La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó este sábado que Dámaso López Serrano, el Mini Lic, ha sido detenido en territorio estadounidense. López Serrano es hijo del famoso Licenciado, Dámaso López Núñez, mano derecha durante años del fundador del Cartel de Sinaloa, El Chapo Guzmán, ambos cumpliendo condena en cárceles federales estadounidenses. El Mini Lic había sido excarcelado hace apenas dos años por “buena conducta” tras haberse entregado en 2017 voluntariamente a la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA) y ser sentenciado a seis años por tráfico de cocaína, metanfetamina y heroína. La captura llega en plena crisis de seguridad en Sinaloa -con centenares de muertos- por la guerra intestina ente las facciones de los Chapitos, los hijos del gran capo, y el Mayo Zambada, otro cofundador de la mafia, detenido este verano en Estados Unidos junto a uno de los hijos de Guzmán.
Sheinbaum se limitó a confirmar que efectivamente la detención se había producido en territorio estadounidense y adelantó que el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, dará más detalles próximamente. El Gobierno ha mandado en las últimas semanas varias señales sobre cómo la crisis de Culiacán es una de sus prioridades con el telón de fondo de las amenazas de Trump sobre abrir una guerra arancelaria si México no toma medidas contra el narcotráfico, y en particular el fentanilo. La semana pasada, se anunció la mayor incautación de fentanilo desde que se tienen registros -una tonelada y media de pastillas de la droga sintética, el equivalente a 20 millones de dosis y 400 millones de dólares- y la movilización de Harfuch a Culiacán para coordinar la estrategia de forma personal y sobre el terreno.
Además de las causas por narcotráfico, El Mini Lic es señalado en México de ser quién dió la orden de muerte que acabó con la vida del periodista sinaloense Javier Valdez. La viuda del periodista asesinado en 2017 lleva años pediendo a las autoridades mexicanas que gestionen su extradición. Los familiares de Valdez mostraron entonces su rechazo a que quedara en libertad bajo argumentos de colaboración con la justicia y su supuesto arrepentimiento.
La entrega de López Serrano a las autoridades en Estados Unidos se interpretó como un movimiento para proteger su vida con la cárcel ante el acoso en la calle cada vez mayor de sus rivales. Él y su padre, parte del clan de El Chapo, entablaron después una guerra contra los Chapitos y Zambada. Las mismas dos facciones que pelean ahora a muerte por el trono de imperio criminal de Sinaloa. El Estado, particularmente su capital, Culiacán, es desde el 9 de septiembre un campo de batalla. Desde entonces, más de medio millar de personas han sido asesinadas, una media de seis vidas perdidas al día, y otras tantas han sido secuestradas, según el recuento independiente del periódico Noroeste.
