Fiscales federales develaron el martes (17 de septiembre) una acusación penal contra Sean “Diddy” Combs por amplias alegaciones de abuso sexual, acusando al alguna vez poderoso rapero de dirigir una conspiración de extorsión que incluía tráfico sexual, trabajos forzados, secuestro, incendio provocado y soborno.
Menos de un día después de que el rapero fuera arrestado el lunes en Nueva York, los fiscales federales de Manhattan revelaron el contenido de su caso contra Combs, a quien acusan de operar una empresa criminal centrada en su “patrón generalizado de abuso hacia las mujeres”.
“Durante décadas, Sean Combs… abusó, amenazó y forzó a mujeres y otras personas a su alrededor para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta”, dice la acusación, que fue obtenida por Billboard. “Para hacerlo, Combs confió en los empleados, los recursos y la influencia de su imperio empresarial multifacético que lideró y controló”.
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En una conferencia de prensa en la que se anunció la acusación el martes, el fiscal federal Damian Williams advirtió que su oficina perseguiría a “cualquiera que se dedique al tráfico sexual, sin importar cuán poderoso, rico o famoso” sea. “Hace un año, Sean Combs estuvo en Times Square y le entregaron una llave de la ciudad de Nueva York”, dijo Williams. “Hoy ha sido acusado y se enfrentará a la justicia”.
Se espera que Combs, de 54 años, sea procesado más tarde el martes en un tribunal federal de Manhattan. En la conferencia de prensa, Williams dijo que los fiscales le pedirían al juez que negara la libertad bajo fianza y mantuviera a Combs en la cárcel hasta el juicio.
Un portavoz de Combs no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la acusación desclasificada. En una declaración anterior tras su arresto, su abogado Marc Agnifilo dijo que él y su cliente estaban “decepcionados” por el “procesamiento injusto” al que se enfrentaba.
“Es una persona imperfecta pero no un criminal”, dijo Agnifilo. “Hay que reconocer que el Sr. Combs no ha hecho más que cooperar con esta investigación y se mudó voluntariamente a Nueva York la semana pasada en anticipación de estos cargos. Por favor reserven su juicio hasta que tengan todos los hechos. Estos son los actos de un hombre inocente sin nada que ocultar y espera limpiar su nombre en los tribunales”.
Los cargos contra Combs llegan tras una avalancha de demandas civiles en las que al menos ocho víctimas lo acusaron de abuso sexual, comenzando con un caso de alto perfil presentado el año pasado por su novia de años, Cassie Ventura. Ese caso se resolvió rápidamente, pero luego fue corroborado por un video de Combs agrediéndola en un hotel que se hizo viral.
Los cargos penales contra Combs no eran inesperados. Agentes federales llevaron a cabo redadas en marzo en sus casas en Los Ángeles y Miami, y varios medios de comunicación informaron que enfrentaba una investigación en curso que incluía posibles acusaciones de tráfico sexual.
En la acusación formal revelada el martes, los fiscales alegan que Combs violó la Ley federal de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión, una ley conocida como RICO, por sus siglas en inglés, que a menudo se utiliza para atacar a mafiosos y cárteles de la droga. En 14 páginas de detalles, el gobierno afirma que Combs operó un negocio criminal similar desde 2008 en adelante, pero centrado en “cumplir los deseos personales de Combs, particularmente aquellos relacionados con la gratificación sexual”.
“Combs… utilizó el negocio de Combs, incluidos ciertos empleados, para llevar a cabo, facilitar y encubrir su abuso y sexo comercial”, escriben los fiscales.
Gran parte del caso se centra en eventos que Combs supuestamente llamó “freak offs”, que los fiscales describen como “actuaciones sexuales elaboradas y producidas” entre víctimas y trabajadores sexuales masculinos durante los cuales Combs se masturbaba. Alegan que Combs y sus asociados utilizaban “el poder y el prestigio” de su fama para “intimidar, amenazar y atraer a víctimas femeninas” a su órbita, y luego utilizaban “fuerza, amenazas de fuerza y coerción” para lograr que participaran.
Durante los “freak offs”, los fiscales afirman que Combs y otros mantuvieron a las víctimas “obedientes y dóciles” proporcionándoles drogas, y luego las sometieron a “abuso físico, emocional y verbal”, incluyendo golpeándolas y pateándolas, amenazándolas con repercusiones profesionales y chantajeándolas con imágenes en video.
“Las víctimas creían que no podían rechazar las demandas de Combs sin poner en riesgo su seguridad financiera o laboral”, escriben los fiscales. “Combs también utilizó las grabaciones sensibles, vergonzosas e incriminatorias que hizo durante sus freak offs como garantía para garantizar la obediencia continua y el silencio de las víctimas”.
Cuando se enfrentaron al riesgo de que alguien expusiera su conducta, Combs y otros utilizaron tácticas similares para mantener en silencio a los testigos y las víctimas, dicen los fiscales, incluyendo sobornos, secuestros e incendios provocados. La acusación dice que los miembros de la organización portaban armas de fuego y que “el propio Combs portaba o blandía armas de fuego para intimidar y amenazar a otros”.
Además de las acusaciones RICO, los fiscales también acusan a Combs de violar leyes federales sobre tráfico sexual y un estatuto federal que prohíbe el transporte de trabajadoras sexuales. La acusación no deja claro cuántas presuntas víctimas se vieron afectadas, y Williams declinó ofrecer más detalles el martes.
Aunque la acusación del martes menciona repetidamente a otros miembros de la organización de Combs, el rapero es la única persona que enfrenta cargos actualmente. Pero en la conferencia de prensa del martes, Williams advirtió que eso podría cambiar.
“Aún no hemos terminado”, dijo Williams. “Esta investigación está en curso y animo a cualquiera que tenga información sobre este caso a que se pronuncie y lo haga rápidamente”.
