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SAN DIEGO — Probablemente no veías a los Padres y lo Nacionales como protagonistas de una naciente rivalidad. Pero ahora deberías hacerlo.
El martes por la noche, en el segundo partido de una intensa serie de tres juegos entre ambos equipos, que los Frailes terminaron ganando por 9-7, las bancas se vaciaron antes del primer turno al bate del curazoleño Jurickson Profar en la primera entrada, que fue apenas el comienzo del drama en el Petco Park.
La noche anterior, Profar conectó un dramático doble de oro en la décima entrada con la bases llenas para ganar el juego. Los Nacionales habían optado por darle base por bolas intencional al venezolano Luis Arráez para enfrentar a Profar. Entonces el relevista de Washington, Hunter Harvey, lanzó una recta alta y adentro con cuenta la cuenta en 0-2, derribando a Profar. Después del juego, Profar rápidamente expresó sentirse “faltado al respeto”.
Cuando Profar selló la victoria, celebró en el centro del cuadro interior y gestualizó enérgicamente hacia el dugout de los Nacionales aunque luego dijo que estaba animando a la fanaticada.
Volvemos al martes. Cuando Profar llegó al plato, fue recibido con palabras fuertes del receptor de los Nacionales, el venezolano Keibert Ruiz.
Manny Machado, en el círculo de espera en ese momento, se interpuso entre los dos, pero no antes de que se vaciaran las bancas y los bullpens.
El incidente no paso más allá de algunas conversaciones acaloradas. Sin embargo, después de que se calmaron las tensiones y se advirtiera a ambas bancas, el primer lanzamiento de MacKenzie Gore fue una recta que golpeó el pie de Profar.
El Petco Park estalló en júbilo. Machado prácticamente llegó caminando a la primera base. Profar prácticamente corrió a toda velocidad hacia la tercera base y luego celebró nuevamente frente al dugout de los Nacionales, aunque esta vez dejó claro que sus gestos estaban dirigidos a los aficionados.
En el sexto episodio, Profar empalmó un grand slam para ampliar la ventaja de los Padres.
