En Navidad, lo que realmente celebramos es el nacimiento de Jesucristo, que tuvo lugar el 25 de diciembre del año 1. Siempre ha sido una fecha que ha servido para reconocer y honrar la vida del profeta del cristianismo en todo el mundo. Sin embargo, según la ciencia, Jesucristo no nació ni ese día ni ese año. Te contamos los detalles.
Tal y como recoge el medio Daily Mail, el profesor Lawrence Mykytiuk, de la Universidad de Purdue, dice que la mejor evidencia que tenemos para saber cuándo nació realmente Jesús es relacionar su vida con personajes famosos que dejaron muchas pruebas.
El mejor ejemplo es el rey Herodes el Grande de Judea, quien fue designado por Roma para gobernar las tierras que incluían Belén y Jerusalén desde aproximadamente el año 37 a. C. Este personaje histórico, según la Biblia, decretó que todos los niños judíos menores de dos años debían ser asesinados tras escuchar que nacería Jesucristo. Por tanto, Jesús debió haber nacido al menos dos años antes de la muerte del rey Herodes.
Según los expertos, Herodes habría muerto en el año 4 a. C., lo que sitúa el año de nacimiento de Jesús alrededor del 4 o el 6 a. C.
Sin embargo, hay que recalcar que no existe ninguna prueba más allá de la Biblia que diga que el rey Herodes realmente ordenó la legendaria masacre de los inocentes.
En cuanto al día, la primera referencia real al 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús aparece a mediados del siglo IV d. C. dentro de un almanaque romano que enumera las fechas de muerte de varios mártires cristianos. Pero son muchos los que coinciden en que esta fecha probablemente tenga poca relación con el día real del nacimiento de Jesús.
“La fecha más precisa a la que se puede llegar con seguridad para el nacimiento de Jesús parece ser el mes de marzo, durante los años 6, 5 o 4 a. C.”, explica Mykytiuk. Esto es porque, según se dice, “el día del nacimiento de Jesús había pastores que vivían en el campo, vigilando sus rebaños durante la noche”. Sin embargo, durante el invierno, los pastores guardaban las ovejas en el redil para protegerse a sí mismos y a sus ovejas de las inclemencias del tiempo.
Entonces, ¿por qué se celebra el 25 de diciembre?
Según una teoría, los cristianos trasladaron deliberadamente su festividad para hacerla coincidir con la celebración romana de mediados de invierno, la Saturnalia, que festejaban el fin de los trabajos en el campo hasta la primavera.
Sin embargo, Andrew McGowan, profesor de la Escuela de Teología de Yale, sugiere que la fecha del 25 de diciembre podría haber sido elegida porque es exactamente nueve meses antes de la supuesta fecha de la crucifixión de Jesús el 25 de marzo.
En definitiva, se trata de un tema del que no hay nada científicamente demostrado y hasta que no lo haya (si puede llegar a demostrarse en algún momento), seguiremos con la duda.