Giuliano Simeone abandonó el terreno de juego aclamado como un héroe cuando su padre decidió reemplazarle. El hijo del entrenador del Atlético fue uno de los grandes exponentes de que la resolución de un partido de fútbol, a veces, puede ser más emocional que táctica o técnica. Los rojiblancos se sobrepusieron al baño que el Leverkusen les infligió en primer tiempo y a la contrariedad de tener que afrontar el segundo con un gol en contra y un jugador menos por la expulsión de Pablo Barrios. Estaba en la lona el Atlético y se levantó a la heroica. Explotando los siete pulmones con los que parecieron jugar los Giuliano, Llorente, De Paul, o el gran triunfador de la noche, Julián Alvarez, por citar a algunos.
Xabi Alonso tenía muy claro que a su equipo le derrotó la carga emocional con la que el Atlético se empleó en el segundo tiempo, “A lo futbolístico le afecta mucho algo anímico. A raíz del buen juego hasta el minuto 55 en lo anímico estábamos bien. Con el empate no hemos sabido restablecernos. El Atlético ha cogido aire y llevado el partido a su terreno”, razonó el técnico tolosarra. “Venir a estos campos requiere dar un mayor nivel, hemos dado uno aceptable, pero no el suficiente. Ellos juegan con esa manera que ellos saben en la que el rival no juegue. Tienen mucha conexión con el público y por eso este año han conseguido tantas remontadas”, abundó Alonso.
El análisis de Simeone apuntó tanto a lo emocional como a la inteligencia con la que sus jugadores se emplearon para llevar el partido a su terreno. “En la primera parte el equipo no jugó bien, no pudimos hacer transiciones, nos quitaron la pelota, tenían un dominio del juego que nos alejaba del partido que queríamos jugar. En el descanso hablamos y los jugadores identificaron el partido que había que jugar. Poder sacar partido de todo lo que pudiera pasar y tener duelos ofensivos para que no nos metieran atrás, vino el empate, con 10 controlamos mejor que con 11 a un equipo que juega bárbaro”, explicó Simeone. “Apareció que ya se vio en otros partidos, donde se vio humildad, trabajo, jerarquía, contundencia, saber sufrir e interpretar como jugar los partidos. Tuvimos la suerte de ser contundentes. El partido es para el recuerdo y refleja que la historia del club es así”, concluyó Simeone.
“Pocos son los que dormirán. Fue un partido increíble donde se vivió el Atlético de Madrid puro. El primer tiempo no fue tan bueno, tuvimos que corregir situaciones. El segundo tiempo estuvimos viendo quién tenía amarilla de ellos para encararlo e intentar igualar el partido. Con esa doble amarilla de Hincapié pudimos estar un poco mejor. Con la ayuda de toda la gente pudimos sacar el partido adelante que no fue nada fácil”, recalcó Giuliano Simeone.