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DANI SANABRIA
Sucedió este miércoles en Pamplona durante un meeting de control celebrado en el estadio Larrabide. Debido a las fuertes rachas de viento una de las carpas instaladas sobre la hierba salió volando ante la sorpresa de los asistentes y terminó en medio del tartán. En ese momento se estaba disputando una prueba masculina de 1.500 metros, y con la caseta dando volteretas por la pista, varios de los atletas participantes tuvieron que esquivarla para no ser golpeados.
Uno de ellos, Mauro Larroy, no dudó en difundir el video a través de sus redes sociales: «El incidente de la carpa afectó a dos grupos. Primero a los de cabeza de carrera, aunque a ellos no tanto, y luego a mi grupo que íbamos por detrás. La caseta se quedó entre la calle 1 y la calle 5 y tuvimos que actuar rápidamente. Uno de mis compañeros tuvo que desviarse hasta la calle 7 y otro se salió a la calle 0, lo que en cualquier competición sería descalificación automática, pero claro, no podía hacer otra cosa. Yo tuve que hacer un movimiento muy brusco porque el palo de la carpa casi me da en la cabeza», relata el propio Mauro Larroy para Mundo Deportivo.
Todo sucedió en la última recta, donde los atletas exprimen los pocos cartuchos de energía que les quedan en el cuerpo. La organización tomó la decisión de no repetir la serie: «Y creo que es un acierto. En un 1.500 desgastas mucho el cuerpo y las marcas iban a ser peores si repetíamos la carrera. De hecho, las que conseguimos no fueron buenas, no solo por el tema de la carpa… hacía un viento tropical, de esos que aparece de un segundo a otro como un vendaval», nos explica el propio atleta aragonés de 19 años de edad.
Al final, todo quedó en un susto y simple anécdota. No hubo incidentes que lamentar ni, por supuesto, descalificaciones. «La carrera estaba perdida para todos ya antes de comenzar. Con ese viento en contra no se pueden hacer marcas personales, que era el objetivo de los que estábamos allí. Lo de la carpa fue la anécdota cómica, incluso los propios operarios que fueron a retirarla casi salen volando también», sentencia Mauro Larroy.
