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Un estudio reciente ha arrojado luz sobre cuál es el mayor riesgo para la salud en mujeres a partir de los 60 años. Se trata de las enfermedades cardíacas. Por este motivo, es de vital importancia cuidar la salud cardiovascular, especialmente cuando superamos esta barrera de edad.
Asimismo, es importante conocer y reconocer los síntomas de un ataque al corazón porque a menudo, puede ocurrir que se presenten de forma diferente en las mujeres que en los hombres. Aunque las mujeres pueden experimentar el dolor torácico típico asociado con un ataque cardíaco, son más propensas que los hombres a experimentar una combinación de síntomas, según explica Stacey Rosen, cardióloga de Northwell Health en la ciudad de Nueva York.
“Las mujeres a menudo tendrán dificultad para respirar, que acompaña al dolor en el pecho, dolor de espalda, una fatiga que es fácil de descartar”,indica Rosen. “Tienes ese sentido de Spidey. Si algo no está bien, que lo revisen porque este se convierte en un momento peligroso para las mujeres”. Para aliviar el dolor de espalda nosotros te recomendamos estos tres ejercicios de pilates para aliviar el dolor de espalda según una fisioterapeuta.
Por su parte, la Sociedad Española de Cardiología explica que:
“Es precisamente en los aspectos relacionados con la Cardiopatía Isquémica en donde existe más información de las diferencias de género. Se han demostrado de forma repetida en estudios sobre prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, manifestaciones clínicas, utilización y rendimiento de pruebas diagnósticas y aplicación de medidas terapéuticas. También ha quedado de manifiesto el peor pronóstico global en las mujeres, debido en parte a que se trata de pacientes de más edad, con mayor patología asociada…, pero también al retraso en el diagnóstico y a la menor utilización de algunos tratamientos”.
En Estado Unidos, se ha desarrollado con el apoyo institucional del National Heart, Lung and Blood Institute un ambicioso estudio de cardiopatía isquémica en la mujer: WISE (Women´s Ischemic Syndrome Evaluation), “con el objetivo de optimizar la evaluación clínica y los tests diagnósticos de enfermedad coronaria, investigar los mecanismos de isquemia miocárdica en ausencia de estenosis coronarias y evaluar la influencia de las hormonas en la clínica y la respuesta a las pruebas diagnósticas” explican desde la Sociedad Española de Cardiología.
De entre los datos actuales del WISE la Sociedad Española de Cardiología destaca los siguientes:
- Papel hormonal: los niveles elevados de estrógenos antes de la menopausia y el descenso de estrógenos y progesterona post-menopausia tienen influencia en el desarrollo de la cardiopatía isquémica en la mujer. La deficiencia estrogénica por disfunción ovárica parece tratarse de un factor de riesgo importante en las mujeres jóvenes. Aquéllas que padecen una interrupción de la ovulación y una menor producción de estrógenos presentan un riesgo aumentando de enfermedad coronaria. Es por ello que quizás te interese conocer la dieta hormonal.
- Tests diagnósticos: Se recomienda la utilización de estudios isotópicos. El SPECT ha aumentado de forma muy relevante la eficacia diagnóstica.
- Pronóstico: La capacidad funcional es el marcador pronóstico más poderoso y consistente. Como no es factible realizar pruebas de esfuerzo convencionales en todas las mujeres, debe contemplarse la posibilidad de pruebas de estrés farmacológico. También los cuestionarios como el Duke Activity Status Index (DASI), que evalúan las actividades diarias proporciona una valiosa información pronóstica: los resultados se pueden traducir en METS y se ha observado clara relación con la aparición de eventos clínicos
- Sobrepeso: Las mujeres con exceso de peso tiene más enfermedad coronario ++que las que mantiene peso normal; pero el problema no es la obesidad de forma aislada, sino las alteraciones metabólicas que se asocian
- Factores específicos: La posibilidad de que en la fisiopatología de la cardiopatía isquémica en las mujer participen procesos como la inflamación, la anemia o la disfunción microvascular ha propiciado el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas y pronósticas, como la determinación de Proteína C Reactiva, la monitorización de los niveles de hemoglobina, la evaluación del estrechamiento de las arterias retinianas o la detección de calcificaciones coronarias.
Ahora bien, ¿Cómo podemos hacerle frente a estos posibles riesgos y cuidar de nuestra salud cardiovascular? Desde The Texas Heart Institute destacan la vital importancia de conocer los factores de riesgo y actuar ante ellos. “Las mujeres deben conocer los factores de riesgo cardiovascular y entender la importancia de realizar cambios en el estilo de vida que puedan reducir esos riesgos. Los factores tales como la raza, la edad y los antecedentes familiares de enfermedades del corazón no pueden alterarse. Sin embargo, otros factores de riesgo pueden modificarse o eliminarse tomando decisiones informadas sobre la salud cardiovascular” concluyen.
Por ello recomiendan dejar de fumar si es el caso, evitar el alcohol, comer de manera equilibrada y realizar ejercicio físico regularmente. Pequeños hábitos que suponen un gran cambio en nuestra salud cardiovascular.
Nutrición
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