Milenio Entretenimiento
Ciudad de México /
Hoy, el mundo del espectáculo despide a Silvia Pinal, un ícono del cine y teatro mexicano.
Su legado artístico, inmortalizado en películas y escenarios, también vive en imágenes menos conocidas que revelan su encanto en la cúspide de su carrera.
Estas fotos, tomadas del acervo de la mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), nos muestran una faceta íntima de la actriz que no solo conquistó la pantalla grande, sino también los corazones de los mexicanos.
Silvia Pinal se consolidó como una gran estrella en el Cine de la Época de Oro durante los años cincuenta, mientras sorprendía a críticos teatrales al emerger como la figura principal de la comedia musical en México.
Simón Flechine, fotógrafo de origen europeo, fue reconocido por su trabajo en México durante el siglo XX. Con su lente capturó a figuras emblemáticas de la cultura pop mexicana del siglo pasado, entre ellas a Silvia Pinal, a quien inmortalizó en momentos icónicos de la actriz.
Las imágenes de Flechine ofrecen una mirada única de la evolución artística y la elegancia de Pinal, convirtiéndola como un ícono del teatro mexicano.
Silvia Pinal, Amalia Aguilar y Lilia del Valle, fueron caracterizadas como viejitas para su actuación en Las cariñosas (1953) del director Fernando Cortés. La trama rondaba en tres mujeres que descubren una extraña enfermedad que obliga a todos los hombres a hacer lo que ellas desean.
En escena, liberadas del yugo doméstico, las chicas modernas sustituyen el lavado de ropa manual por una moderna lavadora, y el delantal, por un atuendo más sensual.
“Ring, ring llama el amor” fue una producción teatral de Silvia Pinal en 1958, considerada el primer musical al estilo de Broadway montado en México.
Esta obra, dirigida por Luis de Llano Palmer, marcó un hito al presentar un género poco explorado en el país hasta entonces. Se presentó en el Teatro del Bosque de la Ciudad de México. Además se le considera como pionero en lucir este tipo de espectáculos.
Con su fallecimiento, Silvia Pinal cierra un capítulo dorado en el cine mexicano, pero sus logros, reflejados en obras como esta, seguirán inspirando y recordando a una mujer que dedicó su vida al arte y dejó una huella imborrable en la cultura nacional.
SHM