Octubre fue un mes particularmente movido en materia cambiaria. Mientras a nivel internacional las decisiones de política monetaria del banco central de Estados Unidos (Reserva Federal – Fed), la expectativa en torno a las elecciones presidenciales en dicho país, el conflicto bélico en Oriente Medio y los bajos precios del petróleo, hicieron que el dólar se fortaleciera aún más, sobre todo frente a las monedas latinoamericanas, un 4,4 por ciento, según cálculos del Banco de Bogotá, en Colombia la incertidumbre fiscal fue el ingrediente adicional que hizo que la tasa de cambio alcanzara niveles máximos del año (4.413,36 pesos el miércoles anterior) creando un ambiente de zozobra frente a lo que será el cierre del 2024 y el inicio del próximo año en ese frente.
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Ese comportamiento llevó a que en el décimo mes del 2024 el peso colombiano se situara como la tercera moneda más devaluada de Latinoamérica (5,4 por ciento), por debajo del peso chileno (6,8 por ciento) y el real brasileño (6,5 por ciento). Y si bien en el inicio del onceavo mes la divisa estadounidense se mantuvo relativamente estable, el viernes la tasa promedio de negociación apenas se apreció unos 4 pesos hasta los 4.413 pesos, los operadores de este mercado advierten que algunos factores impedirán que el precio del dólar baje a menos de 4.200 pesos para lo que resta del año.
Noviembre inició con una tasa representativa del mercado (TRM) marcando un nuevo máximo en el año, 4.414 pesos, la cual estará vigente hasta el martes de la siguiente semana, según la Superintendencia Financiera. Frente a la tasa oficial con la que comenzó el 2024, hay una diferencia cercana a los 592 pesos, lo que significa que el peso colombiano se ha devaluado a la fecha alrededor del 15,5 por ciento.
Expertos en el tema cambiario consultados, como Camilo Díaz, gerente de Estrategia en Itaú Colombia Comisionista de Bolsa, advierten que si bien esos factores externos e internos han llevado al dólar a los niveles actuales, hacia adelante, más allá de la contienda electoral en Estados Unidos, “hay que estar muy atentos a los resultados de esas elecciones, quién gana y cómo gana, si lo hace con el apoyo del Congreso o no”.
Eso en el plano externo, pero en lo local, la atención estará concentrada en cómo salga, finalmente, el Presupuesto General de la Nación para 2025, luego de que el Gobierno tomara la decisión de sacarlo por decreto al no recibir el visto bueno del Congreso de la república, así como la evolución en el Legislativo de la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), dos temas que generan bastante incertidumbre en materia fiscal.
“Las variables locales asociadas a temas fiscales le pueden dar magnitud a una subida adicional (del dólar) o limitar una revaluación del peso colombiano”, comenta Díaz, para quien el rumbo que tome el dólar y la correlación con las monedas de la región la podrán los temas internacionales, mientras que la velocidad la darán los temas locales que son los que han puesto a Colombia en el ojo del huracán debido a lo que estos representan para el país en materia de riesgo de inversión.
Riesgos se mantienen
Las perspectivas para el cierre del año en materia cambiaria no son muy halagüeñas para Colombia, pues el comportamiento de la divisa estadounidense continúa muy atada a varios factores externos e internos, que son los que en el último mes han causado la volatilidad en este mercado.
Algunos analistas ven muy difícil que para el último tramo que resta del presente año se pueda ver un dólar por debajo de los 4.200 pesos debido a la incertidumbre que hay en la economía en general. “En noviembre, la situación del dólar podría estabilizarse un poco después de las elecciones (en Estados Unidos). No obstante, habrá que monitorear de cerca el precio del petróleo, que ha mantenido niveles inferiores a los 75 dólares por barril”, coinciden.
Si bien el barril de crudo Brent referencia para Colombia subió el viernes hasta los 73,16 dólares tras el anunció de posibles represalias iraníes contra Israel, su valor aún se encuentra bastante lejos de los 91,17 dólares registrados el 5 de abril del presente año.
