Christian Gutiérrez cumplió un nuevo sueño en su carrera como maratonista amateur. El kinesiólogo y embajador de ASICS Chile viajó a Tokio, Japón, para competir en uno de los Majors que tenía pendiente. Allí, el corredor chileno cumplió ampliamente sus expectativas.
En diálogo con AS Chile, Gutiérrez, quien lleva 22 maratones completados en los últimos 11 años, contó detalles de la experiencia: “Me sorprendió, fue un ambiente espectacular”, adelantó.
– ¿Qué le gustó?
– Había escuchado que el público en Tokio era más silencioso que en Nueva York, Boston o Chicago, pero no lo encontré así. Aunque no es tan bullicioso como Nueva York, hubo gritos de apoyo durante toda la carrera. Observé bandas, niños de colegios cantando y el público respondía mucho cuando uno los animaba.
– ¿Está feliz con su resultado?
– Sí, absolutamente. Corrí el maratón de Valencia el 1 de diciembre y logré mi récord personal. Mi objetivo ahora era correr en menos de dos horas y 40 minutos y lo conseguí: logré dos horas, 38 minutos y 43 segundos. No bajé mi récord personal, pero cumplí la meta, que en nuestro contexto se conoce como “sub 2:40″.
– Lograr eso requiere mucho esfuerzo…
– Sí, para un corredor amateur y a mis 42 años, siendo padre de tres niños y con un trabajo como todos, correr a este nivel es meritorio, pero detrás hay mucho entrenamiento y cuidar los detalles. Fui el segundo mejor chileno en la competencia, detrás de Raimundo Cejers.
– ¿Cómo se preparó?
– Después del maratón de Valencia, el 1 de diciembre, empecé a entrenar de inmediato para Tokio. Hice dos ciclos de seis semanas cada uno, con entrenamientos diarios desde el 3 de diciembre hasta el día del viaje a Japón. Fueron 12 semanas de preparación. Para alguien con experiencia, este tiempo puede ser suficiente, pero para un principiante recomendaría al menos 16 semanas.
“En Japón no se ven personas con sobrepeso u obesidad”
– ¿Qué es lo que más le gustó de Japón estas horas/días?
– El enfoque en el movimiento y el deporte como parte de la vida. El primer día, salí a trotar temprano y vi a personas de todas las edades haciendo ejercicios guiados en una plaza. Incluso gente en ropa de trabajo se detenía a hacer estiramientos antes de seguir su camino. Eso demuestra la disciplina y los valores que tienen respecto al bienestar. También me impresionó que casi no se ven personas con sobrepeso u obesidad, lo que refleja su estilo de vida activo y saludable. Por eso, la longevidad en Japón es común.
– ¿Qué es lo más extraño que vio?
– Las enormes estaciones de metro. El primer día me tomó 20 minutos salir a la superficie porque la estación era gigantesca. También me sorprendió la tranquilidad en algunos barrios y el contraste con zonas como Ginza, que es como la Quinta Avenida de Nueva York. La amabilidad de la gente y respeto, se dan todo el tiempo para solucionar tus dudas. También me llamó la atención la seguridad. Dejamos maletas y celulares cargando en el lobby del hotel mientras fuimos a un restaurante, y todo seguía en su lugar al regresar dos horas después.