21, 2025
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Updated 3:49 p.m. CDT
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Érase una vez un hombre que construyó un extenso reino narrativo. Este rey, Walt Disney, creativo e inteligente, tomó los cuentos clásicos europeos y los aderezó con magia, convirtiéndolos en joyas cinematográficas animadas.
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Disney cuidó celosamente el tesoro que creó hasta su muerte. Recientemente, con el desarrollo de tecnología, varías versiones de los clásicos animados han pasado al live-action, a la acción en vivo, con actores de carne y hueso o bien con creaciones de computadora que asemejan la realidad.
Una de la primera maravillas de Disney fue Blancanieves y ahora llega la nueva versión Snow White [vea el tráiler abajo].
Hay otras versiones de Blancanieves con actores, pero son recreaciones de la historia, con diferentes perspectivas. Esta nueva versión, al igual que la estrenada hace unos años de Pinocho, busca recrear el original animado.
El historial de Disney de las versiones live-action de sus clásicos animados no es particularmente exitoso. Salvo, quizá, The Jungle Book (2016), que rehizo la original de 1967, las cintas que han dado este paso han dado resultados de malo a regular.
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El resultado
Pero este podría ser un caso de los buenos, ya que el elenco es atractivo y genera curiosidad cómo se recreará una historia que incluye transformaciones mágicas, un espejo parlante y siete enanos.
El guion, sin embargo, se siente parchado e indeciso. Sse alternan escenas innecesariamente largas con otras, más bien apresuradas.
El ritmo fallido también tiene que ver con las canciones, que son insertadas a destiempo. El inicio tiene un gancho, pero el resto de las melodías no son pegajosas y son olvidables. Esto también afecta los diálogos ya que hay momentos cómicos en los que nadie se ríe, y otros que tienen un humor involuntario.
El elenco
Las actrices sí que generan expectativas altas. Sin duda, a Rachel Zegler la escogieron para encarnar a Blancanieves por su extraordinaria voz. Pero le falta algo —además de que depende también ya que si la versión es doblada al español pues ni eso la ayuda porque es una actriz de doblaje quien canta.
Y por otro lado la villana. Todo buen cuento de hadas necesita a una gran villana, malvada y carismática, porque es lo que le da fuerza al triunfo del bien. Gal Gadot, sin embargo, está desangelada como la malvada reina y madrastra.
¿Hay algo rescatable?
Se rescata el mensaje positivo, la buena producción y los efectos especiales. Sin embargo, poco más supera las expectativas en la cinta dirigida por Marc Webb.
Snow White queda a deber en esta su versión de acción en vivo. Sobre todo en comparación con una cinta de 1937 que ayudó a construir uno de los más grandes emporios de medios comunicación que existe en la actualidad, casi 90 años después.
El clásico de 1937 vive en la memoria de todos, por lo cual la tarea era de entrada una misión complicada. Quizá lo más rescatable es que el rey Walt Disney ya no está para verla.
* Por Adriana Fernández / Agencia Reforma
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