El riesgo de que Irak, gran productor de petróleo se vea arrastrado al conflicto en Medio Oriente, impulsó los precios del llamado oro negro. El petróleo “se disparó cuando salió la información, pero (…) como no escuchamos nada nuevo desde entonces, los mercados vuelven a sus posiciones”, resumió a la AFP Phil Flynn, de Price Futures Group, quien consideró que los precios deberían estar más altos.
Los economistas de Investigaciones Económicas (IE) del Banco de Bogotá ven que los riesgos de la tasa de cambio en el corto y mediano plazo en el país están del lado alcista y soportan su expectativa en la persistencia de los riesgos fiscales en Colombia, la perspectiva de una moderación en la economía global en 2025 y su impacto sobre la cotización del petróleo, así como en la reducción del diferencial de tasa de interés frente a Estados Unidos, que irá menguando el atractivo de las estrategias de inversión de que los inversionistas se endeuden en una moneda (dólar) para invertir en divisas emergentes (carry trade).
“El resultado de las elecciones y la decisión de tasas de la Fed serán decisivas para el peso colombiano y otras monedas frente al dólar en el cierre del año”, insisten los analistas de la entidad bancaria.
Volatilidad no cesará
En el Grupo Bancolombia, por su parte, ven la situación fiscal del país como el gran riesgo, no solo para la economía en general, sino para atajar la escalada del dólar. El Presupuesto General del 2025, que saldrá por decreto, le pondrá mayor “presión al cumplimiento de la regla fiscal durante el próximo año”, dicen. Y advierten que, un menor recaudo tributario y la incertidumbre fiscal derivada del proyecto de reforma al SGP que podría provocar un aumento estructural en el déficit de las finanzas públicas, siguen preocupando.
“Bajo este contexto de fortalecimiento del dólar a nivel global, incertidumbre por las elecciones en EE. UU. y aumento del riesgo fiscal en el país, prevemos que el dólar permanezca por encima de los 4.250 pesos en noviembre, que tenga un promedio de 4.050 pesos en 2024, mientras es razonable un nivel de fin de año cercano a los 4.220 pesos”, señalan.
¿Y habrá calma en el 2025? No muchos creen en esa posibilidad debido, precisamente, a que la tasa de cambio en Colombia depende de varios factores, como los internacionales, que no son posibles de controlar.
Daniel Velandia, director Ejecutivo de Investigaciones y Economista Jefe de Credicorp Capital, cree que la volatilidad en el dólar seguirá presente tanto para el cierre de 2024 como para el próximo año. Dice que esto no es nada nuevo y los analistas del mercado han insistido en que así será.
“Desde Credicorp Capital hemos venido advirtiendo mucha volatilidad cambiaria, no solo por el contexto externo sino por la condición de la economía colombiana, sobre todo en el frente fiscal. Existe un gran consenso entre economistas, analistas y exministros alertando sobre los desafíos fiscales del país, lo cual alimenta la intranquilidad de los mercados”, precisa el economista.
Según Velandia, existe la sensación de que si Donald Trump gana las elecciones en Estados Unidos el dólar permanecerá fuerte, por lo menos en el corto plazo, dadas las medidas proteccionistas que ha venido planteando durante su campaña. “Nosotros le estamos apostando a una tasa de cambio para el cierre del año en 4.150 pesos, con mucha expectativa en que eso no se logre, pero creemos que la volatilidad reciente está entre los parámetros normales en un año específico.
Sus proyecciones para el 2025 apuntan a una divisa sobre los 4.300 pesos, dado los desafíos económicos externos , a lo que se sumará que este es un año preelectoral en Colombia que contribuyen a la volatilidad cambiaria y pueden empujar la divisa a niveles de los 4.500 pesos o más.
Otros, como Camilo Díaz, de la comisionista de bolsa del Banco Itaú, confían en que, una vez pase la mayoría de estos eventos, como la reunión de la Fed, la aprobación de la reforma al SGP y las elecciones en Estados Unidos, entre otros, la volatilidad modere un poco en el peso colombiano y puede darse una corrección a la baja hacia adelante.
“Es posible que el dólar descienda en las primeras semanas de noviembre, una vez finalicen las elecciones presidenciales en EE. UU. Además, el deterioro del empleo en ese país durante octubre podría avivar las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en diciembre”, comentó por su parte Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de la comisionista Casa de Bolsa.
CARLOS ARTURO GARCÍA M.
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