El Barça de Hansi Flick no pudo sobreponerse ante la Real Sociedad (1-0) a los contratiempos que le impidieron mantener su velocidad de crucero en La Liga. Pesaron demasiado la baja anunciada de Lamine Yamal, los nuevos problemas físicos de Frenkie de Jong y una interpretación más que polémica del VAR que sirvió para anular un gol de Robert Lewandowski que, de haber subido al marcador, sin duda habría cambiado la suerte del choque.
El duelo de Anoeta antes del último parón de selecciones de 2024 era una auténtica piedra de toque, por mucho que el conjunto ‘txuri urdin’ no atravesara su mejor momento. Lamine Yamal, la estrella más brillante de un equipo que en los últimos siete partidos había deslumbrado en lo individual y lo colectivo, se quedó en la grada debido a una contusión en el tobillo derecho que presumiblemente lo dejará fuera de la convocatoria de Luis de la Fuente.
Sin balón, solo presión
Cabía pensar que Lewandowski, Raphinha, Pedri y compañía se podrían bastar y sobrar para completar un ocho de ocho entre parón y parón de selecciones que habría resultado espectacular. Sin embargo, el conjunto de Imanol Alguacil recuperó su mejor tono competitivo para convertirse en el verdugo de un Barça que desde el 1 de octubre había goleado a Young Boys (5-0),Alavés (0-3), Sevilla (5-1), Bayern (4-1), Real Madrid, (0-4) y Espanyol (3-1).
Flick está sabiendo sacar el máximo provecho de la plantilla que heredó de Xavi Hernández. Si el vallesano se puede apuntar el mérito de haber alumbrado una nueva camada de talentos de La Masia, el alemán es quien los ha asentado en la élite, y de paso ha recuperado para la causa a pesos pesados como Iñigo, Raphinha o Lewandowski. Con Flick, el Barça vuelve a ser el gran equipo de otras épocas, con y sin balón. Excepto en Anoeta. La Real Sociedad supo quedarse con el esférico y tras privar a los blaugranas de su arma preferida, el Barça se quedó únicamente con su capacidad para presionar al rival y su espíritu competitivo, pero sin fútbol.
Es evidente que la ausencia de Lamine tuvo su efecto en el juego del conjunto barcelonista. A día de hoy, nadie cuestiona su condición de futbolista más determinante de la plantilla y uno de los más desquilibrantes de LaLiga.
Sin la pieza clave en el engranaje, el Barça encalló en Anoeta rompiendo una racha impresionante en el peor momento, cuando llega un nuevo parón de selecciones en el que habrá muchos días para darle vuelta a una derrota que no es traumática -aunque permite al Real Madrid recortar distancias- pero que sí que deja secuelas.
Está por ver la trascendencia de los problemas físicos de Lamine y, sobre todo, de Frenkie de Jong. Hansi Flick dispondrá de doce días para recuperar a los tocados y cruzar los dedos para que el ‘virus FIFA’ no se cebe con sus internacionales. A la vuelta, el Celta esperará en Balaídos a un Barça que en un mes afrontará siete partidos antes del parón navideño.